Baleares aprende de la tragedia de la DANA en Valencia y activa una prealerta por riesgo de inundaciones

El Plan Especial de Riesgo de Inundaciones (INUNBAL) tendrá fecha de inicio pero no de fin

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Baleares activa el plan de
Baleares activa el plan de emergencia contra inundaciones. (Imagen: X/@PresidenciaGOIB)

Este 15 de agosto, Baleares no va a esperar a que las nubes negras asomen por el horizonte. La Dirección General de Emergencias ha decidido apretar el botón de prealerta del Plan Especial de Riesgo de Inundaciones (INUNBAL) y poner a todos sus recursos en modo “listos para salir”. La idea es sencilla: mejor prepararse ahora que lamentarse después.

Sin fecha de cierre

“Sabemos cuándo activamos el plan desde el punto de vista de la prevención o de la prealerta, pero no sabemos cuándo lo cerramos. Dependerá de las condiciones de cada año y de cada temporada”, admitía el director general de Emergencias, Pablo Gárriz, en una reunión técnica.

La vicepresidenta del Govern, Antònia Estarellas, ha sido la encargada de firmar la orden. A partir de hoy y hasta finales de noviembre, todos los efectivos humanos y técnicos de las islas estarán en prealerta: bomberos, UME, policía, Guardia Civil, protección civil, brigadas medioambientales... todos coordinados desde el Centro 112 de Marratxí.

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El plan tendrá fecha de inicio pero no de final. (Imagen: X/@PresidenciaGOIB)

El mar caliente y el frío traicionero

El calendario y la estadística no ayudan. Si se cumple la tendencia, a finales de mes podría caer una nueva DANA. Y este año, la AEMET ya ha lanzado un aviso de que la semana que viene llega una ola de calor que caldeará aún más el Mediterráneo.

“Si entra un frente frío, el choque de masas puede provocar lluvias torrenciales. La imposibilidad de identificar el momento exacto nos obliga a activar el plan ya”, explicaba Gárriz. Además, este año, Baleares estrena el INUNCAIB, un nuevo centro para gestionar riesgos de inundación con tecnología avanzada, que promete mejorar la coordinación y la rapidez de respuesta.

Ambos episodios confirman que el Mediterráneo es un escenario habitual de DANAs en estas fechas, alimentadas por el choque de aire frío en altura con un mar muy cálido. En Valencia, ese choque se tradujo en lluvias catastróficas; en Baleares, las autoridades esperan que, si se repite el patrón, la anticipación permita que el agua no vuelva a cobrarse tantas vidas.

El día después de la dana más devastadora del siglo.

Lo que pasó en Valencia: la lección más dura

La decisión balear tiene un espejo muy reciente: la DANA que arrasó Valencia en octubre de 2024. En cuestión de horas, el cielo descargó más de 770 litros por metro cuadrado en algunos puntos, con un periodo de retorno de mil años.

El resultado fue devastador: 236 personas fallecieron, barrios completamente arrasados y decenas de localidades quedaron bajo el agua. La vida de miles de personas cambió de la noche a la mañana.

El embalse de Forata tuvo que desaguar de emergencia, varias presas estuvieron al límite y se activaron los protocolos más graves ante el riesgo de rotura. Los ríos y los barrancos se desbordaron sin piedad. La mayoría de municipios de la comarca de la Huerta Sur resultaron anegados, mientras que otras zonas como Mislata o Manises sufrieron daños mínimos. También se vieron afectadas las comarcas del Campo de Turia, la Ribera del Júcar y Requena-Utiel.

Mientras tanto, Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana, llegaba 17 minutos tarde al comité de crisis (CECOPI), mandando una alerta que poco podía hacer ya. Durante la tormenta, Mazón estaba comiendo en el restaurante El Ventorro, una comida que fue calificada como “privada de trabajo”.

El gran problema fue que el fenómeno llegó antes de que hubiera un despliegue preventivo masivo. Cuando se quiso reaccionar, la riada ya estaba golpeando.