Qué es un tsunami y cómo se produce: el reciente terremoto en Rusia activa alertas en Estados Unidos, Japón y otros países costeros

Las autoridades mantienen la vigilancia ante posibles olas que podrían alcanzar más de 10 metros en zonas costeras del Pacífico

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(Freepik)
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Un potente terremoto de magnitud 8,8 sacudió este martes el este de Rusia, activando alertas de tsunami en varios países del Pacífico, entre ellos Estados Unidos, Japón, Chile y Perú. Este fenómeno, imponente y peligroso, pone en jaque a las zonas costeras que podrían verse afectadas por olas gigantes generadas a miles de kilómetros del epicentro.

Un tsunami es una serie de olas de gran tamaño originadas por un desplazamiento súbito de una gran masa de agua, a diferencia de las olas normales provocadas por el viento. Estas olas pueden alcanzar velocidades de hasta 800 kilómetros por hora en mar abierto, similares a las de un avión, y cuando llegan a la costa pueden superar los 10 metros de altura, causando inundaciones, destrucción y pérdidas humanas.

No todos los terremotos generan tsunamis, pero los más potentes y profundos, como el ocurrido en Rusia, pueden producir un desplazamiento del fondo marino. Esto ocurre cuando las placas tectónicas, grandes bloques de la corteza terrestre que encajan como piezas de un rompecabezas, se mueven violentamente, empujando el agua del océano hacia arriba y generando la ola inicial que dará lugar al tsunami.

Las consecuencias de un tsunami
Las consecuencias de un tsunami en la costa de Severo-Kurilsk, en la isla de Paramushir, en el archipiélago de las islas Kuriles, en Rusia. (Servicio Geofísico de la Academia de Ciencias de Rusia vía AP)

El sismo ruso se registró en una zona altamente activa del llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una región donde las placas tectónicas están en constante fricción. Su magnitud, superior a 8, y la cercanía a la costa cumplen con los criterios que suelen activar las alertas de tsunami.

Alerta de evacuación por riesgo

Las autoridades de Rusia, Estados Unidos, Japón y otros países han emitido avisos de evacuación para las zonas costeras en riesgo. Según la distancia al epicentro y la geografía local, las olas podrían tardar desde unos minutos hasta varias horas en llegar a tierra firme. Organismos como el NOAA, el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (PTWC) y las agencias nacionales de emergencia mantienen una vigilancia constante del fenómeno.

La detección temprana y la rápida comunicación son clave para minimizar el impacto de un tsunami. Gracias a sistemas de monitoreo y alerta instalados en toda la cuenca del Pacífico, las autoridades pueden avisar a la población con tiempo suficiente para que evacuen las zonas de riesgo, salvando vidas y reduciendo daños materiales. No obstante, la efectividad de estos sistemas depende en gran medida de la colaboración ciudadana y la preparación previa.

México está en alerta por
México está en alerta por tsunami. (FOTO: VICTORIA RAZO/CUARTOSCURO.COM)

Ante una alerta de tsunami, se recomienda alejarse inmediatamente de la costa y buscar zonas elevadas. No hay que esperar a ver la ola, ya que puede llegar sin previo aviso. También es fundamental evitar túneles, puentes y áreas bajas. No se debe regresar a las zonas evacuadas hasta que las autoridades lo confirmen.

Para seguir la evolución oficial del tsunami, se aconseja consultar fuentes fiables como el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico y las agencias nacionales de emergencia correspondientes.

Este terremoto y la alerta de tsunami subrayan la importancia de estar preparados y conocer las pautas de actuación ante este tipo de catástrofes naturales, especialmente en las regiones del Pacífico donde la actividad tectónica es frecuente.