La Costa del Sol encara agosto con alta ocupación, pero menor rentabilidad: “Llenamos casi igual, pero ingresamos mucho menos”

El sector hotelero advierte que, pese a las cifras elevadas de reservas, los ingresos por huésped descienden con un gasto medio por cliente más de un 20% inferior al año pasado

Guardar
Vista panorámica de Marbella (Shutterstock)
Vista panorámica de Marbella (Shutterstock)

“El aeropuerto marca máximos, pero esa euforia no siempre llena nuestras habitaciones”, advierte Javier Hernández, vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) en declaraciones al diario ABC.

Mientras la Costa del Sol encara el mes de agosto manteniendo altas cifras de ocupación hotelera, el sector turístico señala una preocupación creciente: los ingresos por cliente caen de manera notable y la rentabilidad de los alojamientos desciende. La patronal hotelera estima que agosto cerrará con una ocupación media del 88,32%, lo que supone 4,57 puntos porcentuales menos que el 92,89% registrado durante el mismo mes del año pasado.

La tendencia no es nueva: julio incrementó levemente la proporción de camas llenas hasta el 87,82%, un 1,16% más que en 2024, pero los negocios detectaron un desplome en el Impacto Bruto Medio por Cliente Alojado (IBCA), que cayó de 198,61 a 157,18 euros. “Llenamos casi igual, pero ingresamos mucho menos”, lamenta Hernández.

Alta afluencia, baja rentabilidad

A pesar de que Fuengirola, Benalmádena y Torremolinos lideraron en julio las reservas, con cifras superiores al 92%, siete de cada diez huéspedes eran extranjeros. Este dato ayudó a amortiguar la menor demanda nacional, aunque no impidió la reducción del gasto medio por persona, que retrocedió más de un 20%.

Hernández apunta como principal motivo la evolución del turismo español, que pierde fuelle ante la inflación y la disminución del poder adquisitivo en los hogares. El turismo doméstico, calculan, pasará de aportar un 30% de los viajeros en julio a un 40% en agosto, pero sigue lejos de los niveles previos a la pandemia.

Reservas de última hora y el peso del precio

La forma de reservar vacaciones también ha cambiado de manera significativa. Más de la mitad de las reservas se efectúan dentro del mes anterior a la llegada, lo que genera incertidumbre en la gestión de precios y dificulta la planificación de recursos humanos.

Además, la diferencia de precios con destinos como Turquía o el Caribe, donde los costes laborales y de materias primas son inferiores, ha provocado que lugares exóticos resulten “más baratos que siete noches en la costa gaditana”, señala Hernández.

A pesar de todo, la Costa del Sol mantiene su atractivo permanente, con una ocupación media anual del 76% y la llegada de nuevas inversiones, como la reciente apertura de un hotel cinco estrellas Meliá en Marbella.

Este alojamiento permite descubrir este rincón andaluz de una forma única y se caracteriza por su diseño vanguardista y minimalista

Zonas dispares: la costa aguanta, el interior sufre

La previsión para agosto mantiene el liderazgo de Benalmádena (92,69%), Torremolinos (92,21%) y Fuengirola (91,37%) por encima del 90% de ocupación. Marbella y Benahavís, zonas occidentales, rondarán el 87%. Sin embargo, el interior de la provincia nota en mayor medida la caída, afectado por una menor oferta complementaria y la preferencia del viajero por sol y playa. Comarcas como la Axarquía y la Serranía de Ronda se ven especialmente perjudicadas.

Tendencia a la baja en el primer semestre

Durante el primer semestre de 2025, la ocupación hotelera en la provincia de Málaga fue un 1,4% inferior al mismo periodo de 2024. Solo enero resultó mejor que el año pasado, y el resto de los meses apenas igualaron los registros previos o los empeoraron. Esta bajada consolidada demuestra que la debilidad no es exclusiva del verano, sino que afecta ya a todo el ciclo anual.

Aunque el aeropuerto de Málaga bate récords en llegada de pasajeros, esto no repercute de manera directa en el alojamiento hotelero. Parte de estos viajeros optan por viviendas turísticas u otros destinos andaluces.

Respecto al auge de los pisos turísticos, desde la patronal relativizan su impacto sobre los hoteles, considerándolos productos distintos y solo responsables en parte de la disminución de la ocupación.

Septiembre, la siguiente prueba

Las previsiones de Aehcos para septiembre tampoco invitan al optimismo. Se anticipa un 86,96% de ocupación, una bajada de 1,78 puntos respecto a 2024, con Benalmádena y Torremolinos superando el 90% y la capital cayendo al 86,14%. Según Hernández, “la foto final dependerá de las reservas de última hora, pero la dinámica no es la que deseamos”.