Mensajes sexuales, propuestas indecentes y robo de imágenes: el lado oscuro de Vinted que sufren miles de usuarias en España y Europa

La popular aplicación de compraventa de ropa de segunda mano acumula denuncias de usuarias que reciben acoso por mensaje directo

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Una mujer publica una prenda
Una mujer publica una prenda en Vinted. (Freepik)

La promesa de vender ropa que ya no se usa y encontrar gangas se ha visto enturbiada para muchas mujeres en Vinted, la plataforma de compraventa de prendas de segunda mano. Desde hace meses, testimonios en redes sociales, foros y medios de comunicación alertan de un problema que va más allá de simples molestias: mensajes con insinuaciones sexuales, solicitudes explícitas y, en algunos casos, el robo y uso no autorizado de imágenes en contextos pornográficos.

Un claro ejemplo lo representa Marie, una usuaria francesa que relató a Radio France cómo apenas cinco días después de abrir su cuenta y subir sus primeras prendas, recibió un mensaje que parecía inocente pero que rápidamente derivó en un intercambio incómodo. La conversación pasó de un simple “Hey” a comentarios sobre la transparencia de una camiseta que vendía, para acabar con frases como “mmm, me encanta”. Ante la situación, Marie bloqueó y denunció al usuario, y Vinted suspendió su cuenta al día siguiente. Sin embargo, para protegerse de antemano, ella había optado por fotografiar la ropa sin mostrar ni su rostro ni sus pies, y en muchos casos colocando las prendas sobre la cama en lugar de llevarlas puestas. “Me autocensuro para evitar problemas, aunque eso sea contradictorio cuando estás intentando mostrar cómo queda una prenda”, explicó.

Aunque Vinted respondió rápidamente en el caso de Marie, no todos los usuarios reciben la misma atención. En foros como Reddit, varias usuarias denuncian que, pese a reportar amenazas o intentos de doxxing —la difusión de datos personales para intimidar—, los agresores logran regresar a la plataforma creando nuevos perfiles. Esto genera un ciclo que dificulta la sensación de seguridad para muchas vendedoras y compra­doras.

Propuestas indecentes y la vulnerabilidad de menores

El problema va más allá de mensajes insinuantes y alcanza propuestas indecentes. En España, El País documentó el caso de Tania, que recibió ofertas económicas por encima del valor de sus prendas a cambio de fotos o acciones de índole sexual. En una ocasión, un comprador llegó a ofrecerle hasta 3.000 euros por una foto orinando. “Te quedas en shock, porque no esperas que algo así ocurra en una aplicación para vender ropa”, declaró.

En Francia, la creadora de contenido Jade, conocida por dar consejos para comprar ropa de segunda mano en TikTok, ha sido otra de las voces que ha denunciado el acoso. Según sus relatos, mensajes como “tu armario me ha puesto muy caliente” o peticiones de fotos de sus pies son habituales. Harta de esta situación, Jade comenzó a mostrar públicamente estos mensajes, lo que a su vez ha impulsado a otras usuarias a compartir sus experiencias y consejos para defenderse.

Una mujer hace limpieza de
Una mujer hace limpieza de armario (Vinted)

La problemática adquiere una dimensión aún más preocupante cuando involucra a menores. La influencer Fanny Simon contó el caso que le fue remitido por una seguidora: una madre recibió una oferta económica mayor por una prenda infantil si su hija la llevaba puesta durante todo un día antes de enviarla.

Además, en un fenómeno especialmente alarmante, The Guardian destapó la existencia de un canal de Telegram llamado ‘Girls of Vinted’, donde se compartían más de mil imágenes robadas directamente de los anuncios de la plataforma. En estas fotos aparecían tanto mujeres adultas como niñas, y muchas eran reutilizadas con comentarios y contextos sexualizados sin el consentimiento de las afectadas. Este canal recogía imágenes de usuarias de Alemania, Italia y Francia, configurando una base de datos no autorizada que se usaba para fines de explotación y acoso.

El problema no termina ahí, ya que medios como France Inter han alertado del riesgo de que estas imágenes robadas puedan ser manipuladas con tecnología deepfake para crear montajes pornográficos falsos. Aunque estos vídeos son ilegales y las víctimas pueden denunciarlos, su proliferación en internet y la dificultad para eliminarlos constituyen un daño irreversible para quienes los sufren.

Reacción de la plataforma y marco legal

Ante esta situación, Vinted asegura mantener una política de “tolerancia cero” frente al acoso, y destaca las herramientas que ofrece para bloquear y reportar perfiles. Según algunos testimonios, en determinados casos la reacción es rápida, con cuentas bloqueadas en cuestión de horas. Sin embargo, muchas usuarias critican que el sistema no impide que los acosadores vuelvan a registrarse fácilmente con nuevas cuentas, lo que mantiene un clima de inseguridad.

La reincidencia es uno de los aspectos más señalados, y varias usuarias han propuesto que la plataforma exija un documento de identidad durante el registro para evitar la creación masiva de perfiles falsos. De momento, esta medida no se ha implementado de manera obligatoria, aunque podría suponer un avance en la lucha contra el acoso.

Desde el punto de vista legal, en España el envío reiterado de mensajes con contenido sexual no solicitado puede constituir delito de acoso, castigado con penas de prisión de tres meses a dos años o multas. Con la entrada en vigor de la ley del “solo sí es sí”, cualquier conducta sexual no consentida, incluso sin contacto físico, puede tener consecuencias penales. Las autoridades recomiendan a las víctimas conservar las pruebas —mensajes, capturas de pantalla, perfiles implicados— y acudir a la policía para formalizar la denuncia.

Pero el problema de acoso en plataformas de compraventa no es exclusivo de Vinted. Otras aplicaciones como Wallapop o Leboncoin también han sido señaladas por experiencias similares. La estructura misma de estas plataformas, basada en la interacción directa entre particulares y en la publicación de imágenes personales, favorece que personas con malas intenciones usen estos canales para enviar mensajes inapropiados o solicitar contenido sexual.

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Esta realidad ha motivado una corriente de visibilización en redes sociales. En Francia, el hashtag #BalanceTonVinted (“Denuncia tu Vinted”) se ha convertido en un símbolo para denunciar estas prácticas, mientras que en TikTok proliferan vídeos de usuarias como Jade o Fansie Friperie que comparten estrategias para identificar perfiles sospechosos, configurar la privacidad y reaccionar ante mensajes invasivos.

Para muchas vendedoras, la única manera de protegerse pasa por modificar la forma en que muestran sus prendas: evitando posar con ellas puestas, ocultando rostro, manos y pies, o fotografiando las prendas sobre superficies neutras. Como señalaba Marie, esto implica “mostrar el cuerpo lo menos posible para vender ropa”, una paradoja que refleja el dilema al que se enfrentan.