Así invierten los catalanes: en Girona arriesgan, en Lleida ahorran, en Barcelona diversifican y en Tarragona gusta el ‘ladrillo’

Un informe revela grandes diferencias en riesgo, rentabilidad y estrategias financieras entre los ciudadanos de las cuatro provincias de la Comunidad Autónoma de Cataluña

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Así se inverte en Cataluña (Girona, Tarragona, Lleida y Barcelona)

Un estereotipo muy extendido en España es que los catalanes son ahorradores y no muy dados a despilfarrar el dinero, como constatan dos frases muy conocidas: ‘La pela es la pela’ y ‘Barcelona és bona si la bossa sona’. Más allá de estos dichos, quien les colgó el sambenito de tacaños fue el poeta italiano Dante Alighieri, que en su obra ‘Divina Comedia’ escribió: «Si mi hermano pudiera prever esto evitaría la pobreza avara de los catalanes, para no recibir ningún daño».

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Para aclarar dudas y ver cómo ahorran e invierten los catalanes de las cuatro provincias que conforman la comunidad autónoma, Kai Torrella, consejero delegado de Gesinter, ha realizado un informe en el que define los hábitos financieros de los ciudadanos de Girona, Tarragona, Lleida y Barcelona para sacar la máxima rentabilidad a su dinero.

Barcelona es el principal motor
Barcelona es el principal motor económico de Cataluña, con 3.191 millones de euros en inversión extranjera directa en 2024.

A pesar de compartir contexto económico, cada provincia muestra un patrón inversor propio, condicionado por factores como la renta disponible, la madurez financiera o la cultura local del ahorro.

Girona: con el foco en el rendimiento

La provincia de Girona lidera la inversión media por habitante en Cataluña, con 1.768 euros per cápita, según datos de XTB. Una cifra que triplica la de Tarragona, que cierra el ranking. Este liderazgo “no es casual”, recoge el informe de Kai Torrella, ya que Girona destaca también por el rendimiento de sus activos inmobiliarios, con una rentabilidad media del 11,2% en locales comerciales y del 5,8% en vivienda, “lo que refuerza su atractivo para inversores en busca de retorno”.

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha lanzado un mensaje de "tranquilidad" respecto a la reunión para impulsar la financiación singular de Cataluña y ha insistido que este acuerdo y los posteriores que se pacten en torno a la reforma del sistema de financiación no perjudicarán a ninguna comunidad autónoma. (Fuente: Comisión Europea/ Europa Press)

La provincia consolida además su posicionamiento económico con una captación de inversión extranjera de 183 millones de euros en 2024, que refuerza su papel como nodo de interés internacional. Según Torrella, el inversor medio en Girona muestra una clara preferencia por fondos mixtos, temáticos y globales, así como una creciente apertura hacia productos de renta fija flexible. “Este comportamiento dibuja un perfil maduro, diversificado y alineado con estándares europeos”, subraya el informe.

Lleida: ahorro disciplinado como motor inversor

Con una inversión media per cápita de 1.300 euros, Lleida se sitúa por encima de la media catalana, pero es su enfoque sistemático del ahorro lo que más llama la atención, según el análisis. La provincia gestiona 3.216 millones de euros en fondos de inversión, lo que equivale a un 23,5% de su Producto Interior Bruto (PIB), y cuenta con más de 217.000 partícipes, “lo que refleja una base inversora amplia, comprometida y estructurada”, subraya el estudio.

En cuanto a la inversión inmobiliaria, Lleida también ofrece rentabilidades competitivas, con un 7,3% en vivienda y un 10,8% en locales comerciales. En cuanto a la inversión financiera, Gesinter apunta que la preferencia por productos conservadores como los fondos garantizados y la renta fija tradicional está muy arraigada en la provincia, “evidenciando un modelo de inversión prudente pero eficaz a largo plazo”.

Barcelona: sofisticación financiera

Respecto a la capital autonómica, se consolida como el principal motor económico de Cataluña, con 3.191 millones de euros en inversión extranjera directa en 2024. Sin embargo, su inversión per cápita es de solo 920 euros, por debajo de la media regional. Kai Torrella explica que esta divergencia entre el peso económico y el comportamiento individual de los inversores es debida “a la alta complejidad y heterogeneidad social de la provincia”.

En Barcelona conviven distintos perfiles financieros: desde inversores jóvenes y digitales, activos en plataformas tecnológicas, hasta clientes de alto patrimonio que demandan estrategias sofisticadas, como deuda corporativa, renta fija internacional o fondos ESG. Este cruce de realidades convierte a Barcelona en un ecosistema financiero plural, en el que la inversión se adapta a distintos niveles de riesgo, formación y objetivos personales.

Paneles de cotización del Palacio
Paneles de cotización del Palacio de la Bolsa.

Tarragona: la menos inversora, pero al alza

Tarragona presenta la inversión per cápita más baja de Cataluña, con 594 euros por habitante, pero los datos apuntan a una evolución constante. La provincia gestiona 4.592 millones de euros en fondos de inversión y registra rentabilidades inmobiliarias del 6,1% en vivienda y del 9,4% en locales comerciales, “lo que demuestra una consolidación progresiva del ahorro local”, indica el estudio.

Aunque el perfil del inversor tarraconense ha sido tradicionalmente conservador, Torrella observa una creciente apertura hacia la diversificación. Destacan el interés por productos de renta fija tradicional y soluciones híbridas vinculadas a objetivos personales, como la jubilación o la educación de los hijos. El ladrillo sigue siendo predominante, pero los fondos de inversión comienzan a ganar protagonismo como opción complementaria.

Ante este escenario, Kai Torrella argumenta en su informe que no existe un único perfil de inversor catalán, sino cuatro enfoques diferenciados según la provincia.