Un ciclista casi muere tras quedar atrapado en mitad de una ruta: “Tenía miedo de que me cortaran la garganta”

Hervé Mattern, de 40 años, sufrió heridas en el cuello al chocar contra un cable de nailon tensado a la altura de la garganta durante una bajada en el macizo de los Vosgos

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El cuello de Hervé Matternn
El cuello de Hervé Matternn después del accidente (Hervé Matternn)

Un día de deporte y naturaleza estuvo a punto de convertirse en tragedia para Hervé Mattern, un ciclista de montaña de 40 años, que el pasado sábado 9 de agosto sufrió un accidente en el macizo de los Vosgos (noreste de Francia) al toparse con un cable de nailon tensado a la altura del cuello. El deportista ha denunciado los hechos y asegura que se trató de un acto deliberado para dañar a los practicantes de bicicleta de montaña.

Un golpe “brutal” en plena bajada

Según relató el propio Mattern en su página de Facebook, todo ocurrió durante una salida en bicicleta con amigos. En una zona de descenso, el grupo se vio sorprendido por un hilo azul de nailon, del tipo utilizado para atar fardos de paja, colocado de lado a lado del sendero.

“El choque fue brutal y las consecuencias podrían haber sido dramáticas”, escribió. A France 3 explicó que en un momento dado vio el cable “pasar por encima de las manos”, sin tiempo para reaccionar. El impacto le dejó una larga marca roja y marrón en el cuello y una gran hematoma en la garganta.

“Fue violento, se me cortó la respiración y tuve miedo de ser degollado. Lo primero que hice fue preguntar a mis amigos si estaba sangrando”, recuerda. A pesar del golpe, consiguió seguir descendiendo hasta detenerse y contactar con los servicios de urgencias. “Empezó a picar fuerte, se puso rojo y azul, y me costaba tragar”, relató.

Un ciclista de montaña (Freepik)
Un ciclista de montaña (Freepik)

Al llegar a casa, el susto se transformó en rabia. “Estoy enfadado porque esto es grave. Tengo dos hijos, solo quería dar una vuelta en bici. Estuve a punto de no volver”, declaró a France 3. Mattern ha presentado denuncia ante las autoridades y sostiene que no es un caso aislado: “Varios testimonios hablan de dispositivos similares en la región, colocados voluntariamente para perjudicar a los ciclistas”.

Un problema recurrente en la zona

Aunque es la primera vez que Mattern sufre un ataque de este tipo, el macizo de los Vosgos ya ha sido escenario de otros incidentes similares. En 2021, un joven ciclista de 18 años, Gaëtan Broda, estuvo a punto de morir al chocar contra una tabla con clavos colocada como trampa en un sendero.

El Codever (Colectivo de Defensa de los Ocios Verdes) ha documentado entre 2004 y 2021 un total de 61 víctimas de este tipo de trampas, con 10 muertes confirmadas. Entre los dispositivos detectados figuran estacas ocultas, tablas con clavos, alambres de espino y cables tensados en puntos estratégicos de rutas utilizadas por ciclistas y senderistas.

Thierry Nuninger, secretario del comité departamental de ciclismo del Alto Rin, alertó en France 3 sobre la peligrosidad de estas prácticas: “Aunque ha habido pocos accidentes muy graves, algunos ciclistas han encontrado estacas o tablas con clavos escondidas bajo hojas, e incluso alambre de espino en senderos”.

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Opiniones divididas

No todos en el sector perciben este problema con la misma gravedad. Maxime Pouget, presidente de la federación de ciclistas de montaña con asistencia eléctrica (VTTAE), restó importancia al fenómeno en declaraciones a France 3: “Es un acto violento, pero muy marginal. Los conflictos de uso entre senderistas y ciclistas de montaña no existen”.

Sin embargo, para las víctimas, incluso un caso aislado supone un riesgo inaceptable. Un cable invisible a gran velocidad, o una trampa oculta bajo hojas, no solo amenaza a ciclistas, sino también a excursionistas, corredores y animales que transitan por los caminos.