Guillermo y Harry, más alejados que nunca 28 años después de la muerte de Diana: “La ruptura es muy profunda y duradera”

Las diferencias entre los príncipes se reflejan en sus familias, sus causas sociales y la forma en que transmiten el legado materno por separado

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Los príncipes Harry y Guillermo,
Los príncipes Harry y Guillermo, en una fotografía de archivo. (Dominic Lipinski/Pool via REUTERS)

La distancia entre el príncipe Guillermo y el príncipe Harry se ha consolidado como una de las fracturas familiares más visibles de la realeza británica, especialmente al acercarse el 28º aniversario de la muerte de la princesa Diana. Aunque ambos hermanos continúan honrando el legado de su madre a través de sus actividades públicas, lo hacen por caminos completamente separados y sin comunicación entre ellos.

El distanciamiento entre los hijos de Diana se refleja en la ausencia total de contacto, tanto personal como telefónico, incluso en fechas tan significativas como el aniversario de la tragedia que marcó sus vidas. Mientras Harry recorrió recientemente un campo minado en Angola, siguiendo el histórico gesto de su madre para visibilizar los estragos de la guerra, Guillermo celebró en Sheffield el segundo aniversario de Homewards, su iniciativa para combatir la falta de vivienda, una causa que Diana le inculcó desde la infancia. Estas acciones, aunque inspiradas por el mismo legado, se desarrollan en escenarios distintos y sin coordinación, lo que subraya la profundidad de la ruptura entre los hermanos.

La separación entre ellos no es reciente. El conflicto se hizo público en 2020, cuando Harry y Meghan Markle decidieron apartarse de sus funciones reales. Según detalla en PEOPLE el biógrafo Andrew Morton, “se dijeron cosas que provocaron la ruptura inicial, y nunca se ha curado”.

El distanciamiento se agravó tras la publicación de las memorias de Harry, donde relató un altercado físico con Guillermo en 2019, así como por la entrevista con Oprah Winfrey y la docuserie de Netflix, en las que Harry criticó abiertamente a Guillermo, al rey Carlos III, a Kate Middleton y a la reina Camila. El propio Harry reconoció en mayo que “algunos miembros de mi familia nunca me perdonarán”. Desde entonces, los intentos de Harry por restablecer el contacto han sido infructuosos, ya que, según fuentes citadas por PEOPLE, sus llamadas y mensajes a Guillermo no han recibido respuesta.

El impacto de esta fractura se extiende a la siguiente generación. Guillermo y Kate crían a sus tres hijos, George, Charlotte y Louis, en Windsor, mientras que Harry y Meghan lo hacen con Archie y Lilibet en Montecito, California. Los primos no han sido vistos juntos en público desde 2019, antes del nacimiento de Lilibet, lo que evidencia la separación no solo entre los hermanos, sino también entre sus familias.

Los príncipes Harry y Guillermo,
Los príncipes Harry y Guillermo, en una fotografía de archivo. (REUTERS/Alkis Konstantinidis)

En el plano institucional, la ruptura entre los hermanos es vista como profunda y duradera. Robert Lacey, autor de Battle of Brothers, afirma a PEOPLE que “la ruptura es muy profunda y muy duradera. No cambiará, en mi opinión, hasta que Harry dé un paso y se disculpe”. Foreman, por su parte, considera que la dificultad radica en que “todos quieren que ocurra en sus propios términos, y eso es lo que lo hace imposible”.

El legado de la princesa Diana

A pesar de la distancia, ambos príncipes han mantenido el compromiso de honrar la memoria de Diana a través de su labor social. Guillermo, influenciado por las visitas que su madre le hacía realizar a refugios para personas sin hogar, ha continuado esa labor, incluso durante la pandemia, realizando visitas discretas y colaborando en la preparación y entrega de alimentos. Mick Clarke, director ejecutivo de The Passage, relata a PEOPLE que Guillermo ha compartido cómo Diana “se aseguró de que él conociera la vida más allá de los muros del palacio”, una experiencia que ahora replica con sus propios hijos.

Por su parte, Harry encontró su vocación en el apoyo a jóvenes afectados por el VIH en Lesoto, donde fundó en 2006 la organización Sentebale junto al príncipe Seeiso, en homenaje a sus madres. Durante casi dos décadas, ambos dedicaron recursos y esfuerzo a la causa, aunque una disputa reciente sobre la gestión de la organización llevó a su separación de la misma. Actualmente, Harry y Seeiso buscan nuevas formas de ayudar a las comunidades vulnerables de Lesoto y Botsuana.

El legado de Diana también se mantiene vivo a través de The Diana Award, la única organización benéfica que lleva su nombre y que ahora cuenta con el apoyo de ambos hermanos, aunque de manera independiente. Tessy Ojo, directora ejecutiva de la entidad, ha sido testigo del orgullo con el que Guillermo y Harry observan el impacto de su madre en jóvenes que nunca la conocieron. “He visto cómo sienten un inmenso orgullo: ‘Vaya, mi madre hizo eso’”, expresa Ojo a PEOPLE.

Posible acercamiento

En medio de este panorama, han surgido señales de posible acercamiento, aunque limitadas. El 9 de julio, representantes de Harry se reunieron con el jefe de comunicaciones del rey Carlos III, lo que ha generado expectativas sobre un posible reencuentro entre padre e hijo en septiembre, cuando Harry planea regresar al Reino Unido para apoyar a la organización WellChild. De concretarse, sería la primera reunión entre ambos desde febrero, tras el diagnóstico de cáncer del monarca. No obstante, el equipo de Guillermo no participó en estas conversaciones.

Según fuentes citadas por PEOPLE, el príncipe de Gales está centrado en apoyar a su esposa, Kate Middleton, durante su recuperación y en guiar a sus hijos, especialmente a George, su heredero. Un amigo de la familia real declaró a The Sunday Times que la actitud de Guillermo ha pasado de la ira a la indiferencia respecto a la situación con Harry. La biógrafa Sally Bedell Smith, por su parte, interpreta esta postura como una aceptación de los límites: “Puede controlar lo que hace en su vida, pero no tiene control sobre lo que hace Harry”.

Quién es quién en la casa real británica: del rey Carlos, el más tardío de la historia, al polémico príncipe Andrés.

A pesar del silencio que ahora los separa, la huella de Diana sigue presente en cada paso de Guillermo y Harry. Un allegado a la familia real expresa a PEOPLE: “Esta es la tristeza de todo esto: no se están apoyando como deberían. Eso es lo que cualquier madre querría: que estuvieran ahí el uno para el otro”.

En la memoria de quienes conocieron a Diana persiste la convicción de que, de haber estado presente, habría buscado la reconciliación entre sus hijos, convencida de que ambos tenían un papel esencial en la vida del otro.