La DGT planea cambios en el examen teórico de conducir: así es cómo se evaluará a los conductores

El organismo ha incorporado varios avances tecnológicos en las pruebas en los últimos años

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Aula de examen (Europa Press)
Aula de examen (Europa Press)

El examen de conducir está cerca de experimentar un importante cambio. La Dirección General de Tráfico (DGT) prepara una reforma en la prueba teórica. El organismo estudia la incorporación de vídeos que simulen situaciones de riesgo reales durante la prueba, con el objetivo de que los aspirantes no solo memoricen respuestas, sino que demuestren cómo reaccionarían ante incidentes concretos en la carretera.

Pere Navarro, director general de Tráfico, adelantó en una entrevista en El Intermedio de La Sexta. Esta modificación busca reforzar el juicio crítico y la capacidad analítica de los futuros conductores, para conseguir una formación más completa y adaptada a los riesgos actuales del tráfico. Se trata de un modelo de preguntas que ya se ha implantado en otros países de Europa.

En Francia, el examen teórico combina preguntas de opción múltiple con simulaciones audiovisuales, mientras que en el Reino Unido los aspirantes deben identificar el instante en el que aparece un peligro en pantalla. Estas estrategias buscan evaluar la toma de decisiones bajo presión y la anticipación a posibles incidentes.

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Las nuevas pruebas a los futuros conductores

Según las previsiones de la DGT, las primeras pruebas piloto de este nuevo formato podrían arrancar a finales de 2026. Aunque el proyecto figuró ya como borrador normativo en 2019, es ahora cuando la administración retoma la iniciativa para convertirla en realidad. No obstante, no existe una fecha concreta y dependerá de los resultados y de la adaptación de centros examinadores y de los propios aspirantes.

El aprendizaje dejará de centrarse exclusivamente en la memorización de respuestas y exigirá un conocimiento más práctico y contextual de la conducción segura. Con estas nuevas exigencias, la DGT busca acercar el proceso de evaluación a las situaciones reales del tráfico, aumentando la capacidad de reacción de los conductores ante imprevistos.

El objetivo es garantizar que los conductores no solo conozcan las normas de tráfico, sino que también sean capaces de aplicarlas con criterio y seguridad en entornos cambiantes. La DGT espera que esta apuesta por la modernización reduzca la siniestralidad y mejore la formación vial en el país, alineando el sistema español con los estándares de otros países europeos.

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Desafíos y nuevas exigencias para los futuros conductores

La administración subraya que el equilibrio entre innovación tecnológica y evaluación realista será fundamental en esta nueva etapa. La reforma llega en un contexto de modernización continua de los exámenes de conducir en España. En los últimos años, la DGT ha actualizado las pruebas prácticas de varias formas.

Desde hace poco tiempo, permite el uso de ciertos dispositivos tecnológicos durante la evaluación, como las cámaras de marcha atrás o los sensores de aparcamiento, elementos que ya se encuentran presentes en una amplia mayoría de vehículos en circulación en la normalidad.

A pesar de ello, otros sistemas de asistencia, como el control de crucero adaptativo o los avisadores de cambio de carril, deben mantenerse fuera de servicio durante la prueba, pues la DGT considera que no permiten evaluar la destreza y la responsabilidad del conductor de forma realista. Este nuevo cambio será una nueva adaptación tecnológica de los exámenes de conducir, buscando realizar las pruebas más completas y efectivas.