La playa alicantina de aguas turquesa y arena blanca que está a una hora de Valencia

Se trata de una cala poco conocida caracterizada por sus imponentes aguas cristalinas y la tranquilidad estival del mar Mediterráneo

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Cala de aguas cristalinas ubicada
Cala de aguas cristalinas ubicada en Alicante (Adobe Stock)

No es Mallorca, ni Maldivas, tampoco las islas griegas de los mares egeo y jónico. Se trata de una cala de Alicante con aguas que, como el cristal, recuerdan la belleza del océano. De un intenso color turquesa, un paisaje virgen se levanta en la Comunidad Valenciana. Hablamos de la Cala de Pinets, un paraíso natural poco conocido ubicado en la costa de Benissa. Si bien no está muy presente en los itinerarios de viaje, esta cala participa de los símbolos del mediterráneo que los imaginarios más nostálgicos han ayudado a construir: sol, calma, aire puro, aguas aturquesadas que cambian de color conforme a la hora del día. Es un ecosistema natural paradisíaco para todos aquellos que buscan un espacio tranquilo, alejado de la masificación de las ciudades o del ruido. El ecosistema permite relajarse, pensar y darse un baño en conexión con la naturaleza.

Un tesoro de aguas cristalinas

El Confidencial informa sobre las hermosas características de esta cala alicantina, considerándola uno de los destinos más bellos de la península. Lejos del bullicio de las playas abarrotadas, la Cala de Pinets es un rincón íntimo y pintoresco. No es de arena, sino de pequeños cantos rodados, y apenas mide unos 60 metros de largo por 10 de ancho, lo que le da un aire recogido y acogedor. Para llegar, hay que caminar por un sendero peatonal que recorre la costa, adornado con paneles explicativos sobre la fauna y flora local. Al alcanzar la cala, lo que más llama la atención es la quietud del agua: poco profunda, perfecta para que los niños jueguen o para dejarse llevar flotando sin preocupaciones. Quienes buscan actividades marítimas también encuentran su espacio aquí, ya que las aguas transparentes y el entorno invitan al snorkel, al buceo o a explorar la costa en kayak.

Un bañista hace snorkel en
Un bañista hace snorkel en la playa (Especial)

Desde esta cala también se puede emprender un breve paseo hasta un paraje aún más especial: la Mar Muerta y las Rocas Negras. Allí, el agua del mar se adentra entre las rocas formando una tranquila laguna natural. Las piedras, con tonalidades que van del ocre al rojo, destacan sobre el intenso azul turquesa del agua marina, creando un paisaje que parece sacado de un sueño.

Otra característica fundamental de esta playa es la presencia de posidonia. La posidonia es una plata marina que se ha visto afectada en diferentes playas a consecuencia del fondeo ilegal y la presencia masiva de turistas. El fondo marino de la Cala de Pinets presenta posidonia en abundancia lo que constituye un síntoma de buena salud del ecosistema.

La posidonia es una planta
La posidonia es una planta marina que indica buena salud del ecosistema marino (REUTERS/Antonio Bronic9

Crisis ambiental en las playas

Si bien es cierto que el disfrute de las playas y los espacios naturales es un derecho de todo el mundo, en los últimos años, un deterioro considerable de los hábitats naturales han hecho saltar las alarmas. A esto debemos añadirle el fenómeno de la turistificación masiva que, en algunas partes de España, ha ocasionado importantes estragos al entorno natural. El cambio climático, la contaminación química y lumínica, la subida del nivel del mar, la destrucción de la posidonia, han propiciado auténticos desastres naturales en algunas zonas del país. Según informa el medio digital El Salto, el nuevo informe Banderas Negras de Ecologistas en Acción, indica que el principal catalizador de estos agravios medioambientales es la urbanización y turistificación excesiva del litoral. Las declaraciones de Cristóbal López, coordinador del informe, ayudan a comprender la gravedad del asunto: “Si ya de por sí, España, tiene grandes deficiencias en su infraestructura de saneamiento, vertidos y gestión de residuos, en verano las cargas con poblaciones turísticas llegan a triplicar a las locales. Esto ocasiona auténticas barbaridades para el medio natural”.

La turistificación masiva tiene consecuencias
La turistificación masiva tiene consecuencias para el medio natural marino (Fuente: EFE)

Esta realidad implica una responsabilidad compartida. Por un lado, de las administraciones públicas; por otro, de toda la sociedad que, en época estival, se desplaza a las zonas costeras. Además, cuando se difunde información sobre parajes naturales poco frecuentados, conviene incluir siempre un mensaje que fomente la responsabilidad social y la preservación de estos entornos. En el caso de la Cala de Pinets, su relativa discreción no significa que no existan vecinos que residan todo el año en la zona y que puedan verse afectados por conductas irrespetuosas de los visitantes. Del mismo modo, su ecosistema marino alberga una notable diversidad de especies animales y vegetales, cuya conservación depende en gran medida de nuestro comportamiento. Por eso, disfrutar de su belleza debe ir siempre acompañado de un compromiso real.