Qué factores han provocado el declive de la energía solar en España, según Financial Times: de los precios cero al colapso de la red

La rápida expansión de la capacidad fotovoltaica ha provocado un exceso de oferta que, lejos de beneficiar a los promotores e inversores, genera gran incertidumbre en el sector

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Imagen de archivo de un
Imagen de archivo de un parque fotovoltaico (Montaje Infobae)

España se ha convertido en uno de los países europeos que más ha apostado por la energía solar. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha calificado al país como un “referente mundial” en la transición hacia energías sostenibles. Sin embargo, el auge descontrolado de nuevas instalaciones solares ha derivado en un desplome de los precios eléctricos mayoristas e incertidumbre para los promotores e inversores del sector, según recoge el Financial Times.

Exceso de oferta y pérdidas para los productores

Durante 2023 y 2024, España instaló más capacidad solar que cualquier país europeo -salvo Alemania-, un avance que ha permitido que hasta un 60% de la electricidad proviniera de paneles solares en los momentos centrales del día en primavera. “Montar una planta solar es, en última instancia, como construir una fábrica en el campo”, describe Miguel de la Rosa, jefe de ingeniería de la compañía Zelestra.

Sin embargo, este éxito ha tenido efectos colaterales. En algunos días de mayo, los precios mayoristas de la electricidad estuvieron en cero o incluso por debajo durante un tercio del mes, según datos de Red Eléctrica. La energía barata beneficia a los consumidores, pero deja en la cuerda floja a los generadores solares. “El sector está sufriendo las consecuencias del exceso de oferta, lo que está teniendo un efecto muy grave en la rentabilidad de los proyectos solares”, señala Mario Ruiz-Tagle, director de Iberdrola España.

En ocasiones, Red Eléctrica se ve obligada a pedir a algunas instalaciones solares que detengan la producción para evitar la saturación del sistema, lo que añade presión sobre la cuenta de resultados de las empresas del sector.

Vulnerabilidad del sistema eléctrico y apagón inédito

El pasado mes de abril, más de 58 millones de personas en la península ibérica sufrieron un apagón eléctrico que duró varias horas. Aunque el Gobierno concluyó que la energía solar no fue la causa directa, sí reconoció que la presencia masiva de plantas solares complica la estabilidad de la red.

La proliferación de generadores más pequeños y dispersos -en lugar de las tradicionales centrales de gas y nuclear- dificulta la gestión de la frecuencia y la tensión del sistema eléctrico. “Esta transformación ha llevado la red al límite de su mix de generación”, advirtió José Bogas, CEO de Endesa, tal y como informa Financial Times.

Además, España es el país europeo que menos ha invertido en redes eléctricas desde 2020 en proporción al crecimiento de renovables, según datos de BloombergNEF.

El reto del almacenamiento y la demanda

El exceso de oferta plantea la necesidad de almacenar la energía sobrante. Productores como Rolwind, Grenergy, Sonnedix y Zelestra apuestan por grandes baterías para acumular electricidad solar durante el día y liberarla en las horas nocturnas. Sin embargo, varios inversores consideran que, en la situación actual, las baterías suponen un riesgo financiero elevado. Leo Moreno, CEO de Zelestra, apunta que los precios cero en el mercado hacen “menos atractivos los contratos a largo plazo” para los generadores solares.

Mientras tanto, las posibilidades de exportar electricidad a otros países están limitadas por la capacidad de interconexión con Francia, y la demanda interna se mantiene estable desde hace dos décadas. La red está saturada, lo que ralentiza los nuevos proyectos e impide que grandes consumidores, como los centros de datos de gigantes tecnológicos, accedan a la energía barata que demanda su actividad.

Respuestas institucionales y perspectivas

El pasado mes de julio, el Gobierno intentó reaccionar con una ley “antiapagón” para reforzar la estabilidad del sistema y gestionar mejor el acceso a la red, aunque fue rechazada en el Congreso. Joan Groizard, secretario de Estado de Energía, ha subrayado que el objetivo de esta normativa es reforzar el sistema y prepararlo para el futuro, pero advierte de que si se aumenta “masivamente la inversión en la red sin criterios claros y como resultado subimos las facturas de la electricidad, dejaremos de ser competitivos”, cita Financial Times.

Por su parte, Sara Aagesen, vicepresidenta tercera del Gobierno de España y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, considera que “lo ocurrido fue un grave acto de irresponsabilidad por parte de los grupos que votaron en contra del proyecto de ley”.

El dilema, para expertos y compañías, es cómo equilibrar la apuesta renovable, la modernización de la red y la rentabilidad de los proyectos sin encarecer la factura eléctrica para hogares e industria. España se enfrenta al desafío de adaptar su sistema a un liderazgo en renovables que, según los expertos del sector energético, “ha ido demasiado rápido”.