Así es como puedes hacer un aire acondicionado casero con cartón y botellas de plástico

El calor es uno de los mayores problemas cuando llega el verano. En ciertos tramos de meses como agosto, las temperaturas suben considerablemente, siendo un impedimento para realizar tareas cotidianas como dormir o concentrarte.

Uno de los aparatos que más ayudan a combatir el calor es el aire acondicionado. Este es uno de los elementos más efectivos para contrarrestar las altas temperaturas de esta época.

Además, con la llegada de la ola de calor, encontrar métodos que sean capaces de refrescar el ambiente sin hacer un gran gasto económico es clave. Para ello, hay un método muy económico que puede ser de gran ayuda durante estas fechas.

Según revela el medio francés Linternaute, la solución es el Eco Cooler, un aire acondicionado casero que no necesita energía eléctrica. Este aprovecha dos materiales muy fáciles de conseguir: cartón y botellas de agua.

El principio de funcionamiento de este sistema se basa en el efecto Joule-Thomson, un fenómeno que ocurre cuando un gas, al expandirse, disminuye su temperatura. Al forzar el aire caliente exterior a pasar por el cuello estrecho de botellas de plástico cortadas, la temperatura desciende considerablemente.

Para entender este efecto piensa en este ejemplo práctico. Cuando expulsas aire con la boca muy abierta, sale caliente, pero cuando soplas con los labios fruncidos, este sale frío.

El montaje es sencillo. Primero se recogen botellas de plástico de dos litros, que se cortan por la mitad. Luego coge el cartón del tamaño de la ventana que quieras cubrir y haz dos agujeros del diámetro de los cuellos de las botellas.

Al encajar las botellas, los cuellos deben quedar orientados hacia el interior de la habitación para que el aire entre y, al pasar por la parte cerrada del recipiente, salga más frío. Cuando lo tengas listo, colócalo en tu ventana y ábrela.

El impacto del Eco Cooler va más allá de la temperatura. Permite reciclar gracias al uso de residuos plásticos, dándoles un nuevo propósito, y ofrece una solución a quienes carecen de aire acondicionado.

Existen otras alternativas económicas y sencillas que pueden ayudar a mantener la vivienda más fresca sin recurrir al aire acondicionado. Una de las más extendidas es el uso estratégico de ventiladores. Si se coloca una botella de agua congelada o un recipiente lleno de hielo frente al ventilador, el aire que circula en la habitación será más frío. Esta técnica puede refrescar el ambiente varios grados y solo requiere materiales disponibles en la mayoría de los hogares.

El aislamiento térmico también juega un papel relevante. Mantener las persianas bajadas durante las horas de mayor incidencia solar o cubrir las ventanas con cortinas gruesas contribuye a evitar que se calienten de manera excesiva. El uso de telas claras en la decoración y el tapizado de los muebles permite reducir la absorción de calor y proporciona sensación de frescura.

Finalmente, cambiar algunos hábitos cotidianos puede ser de gran utilidad. Evitar el uso de electrodomésticos generadores de calor en las horas más calurosas y optar por comidas frescas, contribuye a conservar un ambiente más cómodo sin incrementar el gasto energético.