Dos españoles explican cómo aprender “más de 3000 palabras en alemán” en menos de un minuto

A través de un vídeo viral en TikTok, dos jóvenes revelan reglas básicas de correspondencia entre el español y el alemán que pueden facilitar la adquisición rápida de vocabulario

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Composición fotográfica Infobae (Hannibal Hanschke/Reuters)
Composición fotográfica Infobae (Hannibal Hanschke/Reuters) (@pedropolyglot/Tik Tok)

Aprender idiomas es una tarea imprescindible en el mundo globalizado actual. Ya sea por motivos laborales, académicos o personales, dominar una segunda o tercera lengua se ha convertido en una herramienta fundamental. Sin embargo, no todos los idiomas resultan igual de accesibles para los hispanohablantes, y muchos se encuentran con una barrera inicial difícil de superar cuando se enfrentan, por ejemplo, al alemán. La gramática compleja, los sonidos ajenos y la longitud de algunas palabras pueden generar desánimo en quienes no saben ni por dónde empezar.

Conscientes de esta dificultad, dos jóvenes españoles han encontrado una forma original y motivadora de acercar el alemán al gran público. A través de un vídeo viral en TikTok, explican de manera clara y amena cómo aprender más de 3.000 palabras en alemán en menos de un minuto. Su truco: identificar patrones entre las palabras en español y sus equivalentes en alemán, especialmente aquellas con raíces latinas compartidas.

Reglas sencillas para ampliar el vocabulario

La primera pauta que comparten es tan sencilla como eficaz: muchas palabras españolas terminadas en “-ista” tienen una correspondencia directa en alemán, cambiando simplemente esa terminación por “-ist”. Así, términos como “activista”, “artista”, “turista” o “especialista” se traducen directamente como Aktivist, Artist, Tourist y Spezialist. Una forma rápida de reconocer vocabulario útil sin necesidad de memorizarlo desde cero.

La segunda regla se refiere a las palabras terminadas en “-ción” en español, que habitualmente adoptan la forma “-tion” en alemán. Algunos ejemplos son “información” (Information), “comunicación” (Kommunikation), “creación” (Kreation) e “investigación” (Investigation). Sin embargo, los autores del vídeo matizan que en ocasiones el alemán ofrece también una variante germánica, como ocurre con “investigación”, que puede decirse tanto Investigation como Forschung, esta última más común en contextos científicos o técnicos.

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14/09/2023 Imagen de archivo de una bandera de Alemania. ECONOMIA AYUNTAMIENTO DE COLMENAR

Verbos y palabras con estructura predecible

El vídeo continúa con una tercera clave orientada a los verbos. Explican que muchos verbos del español pertenecientes a la primera conjugación —es decir, los terminados en “-ar”— tienen su equivalente en alemán con la terminación “-ieren”. Así, “pasar” se convierte en passieren, “estudiar” en studieren, “comunicar” en kommunizieren e “informar” en informieren. Esta correspondencia permite ampliar rápidamente el repertorio verbal, esencial para desenvolverse en situaciones cotidianas.

Por último, los creadores del contenido señalan un patrón similar con los sustantivos acabados en “-ica” en español, como “lógica”, “música”, “física” o “política”. En alemán, estas palabras se transforman en Logik, Musik, Physik y Politik, manteniendo su raíz original pero adaptándose a la fonética germana.

El pueblo se ubica en la frontera entre ambos países. Sus habitantes hablan dos idiomas y hay, incluso, dos fusos horarios

La práctica, la clave del aprendizaje

Aunque estos trucos facilitan la memorización inicial del vocabulario, los verdaderos progresos en cualquier idioma se consiguen poniendo en práctica lo aprendido. La inmersión y el contacto con hablantes nativos resultan imprescindibles para interiorizar estructuras, mejorar la pronunciación y ganar fluidez. No importa que el nivel de conocimiento sea bajo; mantener conversaciones sencillas con locales, preguntar dudas y aceptar correcciones permite asentar el aprendizaje de forma natural.

Además, los intercambios lingüísticos y las tandas de conversación (ya sea en persona, en grupos de redes sociales o mediante aplicaciones) ofrecen un entorno seguro para equivocarse y aprender de los errores. Solo al hablar activamente y exponerse al idioma en contextos reales se puede pasar de reconocer patrones a utilizarlos de manera espontánea. Practicar cada día, aunque sea durante pocos minutos, y buscar oportunidades para comunicarse con nativos son hábitos que marcan la diferencia entre un conocimiento pasivo y una verdadera competencia conversacional.