Protestas en tiendas y restaurantes porque los bañistas se presentan semidesnudos: “Esta norma se aplica por motivos de higiene”

Comercios y locales de Zúrich imponen normas de vestimenta a los clientes que acuden en ropa de baño, especialmente en verano, por razones de higiene y convivencia

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Bañistas en un rio (EFE/EPA/WU
Bañistas en un rio (EFE/EPA/WU HAO)

Con la llegada del verano y las altas temperaturas, cada vez más personas se acercan a las zonas fluviales de Zúrich, como el Oberer Letten, para refrescarse y disfrutar del sol. Sin embargo, esta costumbre veraniega está generando fricciones entre los bañistas y algunos comercios cercanos, que denuncian la entrada de clientes semidesnudos, a menudo empapados y descalzos, lo que ha llevado a la implementación de nuevas normas de vestimenta en tiendas y restaurantes de la zona.

Reglas claras para acceder a locales

Uno de los primeros establecimientos en tomar medidas ha sido el supermercado Migrolino, situado junto al canal del Letten. A raíz de que varios clientes comenzaron a entrar al local sin camiseta, con bañadores mojados y en algunos casos descalzos, la dirección decidió colocar un cartel en el que se exige llevar al menos una camiseta para acceder. La norma, aseguran desde Migros, propietaria de la cadena, responde principalmente a motivos de higiene y seguridad: “La tienda ofrece productos frescos y no es adecuado que se entre con el torso desnudo o goteando. Además, hay riesgo de que alguien resbale por una superficie mojada”.

En este sentido, Migros subraya que no se trata de una política general para todos sus comercios, sino de una decisión puntual tomada por la dirección de esta tienda concreta, en respuesta al comportamiento de algunos bañistas. Otras cadenas como Coop, Aldi o Lidl no cuentan con normativas oficiales al respecto, pero aseguran que en casos puntuales se puede pedir a los clientes que actúen con consideración si su vestimenta genera incomodidad entre el resto de compradores.

El río Limmat, en la
El río Limmat, en la ciudad de Zúrich (REUTERS/Denis Balibouse)

Restaurantes que piden respeto

También algunos restaurantes situados cerca del río han decidido tomar cartas en el asunto. Es el caso de la Beiz “Chuchi am Wasser”, un local ubicado directamente a orillas del río Limmat. Allí, un cartel en la entrada informa de forma clara: “¡Sin camiseta, no hay servicio!”. Esta norma se aplica únicamente en el interior del restaurante, mientras que en la terraza se permite permanecer en bañador o bikini.

Una trabajadora del establecimiento explica que, aunque están situados cerca de una zona de baño muy frecuentada, su clientela habitual no son bañistas, sino trabajadores de oficinas cercanas, paseantes o visitantes del centro juvenil próximo. “A menudo los clientes creen que somos un chiringuito, pero en realidad somos un restaurante. Por eso pedimos un mínimo de vestimenta”, explica. Y añade: “Si trabajara en un bar de playa o en una piscina pública, sería diferente. Pero aquí, ver tanta piel desnuda puede ser incómodo en el día a día laboral”.

Para adaptarse a esta situación sin perder a los clientes bañistas, el local ha habilitado una barra exterior donde sí se puede ser atendido en ropa de baño, sin necesidad de cumplir con el código de vestimenta del interior.

Llamada al sentido común y la convivencia

Por el momento, las autoridades turísticas de ciudades como Zúrich o Berna aseguran no haber recibido quejas oficiales sobre bañistas en bikini o bañador transitando por las calles. Sin embargo, el debate está sobre la mesa, especialmente en zonas urbanas donde conviven espacios recreativos y actividades comerciales o laborales.

El caso contrasta con otras ciudades europeas, como Les Sables-d’Olonne, en Francia, donde el alcalde ha impuesto una normativa que prohíbe expresamente pasear por la ciudad en traje de baño o sin ropa. “¡Es indecente!”, afirmó el regidor Yannick Moreau en redes sociales, advirtiendo que quienes incumplan la norma se enfrentarán a una multa de hasta 150 euros.