Estos son los 3 riesgos reales de no echarse crema solar, según una dermatóloga: “El sol es maravilloso para todo el cuerpo, excepto para la piel”

La dermatóloga Ana Molina advierte de los riesgos del sol este verano

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La dermatóloga Ana Molina advierte
La dermatóloga Ana Molina advierte de los riesgos del sol este verano. (Pexels)

La llegada del verano significa también mayores riesgos para la piel. Al aumentar tanto la exposición al sol como la intensidad de su radiación ultravioleta (UV), una buena protección solar se vuelve vital para evitar el daño cutáneo, envejecimiento prematuro y disminuir el riesgo de enfermedades graves como el cáncer de piel. Así lo ha advertido Ana Molina, dermatóloga de la Fundación Jiménez Díaz, en el pódcast coordinado por Alberto Chao.

“El sol es maravilloso para todo el cuerpo, excepto para la piel”, advirtió la experta durante su entrevista. Según Molina, el verdadero riesgo de no utilizar crema solar se traduce en tres problemas principales para la piel. “Primero, nos bajan las defensas”, aseguró. Molina explicó que el sol “produce inmunosupresión a nivel de nuestra piel”, reduciendo la capacidad de defensa cutánea.

El segundo peligro es el cáncer: “El sol va a provocar mutaciones en el ADN, que esto es lo más peligroso y eso va a producir cáncer de piel, sobre todo a largo plazo", afirmó la dermatóloga. De hecho, es todavía más peligroso “en los veinte primeros años de vida”, por lo que es clave proteger especialmente la piel durante la infancia y juventud.

El envejecimiento acelerado es el tercer gran riesgo: “Vamos a tener un envejecimiento tan acelerado si nos da el sol, que es que no merece la pena pasarnos. Obvio, el sol nos tiene que dar, pero sin pasarnos”.

La importancia de la fotoprotección

La doctora Ana Molina en
La doctora Ana Molina en el pódcast de Alberto Chao. (YouTube)

Ante la fuerte incidencia del sol durante los meses de verano, la dermatóloga destacó la importancia de la crema solar como mecanismo de protección. Para elegir la crema adecuada, hay que fijarse bien en el color de piel. “Una persona de un fototipo muy oscuro, de piel negra, no necesita el mismo fotoprotector que nosotros”, advirtió. En el caso del español medio, que suele corresponder a un fototipo tres, recomendó emplear un fotoprotector con un factor de protección solar (SPF) 30 como mínimo, aunque subrayó que “hoy en día sabemos que la mayoría de la gente aplica un cuarto de la cantidad recomendada”, lo que disminuye su efectividad. “Te lo aplicas mal o porque te bañas, porque te rozas”, indicó, recordando que estos hábitos hacen imposible alcanzar la supuesta protección que promete el envase. Por este motivo, la experta aconsejó optar, siempre que sea posible, por un protector SPF 50+ para compensar la insuficiente cantidad que habitualmente se aplica.

Pero, ¿qué indica exactamente el factor de protección solar? Molina aclaró que el número que aparece en el envase, como 30 o 50, “nos está indicando la protección frente a radiación ultravioleta B”, y actúa como un factor multiplicador del tiempo que una persona puede exponerse al sol sin quemarse. “Si tú te aplicas un protector con FPS treinta, vas a tardar diez minutos por treinta veces”, explicó la experta. Así, teóricamente, podrías permanecer hasta trescientas minutos sin quemarte, siempre que el producto se aplique correctamente.

Con respecto a esta inversión salimos a la calle a conocer la opinión de los vecinos del lugar y turistas que se encontraban por las inmediaciones

La especialista insistió, además, en que elegir el FPS adecuado no es suficiente. “Tenemos luego que fijarnos en que sea un protector de los llamados amplio espectro, es decir, que también nos proteja frente a radiación ultravioleta A, infrarrojos y luz visible”. Para identificar estos productos, aconsejó buscar la presencia del símbolo UVA rodeado por un círculo, y priorizar fórmulas que incluyan antioxidantes y pigmentos con color cuando sea posible, porque “el color es una de las mejores formas de protegernos de la luz visible”.