Un millonario recibe una multa de casi 100.000 euros por exceder el límite de velocidad en 27 km/h: la sanción se multiplica para los más ricos

El empresario francés, residente en el cantón de Vaud y entre las 300 personas más ricas de Suiza, deberá pagar 80.000 francos y una multa adicional de 10.000 por exceso de velocidad

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La DGT invertirá 975.000 euros en 15 radares móviles capaces de multar hasta en seis carriles.

La justicia del cantón suizo de Vaud ha impuesto una multa récord a un multimillonario francés residente en la zona, tras ser sorprendido circulando a 77 km/h en una zona donde la velocidad del tráfico está limitada a 50 km/h. El radar registró esta infracción en agosto de 2024, calificada como “violación grave de las normas de tráfico” por rozar un exceso de 30 km/h aún habiendo descontado el margen de error, según informa el medio suizo 24heures.

El Ministerio Público del distrito de Lausana, lugar donde sucedió el incidente, fijó la condena en una suspensión condicional de tres años y una sanción de 40 días, con una multa de 2.000 francos suizos por día, lo que supone un total de 80.000 francos. Además, el tribunal ha impuesto la obligación de pagar inmediatamente una multa adicional de 10.000 francos, lo que eleva el total a pagar hasta los 90.000 francos suizos, unos 95.550 euros al tipo de cambio actual.

Un miembro de la élite económica suiza

El conductor sancionado figura en la prestigiosa lista de las 300 personas más ricas de Suiza, publicada por la revista local Bilan. Su patrimonio se estima en varios cientos de millones de francos, fruto de su variada actividad empresarial. Natural de Francia, el empresario se instaló en Suiza hace unos veinte años. Los medios lo describen como un hombre discreto y poco dado a conceder entrevistas o protagonizar aparicones públicas, aunque el magnate ya acaparó titulares hace años gracias a un incidente similar.

Un radar de tráfico. (Mavac)
Un radar de tráfico. (Mavac)

De hecho, no es la primera vez que enfrenta una sanción de este tipo. En 2016, fue condenado por la misma infracción, con una multa de 60.000 francos y una suspensión condicional de dos años, además de una multa inmediata de 10.000 francos.

Cómo se calcula una multa en Suiza

El caso ha vuelto a poner en el centro del debate el sistema suizo de días-multa, regulado por el Código Penal. Este mecanismo se basa en un sistema que fija una cantidad diaria (entre 30 y 3000 francos) según los ingresos, patrimonio y situación personal del infractor. El número de días se determina por la gravedad de la infracción, y el total de la sanción es la multiplicación de ambos valores.

Este sistema busca que las sanciones sean proporcionales a la capacidad económica de cada persona, lo que provoca que para ciudadanos con fortunas millonarias las multas alcancen cifras muy elevadas, mientras que en casos de infractores sin recursos pueda optarse por sanciones de prisión en lugar de pago.

Debate público y comparaciones

El caso del empresario francés ha generado discusión pública en Suiza sobre la justicia y eficacia de las multas proporcionales a la renta. Para muchos, este modelo asegura que las sanciones tengan el mismo impacto disuasorio en todos los estratos sociales; para otros, puede resultar excesivo en determinadas circunstancias. Pese a que para los más ricos este sistema puede suponer pagar cifras muy altas, no se arriesgan a tener que cumplir penas de cárcel, mientras que los más pobres se enfrentan a la realidad de pasar tiempo en prisión.

Qué dice la ley si te saltas un peaje: estas son las multas.

No es la primera vez que Suiza aparece en titulares por multas de tráfico millonarias. En 2010, un conductor sueco recibió una sanción de más de un millón de francos por circular a 290 km/h, considerada una de las multas de tráfico más altas de la historia del país, según ha informado BBC.

Aunque el empresario podrá seguir conduciendo, la reincidencia podría acarrearle sanciones más duras en el futuro, incluida la retirada del permiso de conducción. El sistema suizo envía así un mensaje claro: la ley se aplica a todos, y el bolsillo no es excusa para infringir las normas.