Peugeot llama a la revisión de 240.000 coches por un grave fallo en la cadena de distribución

La marca asumirá los costes y ampliará garantías tras detectar defectos en motores fabricados entre 2017 y 2023

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Motor de un coche. (Carnovo)
Motor de un coche. (Carnovo)

Peugeot ha reconocido oficialmente un grave defecto en los motores de varios de sus modelos más vendidos, que afecta a cientos de miles de unidades en todo el mundo. Se trata de un fallo en la cadena de distribución que podría desembocar en daños mecánicos severos, lo que ha obligado al fabricante a lanzar una campaña de revisión a escala global que implica a más de 239.000 vehículos, como recoge el medio especializado Motor.es.

La medida se enmarca en una nueva estrategia impulsada por la dirección de Stellantis, el grupo automovilístico que agrupa a marcas como Peugeot, Citroën, DS, Fiat y Opel. Su objetivo es claro: recuperar la confianza de los clientes tras varios episodios polémicos relacionados con la fiabilidad de los motores PureTech y BlueHDi.

Revisión masiva y reparación sin coste

La alerta fue inicialmente emitida por la Autoridad Federal de Transporte Motorizado de Alemania (KBA), que ha empezado a notificar a cerca de 8.000 propietarios de modelos Peugeot fabricados entre el 2 de octubre de 2017 y el 31 de enero de 2023. Entre los vehículos afectados figuran el 308, 2008, 3008, 5008, Partner, Rifter y Traveller. Sin embargo, Stellantis ha confirmado que el defecto alcanza a 239.511 unidades en todo el mundo.

El problema reside en la cadena de distribución del motor, cuya función es coordinar el movimiento del árbol de levas. Durante controles de calidad internos, Peugeot detectó que algunas cadenas podrían haber sido montadas con defectos o sufrir un desgaste prematuro debido a los residuos de combustión en el aceite y a la elevada presión de contacto. Estas condiciones reducen significativamente la resistencia de la cadena, originalmente de siete milímetros de ancho, lo que podría provocar su rotura.

Cuatro inyectores en el motor
Cuatro inyectores en el motor diésel de un coche (Freepik)

Peugeot ha anunciado que la reparación será totalmente gratuita para los propietarios. En los casos en que no se detecten daños en la cadena, se actualizará el software de la unidad de control del motor, se sustituirá el aceite por uno de mayor viscosidad y se aplicarán aditivos anti-desgaste. Si se encuentran señales de deterioro, la cadena será reemplazada por una nueva versión reforzada, de ocho milímetros de grosor.

La campaña de revisión ha sido registrada por la KBA con el número de referencia 15290R, mientras que Peugeot la ha identificado internamente con el código MXL. Esta intervención afecta especialmente a los motores diésel 1.5 BlueHDi, que ya habían protagonizado otros problemas mecánicos relacionados con el sistema de AdBlue.

Cambio de rumbo en la era Filosa

Esta respuesta por parte del fabricante francés no es casual. Desde la llegada de Antonio Filosa al frente de Peugeot, la nueva dirección de Stellantis ha puesto en marcha una política más proactiva y transparente. Filosa ha señalado que “todas las marcas cometen errores, lo importante es cómo se gestionan”, en una declaración que contrasta con la opacidad habitual del sector ante este tipo de problemas.

El ejecutivo ha ordenado desarrollar herramientas de diagnóstico para identificar posibles fallos antes de que se manifiesten y ha aprobado compensaciones directas para los clientes afectados por los fallos anteriores de los motores PureTech. Además, Stellantis ha ampliado la garantía de los motores diésel implicados en esta nueva campaña hasta 10 años o 240.000 kilómetros, una medida sin precedentes en la marca.

La estrategia marca un giro importante respecto a la gestión de la era de Carlos Tavares, anterior responsable de Peugeot y actual CEO del grupo Stellantis. Si bien la marca del león mantiene una posición sólida en ventas, su reputación en cuanto a fiabilidad se ha visto erosionada en los últimos años, especialmente por los fallos persistentes en los motores tricilíndricos PureTech.

El reto de recuperar la confianza

El reto de Filosa es complejo: debe mantener la competitividad en un mercado en plena transformación hacia la electrificación, al mismo tiempo que se enfrenta a una crisis de imagen provocada por fallos técnicos que, en algunos casos, han requerido costosas reparaciones fuera de garantía. En este contexto, la reacción decidida de Peugeot puede sentar un precedente sobre cómo las marcas abordan los problemas mecánicos cuando afectan a un volumen tan significativo de clientes.

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Por ahora, la marca ha optado por la transparencia, la responsabilidad y la acción preventiva, asumiendo los costes y reconociendo los errores. Resta por ver si estas medidas serán suficientes para recomponer la relación con sus usuarios y mantener la fidelidad de quienes, hasta ahora, han confiado en el emblema del león.