Cataluña vive una explosión de moras y Sílvia Orriols hace un comentario racista que se hace viral: “Ni que lo jures”

La líder de Aliança Catalana aprovecha un juego de palabras sobre fruta para lanzar un mensaje con doble sentido xenófobo

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La alcaldesa de Ripoll y
La alcaldesa de Ripoll y líder de Aliança Catalana, Sílvia Orriols (Montaje Infobae)

La alcaldesa de Ripoll y líder del partido ultraderechista Aliança Catalana, Sílvia Orriols, ha vuelto a encender la polémica en redes sociales. Esta vez lo ha hecho respondiendo a una publicación del medio catalán 234.cat, que informaba sobre una cosecha excepcional de moras con el titular en catalán: “Catalunya viu una explosió de mores: mai n’hi havia hagut tantes” (“Cataluña vive una explosión de moras: nunca había habido tantas”).

Orriols respondió escuetamente en su cuenta de X con un “Ni que ho juris...” (“Ni que lo jures...”), una frase con doble sentido que sugiere que la explosión de “moras” hace referencia a mujeres de origen marroquí —“mores” en catalán— en lugar de la fruta silvestre. Un comentario que ha sido interpretado como una burla racista y un nuevo ejemplo del discurso xenófobo habitual en la dirigente de extrema derecha.

Un historial de discursos islamófobos

Orriols no es nueva en este tipo de declaraciones. Desde que se dio a conocer como figura política en Ripoll, ha protagonizado diversas polémicas por sus opiniones sobre la inmigración, especialmente contra personas de religión musulmana. Durante un debate en 8TV, la líder de Aliança Catalana relacionó la inmigración musulmana con la imposición de la sharía, las agresiones sexuales en grupo o los matrimonios forzados, presentándola como una amenaza para el futuro de Cataluña.

En otras declaraciones públicas, Orriols ha defendido posturas abiertamente islamófobas, al punto de presentarlas como una forma de resistencia cultural frente a la inmigración musulmana. Su partido, Aliança Catalana, defiende sin ambigüedades la expulsión de inmigrantes irregulares, la clausura de mezquitas, la prohibición del burka y la primacía cultural exclusiva de la “raza catalana”.

Estas ideas no han pasado desapercibidas para las instituciones. En marzo de 2024, la Generalitat de Catalunya impuso a Orriols una multa de 10.001 euros por vulnerar la ley catalana de igualdad de trato, tras unas declaraciones consideradas xenófobas en el mismo canal de televisión.

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Captura de pantalla de la publicación de 234.cat en la red social X y la respuesta de Sílvia Orriols (@noticies234)

Denuncias por prácticas discriminatorias

Además del discurso, también se han denunciado prácticas institucionales impulsadas desde su alcaldía. En julio de 2024, la Fundación Ibn Battuta presentó una denuncia ante la Fiscalía de Delitos de Odio acusando al consistorio de dilatar y entorpecer el empadronamiento de personas migrantes, especialmente de origen magrebí. Según el documento, el ayuntamiento exigía verificaciones policiales innecesarias y causaba retrasos que dejaban a estas personas sin acceso a servicios básicos como sanidad o educación.

Aunque la Fiscalía acabó archivando el caso por falta de pruebas de delito de odio, la denuncia reflejó un patrón de actuaciones cuestionadas por entidades sociales. La alcaldesa defendió que simplemente se estaban cumpliendo los procedimientos legales y negó cualquier trato discriminatorio.

Mentiras desmentidas por verificadores

Las declaraciones públicas de Orriols también han sido objeto de revisión por parte de plataformas de verificación como Verificat. En una entrevista en RTVE, la líder de Aliança Catalana aseguró que “la mayoría de usuarios de servicios sociales son inmigrantes” y que muchos trabajan en economía sumergida o trafican con drogas. Datos oficiales de la Generalitat desmienten esas afirmaciones.

Según Verificat, las personas extranjeras suponen entre el 16% y el 21% de los beneficiarios de ayudas sociales, una proporción muy similar a su peso demográfico (15,8%). Además, las tasas de empleo entre población migrante son incluso superiores en algunos sectores, y los datos de criminalidad no respaldan la asociación directa entre inmigración y delincuencia.

Un partido de ultraderecha catalanista

Aliança Catalana fue fundado en Ripoll en 2020 y ha crecido con un discurso que mezcla nacionalismo excluyente y xenofobia. Defienden una Cataluña independiente, pero también “etnocultural”, oponiéndose a lo que consideran una “colonización” cultural por parte de inmigrantes. Desde esta visión, el Islam es visto como una amenaza y se promueve un modelo de sociedad cerrado, con medidas como la retirada de ayudas a inmigrantes y la expulsión de quienes no se “integren”.

Sílvia Orriols, alcaldesa de Ripoll, presenta su candidatura al Parlament en las elecciones del 12-M como número 1 de Aliança Catalana.

Orriols ha llegado a afirmar que “con tanto andaluz y tanto musulmán nadie hablará catalán en Cataluña”, y ha sostenido que los inmigrantes no pueden ser considerados catalanes porque “no comparten ni la lengua ni la cultura”. Estas posiciones la sitúan ideológicamente en una línea cercana a Vox, aunque con un fuerte componente independentista.