Una vecina es denunciada por robar agua de lluvia en Alemania: “Lo que cae del cielo no es automáticamente de todos”

Una disputa vecinal poco común ha acabado en los despachos de la policía de Spaichingen, en el suroeste de Alemania. Según informó el diario rumano Libertatea, una mujer de 51 años ha sido denunciada por sustraer 40 litros de agua de lluvia de la propiedad de un vecino, un botín cuyo valor no supera los 15 céntimos.

Los hechos ocurrieron en dos madrugadas consecutivas, el 25 y 26 de julio de 2025. A las 3:30 de la primera noche, las cámaras de seguridad grabaron a la mujer accediendo sin permiso a una parcela en obras. Armada con dos regaderas, se dirigió al barril que la empresa constructora había colocado para almacenar agua pluvial y abastecer las labores de reforma.

Apenas unas horas después, a las 4:00 de la mañana siguiente, la escena se repitió. En esta ocasión, la sospechosa se ocultó detrás de un contenedor de basura cuando un coche pasó por la calle, según detalló la policía. El total del líquido sustraído —40 litros— provenía del sistema de recogida de lluvia instalado por el constructor debido a la falta de conexión a la red de agua. “El barril es esencial para nosotros, porque aún no tenemos acometida de agua”, explicó el propietario de la vivienda, un hombre de 38 años, a Libertatea.

El incidente no parece un hecho aislado. El denunciante aseguró que la misma vecina ya había utilizado en repetidas ocasiones sus contenedores de basura para depositar residuos propios. “Quise dejar claro que no aceptamos ese tipo de comportamientos”, subrayó.

La policía local investiga la denuncia bajo el amparo del artículo 248a del Código Penal alemán, que regula el hurto de bienes de escaso valor. “Lo que cae del cielo no pertenece automáticamente a todos. En cuanto la lluvia se recoge en un barril, pasa a ser propiedad del dueño”, aclaró una portavoz policial citada por Libertatea.

Pese a la reducida cuantía económica, las autoridades tratan el caso como un delito de hurto, lo que ha provocado reacciones encontradas en la comunidad.

Entre los vecinos, las opiniones están divididas. Para algunos, denunciar por un bien valorado en 15 céntimos roza lo desproporcionado y podría haberse resuelto con una conversación. Otros, en cambio, defienden que la ley debe aplicarse siempre que se vulnera la propiedad privada, sin importar el valor material de lo sustraído.

La policía tiene previsto interrogar a ambas partes en los próximos días. Aunque no se descarta una resolución extrajudicial, el caso sirve como recordatorio de que, en Alemania, incluso los bienes aparentemente insignificantes gozan de protección legal si están bajo propiedad privada.

El caso ha llamado la atención no solo por lo insólito del objeto sustraído, sino también porque pone de manifiesto la rigidez con la que, en algunos países, se aplican las leyes de propiedad privada. En Alemania, el hurto está penado aunque el valor económico del bien sea ínfimo, y este tipo de incidentes se consideran, al menos inicialmente, un asunto para las autoridades.