El absentismo laboral se ha consolidado como uno de los principales retos para empresas, administraciones y la economía española en su conjunto. En los últimos años, las cifras han alcanzado máximos históricos: en 2024, la tasa media se situó en torno al 7,3%, con picos del 7,4% a final de año y más de 1,4 millones de trabajadores ausentes cada día, la mayoría por incapacidad temporal, según un informe de Adecco.
Este fenómeno, que supone un coste de millones de euros anuales, no responde a una única causa, sino a una combinación de factores: problemas de salud física y mental, envejecimiento de la población activa, precariedad laboral, condiciones deficientes en determinados sectores y, en algunos casos, ausencias injustificadas. Su impacto no solo se traduce en pérdidas económicas, sino también en una sobrecarga para los compañeros y un deterioro de la productividad, lo que ha motivado un creciente debate sobre medidas preventivas y de gestión.

Pese a que la mayoría de estas ausencias se justifican con motivos de peso, el uso de detectives privados para combatir el absentismo laboral indebido está ganando popularidad en España. Antena 3 Noticas se ha hecho eco de la reciente decisión del Ayuntamiento de Fuengirola de implementar esta medida, tras asegurar que el porcentaje de trabajadores ausentes en esa administración llegó a “rondar el 10%”. Esta cifra empujó a las autoridades locales a tomar acciones concretas para supervisar a quienes se encuentren de baja.
Detectives para los empleados
De acuerdo con la información compartida por el noticiario, la estrategia contempla la contratación de una agencia especializada, encargada de “vigilar a los funcionarios que estén de baja, irán a la puerta de sus viviendas o incluso a lugares que suele frecuentar el trabajador. La agencia hará este trabajo al menos tres veces por semana”. Desde el ayuntamiento afirman: “Aquí no se trata nada más que de intentar que el tramposo no haga trampa”. El objetivo es claro: identificar y documentar a aquellos empleados que “estén de baja y sin embargo, realicen actividades incompatibles con su incapacidad temporal”.
La identidad y las funciones de estos agentes estarán protegidas para garantizar el anonimato y Antena 3 Noticias señala que serán “trabajadores que no se mezclarán con el resto de funcionarios. Nadie sabrá sus nombres y nadie verá sus caras”. La vigilancia buscará “pillar in fraganti al funcionario” que simule una dolencia y que, a pesar de tener una incapacidad reconocida, participe en actividades incompatibles con su parte de baja.
Un aviso para los trabajadores
El crecimiento de este tipo de prácticas no se limita al sector público. El abogado Sebastián Ramírez, que comparte información legal en redes sociales bajo el nombre Leyes Con Sebas (@leyesconsebas), advierte: “Cada vez más empresas, lo puedo ver yo como abogado, lo están haciendo”. El fenómeno estaría “cogiendo muchísimo peso”, impulsado en parte por el significativo aumento en el gasto por bajas laborales. Según reporta Antena 3, “en España, el gasto por las bajas laborales se ha disparado en siete años casi un 80%”. “Si estás de baja laboral, ten mucho cuidado”, señala el especialista. “Son muchísimas las empresas que lo están haciendo y cada vez están vigilando más a los trabajadores”, concluye.
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