La casa de una familia se incendia y quedan atrapados en la planta superior: el perro de sus vecinos los salvó

En la madrugada del pasado 18 de julio, una familia francesa compuesta por un matrimonio y sus cuatro hijos —uno de ellos un recién nacido, de apenas seis días— estuvo a punto de perecer atrapada en el incendio de su vivienda. El suceso, que tuvo lugar en la localidad de Bailleul, en el norte del país, tuvo un desenlace milagroso gracias a la inusitada cadena de acontecimientos que comenzó con los ladridos insistentes de un perro llamado Fievel.

Según ha informado el canal TF1, Fievel, un perro perteneciente a unos vecinos de la familia afectada, fue el primero en percatarse de que algo iba mal. El animal, al oír los gritos de auxilio procedentes de la casa envuelta en llamas, comenzó a ladrar con fuerza, logrando despertar a sus dueños. Uno de ellos, al asomarse por la ventana, descubrió con horror cómo el hogar de sus vecinos ardía sin control. “Me di cuenta de inmediato, incluso dormido, de que algo pasaba. Abrí la ventana de la habitación de mi hija y vi la casa en llamas”, relató a TF1 el vecino y propietario de Fievel.

Mientras tanto, dentro de la vivienda siniestrada, la familia luchaba contra el pánico. Despertados por el humo, los padres y sus cuatro hijos lograron subir al piso superior para protegerse, pero rápidamente comprendieron que no podían bajar. Las llamas bloqueaban todas las salidas. La madre, desesperada, comenzó a gritar con todas sus fuerzas, esperando que alguien les oyese. Jordan, el padre, explicó la angustia del momento: “Llamábamos pidiendo ayuda, sobre todo mi mujer, que gritaba muy fuerte. Yo estaba al otro lado de la casa. Fue un momento de auténtico pánico”.

El bebé, que apenas tenía seis días de vida, dormía en la misma habitación con sus padres, lo que añadía una carga emocional adicional a la desesperación de la familia.

Afortunadamente, los vecinos, todos ellos agricultores, no dudaron en actuar al escuchar tanto los ladridos del perro como los gritos de socorro. Dos de ellos utilizaron sus tractores para acercarse a la vivienda y alcanzar el piso superior. En una maniobra que el propio Jordan comparó con una operación especial de las fuerzas de élite, los tractores irrumpieron sincronizadamente en la propiedad, derribando incluso el portal de entrada.

“Fue como una intervención del GIGN (grupo de élite de la gendarmería). Llegaron los dos tractores al mismo tiempo. Siempre lo digo: fue como si vinieran a rescatarnos, en perfecta sincronía”, expresó el padre, aún emocionado.

Blaise Moreau, uno de los agricultores que participó en el rescate, explicó que si no hubieran tenido acceso a esa maquinaria, habría sido mucho más complicado evacuar a la familia por medios tradicionales, como escaleras portátiles. “Si no tuviésemos este tipo de material, no sé si habría sido tan sencillo bajarlos con escaleras de mano”, comentó.

Veinte minutos después de que la familia fuese puesta a salvo, llegaron los servicios de emergencia. Una veintena de bomberos trabajaron intensamente para sofocar las llamas, pero la vivienda quedó completamente destruida.

A pesar de haberlo perdido todo, lo más importante se salvó: la vida. Uno de los hijos de la pareja expresó el terror vivido: “Pensé que íbamos a morir, que no íbamos a lograrlo, que nos iban a alcanzar las llamas”.

Jordan, por su parte, no encuentra palabras suficientes para agradecer la valentía de sus vecinos: “Jamás podré agradecer lo suficiente a nuestros vecinos, nuestros salvadores, por su acto heroico. Ellos no quieren que lo digamos así, pero para nosotros lo son”.

Actualmente, la familia busca una vivienda de alquiler en Bailleul, mientras las autoridades han abierto una investigación para esclarecer las causas del incendio.