El Mediterráneo ahora sí es un ‘caldo’: dos boyas detectan temperaturas por encima de los 30 grados en el mar

Las condiciones son típicas de lugares mucho más cálidos, como el Caribe

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Cala Pinets, Valencia. (Adobe Stock)
Cala Pinets, Valencia. (Adobe Stock)

Los que prefieren las ‘aguas frías’ del océano Atlántico o del mar Cantábrico siempre suelen decir despectivamente que el Mediterráneo es “un caldo”. Ahora podrán sonreír con arrogancia al ver que tenían razón: la boya de Mahón, situada al este de Menorca, ha alcanzado recientemente una temperatura de 31,24 ºC a una profundidad de tres metros, quedando apenas siete décimas por debajo de su récord histórico, según informa la página web Meteored. Además, la boya de Dragonera, al oeste de Mallorca, registró 30,8 ºC el 13 de agosto. Estas cifras evidencian el impacto de la nueva ola de calor marina que afecta al mar Mediterráneo, donde se han verificado condiciones típicamente asociadas a climas muchos más cálidos, similares al Caribe.

En este contexto, la red de boyas de Puertos del Estado ha reportado superaciones del umbral de 30 ºC en varios puntos, sumándose a una serie de mediciones en otras ubicaciones como Tarragona (28,91 ºC), Cabo de Palos (27,55 ºC), Málaga (27,20 ºC), Cabo de Gata (26,76 ºC), y Cabo de Begur (26,48 ºC). Se estima que la boya de Valencia, actualmente inoperativa, podría situarse entre 27 y 28 ºC. Las mediciones del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM) confirman que tanto el sector occidental como el oriental del Mediterráneo se encuentran bajo temperaturas anormalmente elevadas. Las anomalías más acentuadas afectan principalmente al Golfo de León y el litoral de Girona, acercándose a entre 3 y 4 ºC sobre la media anual, una situación llamativa para esta época donde el mar habitualmente exhibe sus máximos térmicos.

Según Meteored, tras un episodio frío a finales de julio facilitado por las entradas de Tramontana, la persistencia de una dorsal ha “cortado de raíz” el flujo de aire fresco, provocando un rápido recalentamiento de las aguas. “La temperatura del agua del mar no solo se ha disparado, sino que vuelve a alcanzar valores cercanos al récord en algunas boyas de Baleares, con temperaturas superficiales propias del Caribe”, expone la página web. Además, la combinación de cielos despejados, falta de viento o condiciones de calma y elevadas temperaturas han contribuido a que prácticamente toda la cuenca sufra el restablecimiento de la ola de calor, afectando a los ecosistemas marinos.

La Aemet ha activado la alerta naranja y amarilla la península. Las temperautras extremas están de regreso

Una situación excepcional

Zonas como el mar de Alborán y el Mar Balear presentan igualmente anomalías de +2 a +3 ºC, compatibles con una situación excepcional tras los registros fríos del mes anterior. Según la previsión del modelo europeo, la persistencia de la ola térmica continuará, proyectando valores por encima de los 3 ºC de anomalía durante toda la próxima semana e incluso hasta +4 ºC en el litoral sur de Francia.

CEAM advierte que la prolongación de la situación aumentará la temperatura superficial del mar, mientras se espera que la llegada de tormentas estacionales en semanas posteriores y la normalización de valores mitiguen el fenómeno, aunque todo apunta a que las aguas seguirán más calientes de lo normal.

En perspectiva, los expertos llaman la atención sobre los riesgos potenciales para el otoño. Existe la posibilidad de que la energía acumulada en el mar derive en episodios de violentas tormentas y lluvias torrenciales, siempre que lleguen perturbaciones activas en los niveles altos de la troposfera.