El príncipe Harry, devastado por la “toma hostil” de su fundación: el preocupante futuro de Sentebale

La grave crisis que sacude a Sentebale, la fundación benéfica fundada por el príncipe Harry en 2006, parece no haber llegado a su fin. Pese a que la investigación de la Charity Comission concluyó recientemente que no existían pruebas de acoso, misoginia o intimidación en la organización, el hijo de Carlos III está “devastado” por haber tenido que renunciar al control de su fundación tras las acusaciones de la presidenta de la misma, Sophie Chandauka.

El conflicto, que estalló en marzo de 2025, se intensificó cuando Harry, junto a varios miembros del consejo —incluido su amigo cercano Mark Dyer—, presentó su dimisión del consejo directivo tras un enfrentamiento con Chandauka. La presidenta respondió en una entrevista televisiva, acusando a Harry de encabezar una cultura de racismo, misoginia y acoso sistemático dentro de Sentebale. Estas declaraciones generaron una ola de reacciones y profundizaron la fractura en la organización.

La Charity Commission intervino para investigar las denuncias, pero concluyó que no halló pruebas que respaldaran las acusaciones de Chandauka. No obstante, el organismo reconoció que carece de competencias para indagar en casos individuales de acoso o misoginia.

Ambas partes recibieron críticas por exponer el conflicto en el ámbito público, lo que, según el Daily Mail, ha dañado la reputación de Sentebale. El antiguo consejo de la fundación emitió un comunicado en el que acusó al regulador de ignorar “preocupaciones clave y pruebas irrefutables”, mientras que la actual dirección de Sentebale dejó abierta la posibilidad de tomar nuevas medidas, subrayando las limitaciones de la investigación oficial.

El ambiente de hostilidad entre los bandos ha alcanzado tal nivel que, de acuerdo con fuentes cercanas al príncipe citadas por el Daily Mail, tanto Harry como sus allegados prevén que la organización podría no sobrevivir a la crisis. El duque, desde California, ha mantenido largas conversaciones nocturnas con simpatizantes, mostrándose “devastado” y describiendo la situación como una “toma hostil” de la obra a la que ha dedicado gran parte de su vida, según el citado medio.

Personas del entorno de Harry sostienen que Chandauka habría maniobrado para consolidar su poder en la fundación y que preferiría ver a Sentebale “hundirse” antes que asumir responsabilidades y dimitir. Además, aseguran que Harry intentó mediar entre las partes y propuso la intervención de abogados independientes, pero sus esfuerzos fueron rechazados. Según estas fuentes, el príncipe no tuvo la oportunidad de presentar su versión ante la Charity Commission, a pesar de la gravedad de las acusaciones.

Por su parte, Chandauka, abogada nacida en Zimbabue, sostiene que asumió la presidencia de Sentebale con la intención de profesionalizar la gestión y dotar a la organización de una perspectiva más centrada en África. En declaraciones recogidas por el Daily Mail, argumentó que la fundación se había convertido en un “feudo personal” de Harry y su círculo, y que era necesario diversificar las fuentes de financiación más allá de los eventos benéficos ocasionales organizados por el príncipe.

Chandauka también señaló que la imagen pública de Harry, deteriorada tras su salida de la familia real, estaba alejando a donantes y simpatizantes, y defendió la necesidad de que Sentebale se distanciara de los intereses personales del duque para garantizar su supervivencia.

El conflicto ha dejado a ambas partes profundamente afectadas. Fuentes próximas a Chandauka afirman que la presidenta se encuentra “traumatizada” por los acontecimientos y que ha trabajado intensamente para sostener la organización. Estas mismas voces recuerdan que el primer movimiento público provino del entorno de Harry, que expuso su versión de los hechos en la prensa antes de que Chandauka respondiera en televisión.

Sentebale, cuyo nombre significa “no me olvides” en sesotho, fue creada por Harry en memoria de su madre, la princesa Diana, con el objetivo de apoyar a niños y jóvenes afectados por el VIH y el sida en Lesoto. Desde su fundación, la organización ha representado un proyecto profundamente personal para el príncipe, quien buscó alejarse de la tradición real de apadrinar entidades ya consolidadas y optó por construir una iniciativa propia desde cero.

La situación financiera y operativa de Sentebale se ha visto agravada por la pandemia de Covid-19, que ha impactado negativamente en la recaudación de fondos y en la capacidad de acción de muchas ONG, especialmente en países en desarrollo. La fundación debe presentar sus cuentas públicas antes de que finalice agosto, y allegados a Harry anticipan que los resultados reflejarán un deterioro económico significativo.

El desenlace de esta crisis permanece incierto. Si las previsiones más pesimistas se cumplen, la desaparición de Sentebale supondría una pérdida tanto para Harry como para la organización, que ha trabajado durante años en favor de algunos de los jóvenes más vulnerables del mundo.