Aterrizaje de emergencia en Málaga para atender a una mujer embarazada: “Deseamos pronta recuperación a la mamá y al bebé”

Las mujeres embarazadas no deben viajar a partir de la semana 36 de gestación

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FOTO DE ARCHIVO. Dos aviones
FOTO DE ARCHIVO. Dos aviones de pasajeros Boeing 737-8AS de la aerolínea Ryanair, en una pista del aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, en Málaga, España. 3 de mayo de 2024. REUTERS/Jon Nazca

Un vuelo procedente de Barcelona tuvo que realizar el domingo un aterrizaje de emergencia ante el malestar de una pasajera. Según ha informado el perfil de Controladores Aéreos en la red social Twitter (ahora X), la tripulación se dirigía a Esauria, ciudad costera de Marruecos, cuando una pasajera “en estado de gestación a bordo” requirió de atención médica urgente.

Los hechos ocurrieron la mañana del domingo, alrededor de las 9:30 horas. Desde la torre de control se les facilitó un descenso continuado y aproximación a pista con prioridad. Pese a que el avión ya había atravesado el Mediterráneo hasta África, terminó aterrizando en el aeropuerto de Málaga “tras unos 20 minutos” de maniobras. Mientras el piloto realizaba las maniobras de emergencia, los equipos del aeropuerto coordinaban la atención médica urgente en tierra, según han contado los controladores aéreos.

Deseamos pronta recuperación a la mamá y al bebé y agradecemos la colaboración al resto de tripulaciones", han expresado desde su perfil informativo de Twitter.

Los riesgos de volar embarazada

Las mujeres embarazadas no deben
Las mujeres embarazadas no deben viajar a partir de la semana 36 de gestación. (Canva)

En general, viajar en avión antes de las 36 semanas de embarazo se considera seguro para quienes no presentan complicaciones. No obstante, las alturas conllevan riesgos para las mujeres gestantes, según la Cínica Mayo, por lo que es importante consultar siempre con el médico antes de planificar un vuelo, ya que existen situaciones en las que el viaje puede no ser aconsejable.

El principal peligro está en el riesgo de coágulos de sangre en las piernas, conocido como trombosis venosa, que aumenta durante los vuelos y se acentúa en las mujeres embarazadas. Para evitarlo, los especialistas recomiendan caminar por el pasillo del avión cada hora y, si no es posible levantarse, flexionar y extender los tobillos con frecuencia. Además, sugieren evitar la ropa ajustada y optar por medias de compresión en trayectos largos, ya que estas medidas favorecen la circulación sanguínea y disminuyen la probabilidad de complicaciones.

La duración y la distancia del vuelo son factores que deben comunicarse al profesional de la salud, ya que influyen en la evaluación del riesgo. Además, algunas aerolíneas imponen restricciones a las embarazadas en vuelos internacionales y pueden solicitar una carta del proveedor de atención médica que certifique el estado del embarazo y la idoneidad para volar.

El criterio médico se vuelve especialmente relevante en casos de antecedentes de aborto espontáneo, sangrado vaginal, anemia grave, hipertensión arterial o diabetes mal controlada. También se desaconseja volar a quienes han sufrido preeclampsia en embarazos previos, una condición caracterizada por presión arterial elevada y exceso de proteínas en la orina, así como a quienes esperan mellizos o tienen embarazos múltiples. En todos estos escenarios, el viaje en avión podría agravar los riesgos o requerir atención médica urgente.

En cuanto al momento más adecuado para volar, la institución sugiere que el segundo trimestre suele ser el periodo más seguro, ya que en esas semanas disminuyen los riesgos de emergencias obstétricas frecuentes. El Manual Médico IATA recomienda que los viajes se realicen durante las primeras 28 semanas de gestación. A partir de este punto, algunas aerolíneas solicitan autorización médica para viajar, obligatoria a partir de las 36 semanas.