Cari Lapique, sumida en “la pena y el dolor”, se refugia en las Islas Baleares junto a su hermana, Myriam

La familia Goyanes Lapique saca fuerzas para seguir día tras día con sus vidas. Sin embargo, no es nada fácil continuar el camino. Tras la pérdida inesperada de dos de sus seres más queridos, Cari Lapique afronta uno de sus veranos más duros. Y es que en agosto del año pasado, falleció en su residencia de Marbella su esposo, Carlos Goyanes, y pocos días después murió su hija Caritina. Dos amargas noticias que generaron una gran conmoción y de las que aún intentan recuperarse.

Año tras año, la socialité acostumbraba a viajar a Marbella para disfrutar de la temporada estival. Sin embargo, este verano ha sido distinto. De acuerdo con la información revelada por la revista Semana en su edición de este miércoles, 30 de julio, la madrileña se ha refugiado en las Islas Baleares junto a su hermana, Myriam.

Rota y sumida en “la pena y el dolor”, la madre de Carla Goyanes intenta encontrar un poco de paz en las aguas mediterráneas. Las imágenes que han salido a la luz gracias a la revista del corazón muestran a la hija de los Condes de Villamirandala, su madre es Caritina Fernández de Liencre y su padre es Manuel Lapique Quiñones, a bordo de un yate.

Además, ha aprovechado estos días de desconexión para darse algún que otro chapuzón y, también, responder algunos mensajes. Sin embargo, las fotografías que se han hecho públicas evidencian el gran esfuerzo que realiza Cari Lapique para contener las lágrimas debido a la gran pena que siente.

La situación que atraviesa es tan desgarradora que una persona muy cercana a ella detalla a Semana que está “completamente destrozada tras haber dicho adiós a su marido y a su hija”. "Si perder a su marido fue terrible, despedirse de su hija la dejó destrozada. Solo el apoyo de su familia, de su hija Carla y de sus nietos la han ayudado a sacar fuerzas de donde no hay y seguir adelante. La pena y el dolor se han instalado en ella“, afirma la misma fuente a la revista del corazón.

Es el primer verano que la madrileña pasa sin sus dos seres queridos. Y, de hecho, esa es la razón de peso por la que no ha querido trasladarse a Marbella para estas fechas, ya que se trata de un enclave lleno de recuerdos que harán aún más mella en su dolor. Así, ha decidido poner tierra de por medio y se ha marchado a las Islas Baleares junto a su hermana, quien también perdió su marido, Alfonso Cortina de Alcocer, en abril de 2020.

"No termina de creerse lo que le ha pasado. Lo de su marido fue muy duro, sí, pero lo de su hija la hundió. La echa muchísimo de menos“, continúan explicando las mismas fuentes a la publicación, dejando entrever que Cari Lapique está aprendiendo a vivir con sus dos pérdidas. Sin embargo, no está siendo nada fácil para ella, pues vive en una continua tristeza y ”arrastra consigo una melancolía y dolor permanente“.