El otro chalé público de la sierra que también usa Ayuso: Madrid renueva su mantenimiento con una empresa cuyo CEO fue multado por información privilegiada

Isabel Díaz Ayuso ha tenido que dar de nuevo explicaciones sobre su vida privada, difícil de diferenciar cuando se es 24 horas presidenta de la Comunidad de Madrid. La líder del PP madrileño utilizó hace unos días para pasar un tranquilo fin de semana un chalé que hay en la localidad de Rascafría. La vivienda está dentro de dos fincas de 453 hectáreas que fueron adquiridas por el Gobierno regional en octubre de 2023 por 4,3 millones de euros. El objetivo era sumar estos terrenos al Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama y destinar ese chalé para habilitar un nuevo centro de interpretación de la naturaleza.

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Pero mientras todo esto llega, Ayuso decidió pasar un fin de semana con su familia (no se sabe con quién estuvo) en una instalación que ya es pública. En lugar de pagar un hotel, prefirió alojarse en esta residencia que además cuenta con una gran piscina de 94 metros cuadrados. Lo descubrió el diario ‘El País’. La presidenta se defendió como siempre, afirmando que es el centro de una persecución política. “Es así como funciona una dictadura comunista. Lo que se intenta, de manera chavista, es desprestigiar a la gente”. También aseguró que se llevó parte de la comida de casa, que cenó en el pueblo y que incluso compró en un supermercado. Todo muy austero.

El de Rascafría no es el único chalé que tiene la Comunidad de Madrid. El Canal de Isabel II, la mayor empresa pública de la región, gestiona una residencia de 1.460 metros cuadrados a orillas del embalse de Santillana, justo entre los municipios de Manzanares El Real y Soto de Real. Un chalé de dos plantas con siete habitaciones que técnicamente se llama Centro de Reuniones Santillana, pero que en los mentideros del PP (no hay que olvidar que los populares llevan ininterrumpidamente gobernando 30 años la Comunidad de Madrid) se conoce como La Casita o la Casa de la Pradera.

La Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, de la que depende el Canal de Isabel II, renovó en julio de 2024, hace un año, el contrato de “mantenimiento de diversas instalaciones técnicas y elementos constructivos del centro de reuniones de Santillana”. El junio de 2020, el Canal adjudicó por 272.608,45 euros a la empresa Moncobra este contrato. Entonces esta empresa pertenecía al Grupo ACS que preside Florentino Pérez. Entre los trabajos se incluía la instalación de una puerta motorizada. El contrato era por dos años. En julio de 2022 se prorrogó el contrato por otros dos años por 170.700 euros. En 2024 se ha vuelto a renovar “en aras de garantizar la continuidad de la prestación del servicio por razones de interés público”.

Moncobra pertenece al Grupo Cobra. La compañía española fue adquirida en 2021 por el gigante francés Vinci. Su CEO es José María Castillo Lacabex, histórico directivo de ACS. En junio del año pasado la Audiencia Nacional ratificó la multa de 100.000 euros que le había puesto la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por una infracción muy grave, la “comunicación a terceros” de información privilegiada en relación con una opa. Esos terceros eran dos familiares suyos.

Los sucesivos Gobiernos regionales han utilizado periódicamente ‘la Casita’ para citas privadas y encuentros de trabajo, por ejemplo, reuniones para preparar los presupuestos o reuniones especiales de los equipos de las distintas consejerías. La última vez que se hizo público su uso fue en enero de este año, con un encuentro del Consejo de Gobierno presidido por Ayuso. No hay constancia de que la presidenta lo haya utilizado para citas privadas con su pareja o su familia. La expresidenta madrileña Cristina Cifuentes también la usó en sus dos años y medio de mandato, antes de su dimisión, para mantener encuentros discretos y de trabajo con responsables políticos.

A este chalé se accede por la M-609, tiene una isleta ajardinada que limita con el embalse y está perfectamente acondicionada para residir en ella. Desde su especie de pequeña playa privada se puede ver la famosa torre de granito labrado del embalse. El chalé, construido en 1960, tiene siete habitaciones en la planta superior y una sala de reuniones, un despacho, un amplio salón y una cocina en la planta baja. Un matrimonio que reside en Soto del Real se encarga de su mantenimiento diario, como una especie de guardeses de la finca. La seguridad corre a cargo de una empresa privada, las 24 horas del día, los 365 días del año.