Un hombre amordaza, ata y encierra a su mujer durante dos días para obligarla a volver con él: es detenido y acusado de violencia de género

Los celos y el control son algunos de los motivos que más predominan en casos de violencia de género. Aunque muchas veces se disfrazan de preocupación, amor o necesidad, esconden patrones tóxicos que pueden desembocar en situaciones extremas de dominación y agresión.

Las estadísticas demuestran que, cuando una persona abandona una relación marcada por estos comportamientos, el momento de la ruptura suele ser uno de los más arriesgados. Es cuando más se activa la violencia de quienes no aceptan el fin del vínculo.

Esta necesidad de control absoluto, alimentada por la posesividad, la frustración o la pérdida del poder, puede conducir a delitos de gravedad como el ocurrido recientemente en Valencia. Un hombre de 39 años ha sido detenido por la Policía Nacional acusado de violencia de género, tras retener durante casi dos días a su exmujer.

Los hechos ocurrieron el pasado sábado, cuando el presunto agresor invitó a su expareja a comer a su domicilio, con la excusa de mantener una conversación. Tras la comida, ella le advirtió que se marcharía para acudir a su trabajo, pero fue entonces cuando él cerró la puerta con llave.

Acto seguido le quitó el teléfono móvil, sus tarjetas bancarias y la ropa, y comenzó a amenazarla con un cuchillo, exigiéndole que volvieran a estar juntos. Durante las siguientes 48 horas, la mujer estuvo atada con bridas, incluso mientras comía o dormía.

Según relata la víctima, solo le desataba una mano en algunos momentos, manteniéndola atada a la pata de la cama con una cuerda larga. Además, la obligó a llamar a su jefe para justificar su ausencia en el trabajo, simulando estar indispuesta, todo bajo coacción.

El agresor decidió salir del domicilio para comprar comida, dejando a la mujer atada y amordazada para evitar que pidiera auxilio. Esa noche, como en la anterior, volvió a inmovilizarla de forma parcial para que pudiera dormir.

Al día siguiente por la mañana, aprovechando la ausencia del hombre, logró liberarse, huyó descalza por la vía pública y pidió ayuda, presentando una denuncia ante la Policía Nacional.

Gracias a su testimonio, los agentes localizaron y detuvieron al presunto autor en su domicilio. Actualmente, se encuentra acusado de un delito de malos tratos y violencia de género. La autoridad judicial ha decretado una orden de alejamiento de la víctima.

La violencia de género no se limita a las agresiones físicas visibles, sino que incluye formas de control extremo, amenazas, coacción emocional y secuestro, como los sufridos por esta mujer. Un recordatorio urgente de que los celos no son amor y que la toxicidad en una relación puede escalar hasta situaciones absolutamente intolerables. En lo que va de año, se han reportado 17 mujeres asesinadas a causa de la violencia de género.