Una ballena jorobada ayuda a un buceador a salir del agua para que pudiese respirar: “Pensó que algo andaba mal”

Las ballenas jorobadas se conocen, en general, por su tamaño, pero el testimonio de Jono Allen, fotógrafo submarino, apunta a una faceta distinta que no suele considerarse en animales: la empatía

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Un ejemplar de ballena jorobada
Un ejemplar de ballena jorobada (Gobierno del Perú)

El fotógrafo submarino Jono Allen ha documentado numerosos encuentros con fauna marina a lo largo de su carrera, pero una de sus experiencias más recientes se ha convertido en la más sorprendente hasta el momento. Allen ha grabado e interactuado con un sinfín de ballenas, en ocasiones en situaciones de mucha proximidad. Sin embargo, hay un momento que sigue destacando sobre el resto y ha compartido su relato en una entrevista con la revista PEOPLE.

“Pensó que algo andaba mal”

Allen describe así su experiencia: “Estaba nadando en el agua y esta madre jorobada me vio y pensó que algo andaba mal, así que se acercó y empezó a intentar sacarme del agua para que pudiera respirar”. Según cuenta, la ballena identificó que podía estar en apuros y, con movimientos delicados, intentó ayudarle, levantándole por encima del nivel del mar. El fotógrafo reconoce que este encuentro redefine el conocimiento habitual sobre el comportamiento de estos animales y pone sobre la mesa su capacidad para mostrar empatía. Este comportamiento es habitual en ballenas jorobadas: cuando nacen las crías, no son capaces de nadar, pero como mamíferos marinos, deben salir a la superficie de vez en cuando para respirar. Hasta que aprenden a hacerlo por su cuenta, son sus madres las que las levantan, con delicadeza, para que puedan asomar su espiráculo - el orificio por el que respiran - por encima del agua.

A pesar de que, asegura, le “habría encantado”, Allen decidió no dejar que la ballena continuara levantándole, preocupándose por la seguridad de los dos. Este episodio se suma a los estudios que sugieren que los animales marinos, en especial los mamíferos, poseen una conciencia emocional más profunda de lo que se asume. Diversos trabajos científicos apuntan a la posibilidad de que la inteligencia emocional y la empatía entre mamíferos marinos sea más compleja de lo que se había supuesto hasta ahora.

Las ballenas jorobadas pueden alcanzar
Las ballenas jorobadas pueden alcanzar los 18 metros de longitud y pesar hasta 40 toneladas (Samuel Lam vía AP)

Colosos marinos: las ballenas jorobadas

Las ballenas jorobadas pueden alcanzar los 18 metros de longitud y pesar hasta 40 toneladas. Más allá de por su tamaño, estos animales destacan por su agilidad y por la complejidad de su comportamiento social. Son muy conocidas por sus “cantos”, melodías prolongadas que han sido estudiadas ampliamente y que forman parte fundamental de su sistema de comunicación.

No solo llaman la atención por esto, sino también por su forma de relacionarse. A menudo, las jorobadas han mostrado gestos de cuidado hacia otros miembros del grupo, e incluso hacia ejemplares de otras especies.

Las investigaciones realizadas en instituciones como la Universidad de Queensland han registrado comportamientos que podrían considerarse altruistas en ballenas jorobadas. Entre ellas, destacan el hecho de que presten ayuda a otras ballenas durante sus migraciones o el reparto de alimento. Estas acciones trascienden la mera supervivencia e indican la existencia de lazos y relaciones complejas dentro de la especie.

El origen exacto de la empatía en las ballenas sigue siendo objeto de estudio. Algunas teorías apuntan al desarrollo de cerebros grandes y estructuras sociales sólidas, lo que permite reconocer emociones ajenas y responder en consecuencia. Se han documentado situaciones en las que, ante una ballena herida o en peligro, el resto del grupo ha acudido en su auxilio.

Además de los gestos de empatía, las ballenas jorobadas destacan por sus estrategias de alimentación. La técnica de la red de burbujas, por ejemplo, consiste en crear una red de burbujas para agrupar a los bancos de kril o peces pequeños y facilitar su captura, un ejemplo de inteligencia y capacidad de cooperación grupal.