Marius Borg, hijo de la princesa Mette-Marit de Noruega, acusado de 32 delitos: violaciones, abuso sexual y amenazas de muerte

Después de más de un año entre acusaciones y una investigación policial exhaustiva, el hijastro del príncipe heredero Haakon de Noruega ha sido acusado formalmente por la Fiscalía de 32 delitos que abarcan desde violaciones hasta amenazas y agresiones físicas. El ente judicial ha anunciado este lunes, 18 de agosto, en una rueda de prensa el procesamiento del joven de 28 años y vástago mayor de la princesa heredera Mette-Marit, fruto de una relación anterior a su matrimonio con el hijo del rey Harald V.

El fiscal general, Sturla Henriksbø, ha detallado que entre las acusaciones figuran cuatro casos de violación, uno con penetración y dos sin ella, además de varios episodios de comportamiento sexual ofensivo y un abuso en el marco de una relación cercana. A ello se suman denuncias por lesiones corporales, daños materiales, amenazas de muerte, violaciones reiteradas de órdenes de alejamiento, un abuso sexual cometido a un agente de policía, resistencia a la autoridad y hasta cinco infracciones de tráfico.

Tras destacar la gravedad del caso, Henriksbø también ha insistido en que la condición familiar del acusado no influirá en el proceso, señalando que todos los ciudadanos noruegos son “iguales ante la ley”. De ser hallado culpable en el juicio que comenzará en enero del próximo 2026, Høiby podría enfrentarse a una pena máxima de 10 años de prisión.

El proceso judicial se remonta a agosto de 2024, cuando Marius fue detenido por primera vez tras un altercado con su pareja en Oslo. Bajo los efectos del alcohol y la cocaína, según reconoció entonces, la policía lo acusó de violencia física y psicológica. Apenas un mes después, en septiembre, volvió a ser arrestado por incumplir una orden de alejamiento impuesta por una de las víctimas.

La tercera detención se produjo en noviembre de ese mismo año. En esa ocasión, la acusación fue aún más grave: haber mantenido relaciones sexuales con una persona incapaz de oponerse. La policía halló en su teléfono grabaciones explícitas realizadas sin consentimiento, lo que agravó la situación judicial. Tras pasar varias semanas en prisión preventiva, fue liberado a finales de noviembre, aunque pocos días después ingresó en un centro de rehabilitación en Londres, del que escapó sin completar el tratamiento.

La Fiscalía ha recopilado miles de archivos multimedia y decenas de miles de mensajes que, según las autoridades, prueban parte de las acusaciones. Varias de las víctimas fueron notificadas de la existencia de las grabaciones solo después de que la policía se las mostrara. En total, el caso afecta a seis personas: cinco mujeres y un hombre.

El caso también ha salpicado a la esfera pública noruega. En febrero, la presentadora Linni Meister relató un episodio de presunto abuso por parte de Borg en 2018 dentro del propio palacio de Skaugum. “No siento lástima por su familia”, aseguró entonces.

La respuesta oficial de la monarquía noruega ha sido breve y sin valoraciones personales. La portavoz de la institución declaró: “Corresponde a los tribunales tramitar este caso y tomar una decisión. No tenemos nada más que añadir”. El hermetismo contrasta con la preocupación que genera dentro de la familia real. Marius, quien ha tratado en los últimos años de mantener un perfil discreto, es recordado por haber sido considerado un referente por su hermana, la princesa Ingrid Alexandra. Sin embargo, su trayectoria reciente lo ha situado como el miembro más problemático del entorno de Haakon y Mette-Marit.

Este escándalo se suma a los problemas de salud que atraviesan los reyes Harald y Sonia, ambos portadores de marcapasos, y al delicado estado de Mette-Marit, diagnosticada de fibrosis pulmonar crónica, lo que la ha obligado a cancelar diversos actos oficiales. Mientras, la prensa del país escandinavo se ha hecho eco de las vacaciones de la familia junto al joven en Portugal este verano, asegurando que posiblemente sean las últimas todos juntos en mucho tiempo.