El Sena se abre al baño y el Manzanares se queda en la orilla: por qué en uno se puede nadar y en otro no

París permite nadar en pleno centro urbano tras una inversión millonaria, mientras Madrid mantiene la prohibición en el Manzanares, donde el baño puede acarrear multas de hasta 3.000 euros

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Por qué en París se
Por qué en París se puede nadar en el Sena y en Madrid el Manzanares es solo un río para pasear. (Imagen: X/@arqui_mas_)

Durante siglos, el río Manzanares fue el lugar de recreo por excelencia para los madrileños durante el verano. Escenas costumbristas con las plasmadas en el cuadro Baños en el Manzanares (1934), o la isla artificial entre los puentes del Rey y de la Reina Victoria, construida en los años 30, dan testimonio de dicha tradición.

Sin embargo, en el presente, dicha costumbre es bien distinta. Bañarse en el Manzanares está prohibido por todo su recorrido desde 2016, incluso en zonas naturales como la Charca Verde, y puede conllevar multas de hasta 3.000 euros.

En contraste, París ha logrado reabrir el Sena al baño urbano, convirtiéndolo en un modelo de planificación y recuperación fluvial a escala internacional. Una diferencia de entender la relación ciudad-río entre ambas ciudades.

De la tradición al veto

La prohibición del baño en el Manzanares responde a una combinación de factores ambientales, sanitarios y de gestión urbana. La degradación del entorno a mediados del siglo XX, la demolición de la isla artificial y sobre todo, la construcción de la M-30 (que alteró considerablemente su cauce), marcaron el inicio del declive.

El río pasó a ser uno de los más contaminados de Europa. Aunque su calidad ha mejorado en los últimos años, no alcanza los niveles necesarios para permitir el baño con garantías sanitarias. El escaso caudal, especialmente en verano, impide una renovación del agua, lo que favorece la presencia de bacterias, virus y otros patógenos.

Además, el tamaño y la profundidad del Manzanares no garantizan la seguridad para la natación. Estos factores, junto con una normativa nacional restrictiva, han consolidado la prohibición total.

París limpia su río... y lo abre

En el caso de París, el proceso ha sido totalmente el contrario. Aunque el Sena también sufrió décadas de contaminación severa, la capital francesa decidió apostar por su recuperación con un ambicioso plan de saneamiento valorado en más de 1.400 millones de euros, impulsado en gran parte por los Juegos Olímpicos de 2024.

El proyecto incluyó:

  • La modernización del sistema de alcantarillado para evitar vertidos.
  • La conexión de antiguas casas flotantes al sistema de saneamiento público.
  • La instalación de sistemas de control continuo de calidad del agua.

Gracias a estas medidas, París ha rehabilitado tres zonas específicas para el baño: cerca de Notre Dame, junto a la Torre Eiffel, y en el este de la ciudad. Todas están sometidas a vigilancia y análisis diarios.

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Diferencias estructurales y regulatorias

La posibilidad de bañarse en uno u otro río también responde a factores geográficos y técnicos. El Sena cuenta con un mayor caudal y profundidad, lo que facilita tanto la navegación como la natación. El Manzanares, en cambio, es un río regulado, estrecho y de caudal muy bajo, lo que dificulta su aprovechamiento recreativo acuático.

A esto se suma un marco normativo distinto. Francia ha flexibilizado sus regulaciones para promover el “derecho al baño en ríos urbanos” como un símbolo de sostenibilidad, mientras que en España, el Ministerio para la Transición Ecológica mantiene restricciones estrictas sobre el baño en ríos urbanos, sin excepciones en la capital.

¿Y si quiero bañarme en Madrid?

Aunque el Manzanares no sea una opción, la Comunidad de Madrid ofrece alternativas legales y seguras para refrescarse en entornos naturales:

  • Las Presillas (Rascafría)
  • Los Villares (Estremera)
  • Playa del Alberche (Aldea del Fresno)
  • El Muro y Virgen de la Nueva (San Martín de Valdeiglesias)

Todos estos espacios cuentan con zonas habilitadas para el baño, vigilancia estival y una calidad del agua apta según los criterios sanitarios.