Llenar el depósito es más barato que hace un año: el precio de la gasolina ha bajado más de un 2% en 2025 mientras que el diésel se mantiene

La última semana ha estado marcada por un aumento en el precio medio del litro de diésel, que se ha situado en 1,432 euros, registrando un incremento del 0,56%

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Un coche reposta en una
Un coche reposta en una gasolinera Repsol. (Jesús Hellín/Europa Press)

El coste medio de llenar un depósito de gasolina en España ha caído notablemente en comparación al año pasado, situándose hoy en unos 82 euros para un depósito estándar de 55 litros, aproximadamente siete euros menos que en las mismas fechas de 2024. Lo mismo ocurre con el diésel, cuyo llenado representa ahora un desembolso de unos 78,76 euros, lo que supone 3,3 euros menos que hace un año. Estos datos reflejan una reducción significativa en el gasto para los conductores, según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea.

La última semana ha estado marcada por un aumento en el precio medio del litro de diésel, que se ha situado en 1,432 euros, registrando un incremento del 0,56%. Este es el valor más alto alcanzado desde los primeros días de abril. En contraste, el precio de la gasolina ha permanecido prácticamente estable, acumulando tres semanas consecutivas alrededor de los 1,491 euros por litro.

En lo que va de 2025, la gasolina ha experimentado un abaratamiento del 2,3%, al tiempo que el diésel ha mostrado una disminución del 0,76%. Ambos carburantes mantienen actualmente precios inferiores a los registrados antes del inicio de la invasión rusa a Ucrania el 24 de febrero de 2022. En ese entonces, el litro de diésel ascendía a 1,479 euros y la gasolina a 1,591 euros.

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Además, los precios actuales se encuentran considerablemente alejados de los máximos alcanzados en julio de 2022, cuando la gasolina llegó hasta los 2,141 euros el litro y el gasóleo alcanzó los 2,1 euros. Desde entonces, el diésel ha pasado 125 semanas por debajo del precio de la gasolina, revirtiendo la situación anómala desencadenada tras el conflicto ruso-ucraniano, que llevó a que entre agosto de 2022 y mediados de febrero de 2023 el gasóleo se vendiera a un precio superior que la gasolina.

El precio de los carburantes está influido por numerosos factores, incluidas las variaciones en su cotización individual, las fluctuaciones del mercado internacional del petróleo, los impuestos, el coste de las materias primas y la logística, así como los márgenes comerciales. Además, cualquier cambio en la cotización del crudo internacional tarda en reflejarse en el precio al consumidor final debido a los desfases inherentes al mercado.

Más barato en España que en Europa

La comparativa con el resto de la Unión Europea también resulta favorable para los conductores españoles. La gasolina sin plomo de 95 se vende en España a 1,491 euros el litro, mientras que la media de la UE asciende a 1,626 euros y la de la eurozona a 1,677 euros. En cuanto al diésel, el litro en España cuesta 1,432 euros, por debajo tanto de la media europea (1,563 euros) como de la eurozona (1,591 euros).

Estos indicadores reflejan que los precios de los carburantes en España se mantienen en niveles competitivos respecto al ámbito europeo, mientras que los consumidores siguen beneficiándose de un menor coste tanto en gasolina como en diésel respecto a ejercicios anteriores.

La presión de los neumáticos, claves para ahorrar

El impacto de una planificación deficiente del viaje puede resultar en un aumento del consumo de combustible de hasta un 14% si el trayecto se prolonga solo diez minutos más de lo previsto en un recorrido de una hora. Este dato, destacado por el Real Automóvil Club de España (RACE) en su portal, ilustra cómo pequeños descuidos en la organización pueden traducirse en un gasto considerable de gasolina o gasóleo. A partir de este ejemplo, el RACE subraya la importancia de adoptar hábitos de conducción y mantenimiento que permitan reducir el consumo de carburante, una preocupación creciente entre los conductores ante la evolución de los precios y la necesidad de cumplir con normativas medioambientales.

Los automóviles modernos, tanto diésel como gasolina, han experimentado una reducción significativa en el consumo gracias a la incorporación de motores más pequeños, conocidos como downsizing, y a la utilización de sistemas avanzados de gestión y combustión. La tendencia hacia propulsores de tres cilindros, junto con la sobrealimentación, ha permitido a los fabricantes ofrecer vehículos que cumplen con las exigencias de emisiones contaminantes y, al mismo tiempo, consumen menos combustible que sus predecesores.

No obstante, el comportamiento del conductor y el cuidado del vehículo siguen siendo factores determinantes para optimizar el gasto de carburante. El RACE detalla varias recomendaciones clave para lograrlo. Entre ellas, la más importante es revisar la presión de los neumáticos. Circular con una presión 0,5 bares por debajo de la recomendada puede incrementar el consumo en un 2% en ciudad y un 4% en carretera. Además, el peso innecesario en el vehículo tiene un efecto directo sobre el gasto: transportar 100 kilogramos adicionales en un coche de tamaño medio puede elevar el consumo hasta un 6%.