Los precios del alquiler frenan la emancipación en España: los jóvenes tendrían que destinar el 92% de su salario a pagar una vivienda

El último informe del Consejo de la Juventud identifica la situación del mercado inmobiliario como la principal razón por la que solo el 15,2% de las personas entre 16 y 29 años logra independizarse

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Dos personas observan inmuebles en
Dos personas observan inmuebles en alquiler y en venta en un escaparate de una inmobiliaria ubicada en Palma de Mallorca (Matias Chiofalo / Europa Press)

Durante el segundo semestre de 2024, la emancipación de los jóvenes españoles sufrió un descenso sin precedentes: solo el 15,2% logró independizarse, según datos publicados por el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España. Se trata del valor más bajo para un segundo semestre desde que existen registros, a pesar del descenso en el desempleo juvenil y del aumento significativo de los salarios.

El Consejo de la Juventud advierte que la causa principal de este estancamiento está fuera del mercado laboral: el acceso a la vivienda, especialmente por el encarecimiento del alquiler, se ha convertido en una barrera insalvable para la juventud.

Independencia familiar en mínimos: una generación que retrocede

La tasa de emancipación, que ya venía cayendo en las últimas décadas, se redujo en 1,86 puntos porcentuales respecto al año anterior, lo que supone que 102.203 jóvenes volvieron o siguieron en casa de sus padres. El dato de 2024 es muy inferior al registrado en 2019 (18,7%) y queda aún más lejos del máximo alcanzado en 2008 (26,1%). El retroceso afecta sobre todo al segmento de jóvenes entre 25 y 29 años y a las mujeres, aunque el fenómeno es general y sin precedentes en el conjunto de la franja de hasta 34 años.

Se hace aún más llamativo porque coincide con un contexto en el que la tasa de paro juvenil marcó mínimos desde 2007 y el salario mediano de los jóvenes creció cerca de un 11%. El propio informe del Consejo de la Juventud resalta que, pese a estos avances laborales, “el acceso a la vivienda en alquiler siguió deteriorándose”, dificultando los primeros pasos de independencia de miles de personas, así como sus proyectos vitales a medio y largo plazo.

El precio del alquiler de viviendas en España creció un 4,4% en tasa trimestral y se incrementó un 9,7% en junio en tasa interanual, marcando un nuevo máximo, hasta los 14,6 euros por metro cuadrado, según datos del portal inmobiliario Idealista (Fuente: Europa Press).

El precio del alquiler bate récords y anula la capacidad de emancipación

Así, el informe subraya que el principal obstáculo se encuentra en la vivienda. A finales de 2024, el precio medio de un alquiler libre se situó en 1.080 euros mensuales, el valor más alto desde que se tienen registros oficiales y un incremento del 11,6% en tan solo un año. El esfuerzo requerido para alquilar se dispara respecto a los estándares internacionales: no solo supera con creces el umbral del 30% de los ingresos recomendado por organismos como la ONU o la UE, sino que lo multiplica.

El mercado del alquiler se ha encarecido de manera sistemática y transversal, tal y como refleja el análisis del Observatorio de Emancipación. Ni siquiera alternativas como el alquiler de habitación resultan asumibles para una gran parte de la juventud. La renta mediana de una habitación en piso compartido se mantiene en 380 euros mensuales, pero esto sigue representando el 32,5% del salario juvenil.

Comprar una vivienda tampoco es una solución realista. El precio medio de venta de un piso, casi 200.000 euros, exige el equivalente a 14 años de salario íntegro para quien busca emanciparse solo, y la entrada mínima supera los 59.000 euros, cuatro años de sueldo completo.

El salario se va casi íntegro al alquiler

Las matemáticas del informe son tajantes: una persona joven asalariada debe destinar de media el 92,3% de su salario para poder alquilar una vivienda en solitario. Incluso considerando a un hogar joven (varias personas compartiendo ingresos), el esfuerzo mínimo sube al 46,8%. Ambas cifras se sitúan muy por encima de los límites considerados aceptables y sostenibles marcados por organismos internacionales para evitar la sobrecarga por vivienda.

El efecto directo de esta desproporción es que emanciparse en solitario es prácticamente imposible. Solo el 19,7% de los jóvenes que logran irse de casa viven realmente solos. La mayoría, ante la falta de alternativas, opta por compartir vivienda. El informe destaca que esta tendencia sigue creciendo: cada vez más jóvenes continúan en el hogar familiar o, si se emancipan, lo hacen compartiendo piso para repartir los gastos.

El Consejo de la Juventud de España concluye que la barrera no está en la ausencia de empleo ni en unos salarios que, en términos nominales, han mejorado tras varios años de crisis, sino en el acceso a la vivienda -con unos precios del alquiler que no dejan de subir-, siendo el principal obstáculo que impide la emancipación, generando en la juventud una peligrosa incertidumbre sobre su futuro.