El motivo por el que a Miguel Maldonado no le gusta viajar: “Es de mala educación”

El humorista y presentador defendió su postura en una reciente entrevista y generó un intenso debate sobre los hábitos turísticos

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El humorista y presentador, Miguel
El humorista y presentador, Miguel Maldonado.

Con la llegada del verano y las vacaciones, millones de personas empiezan a hacer las maletas para emprender viajes dentro y fuera del país. Sin embargo, no todos comparten el entusiasmo generalizado por el turismo. Entre quienes prefieren quedarse en casa destaca el cómico Miguel Maldonado, que ha confesado abiertamente su rechazo a viajar, una postura poco común y que ha despertado la curiosidad de muchos.

En una reciente entrevista para el programa Me pasa una cosa, de Cadena SER, Maldonado explicó con claridad los motivos que lo llevan a evitar los viajes siempre que puede. “A mí no me gusta nada viajar, siempre que puedo evitarlo lo evito”, declaró. Esta afirmación, lejos de ser una ocurrencia pasajera, responde a una reflexión profunda que el humorista ha ido construyendo a lo largo de los años.

Una crítica al turismo como norma social

Maldonado relató que durante mucho tiempo se cuestionó por qué no sentía interés por viajar, una actitud que generaba desconcierto en su entorno. “Antes yo me decía: ¿por qué no? ¿Por qué no viajo? ¿Por qué no tengo yo ese interés?”, recordó. La presión social para “conocer mundo” le resultaba cada vez más ajena, hasta que comprendió que simplemente no quería formar parte de lo que denomina “ese entramado cívico-social”.

Panel de vuelos del aeropuerto
Panel de vuelos del aeropuerto (Kike Rincón/Europa Press)

Su opinión va más allá de una cuestión de gustos personales. El presentador considera que el acto de viajar por deseo propio, sin una razón de peso, “es de mala educación para los que viven en el sitio adonde vas”. Según Maldonado, desplazarse a otros lugares sin una justificación clara (como una visita profesional o personal) no es suficiente argumento. “El deseo de ir a un sitio no es justificación, es una excusa”, sentenció.

Eso sí, distingue entre tipos de viajes. En su opinión, moverse por trabajo o para visitar a un amigo íntimo sí son motivos válidos para viajar. Por ejemplo, puso el caso de tener que ir a Bélgica por razones laborales o a Vietnam a visitar a un amigo que vive allí. Solo entonces, afirma, aprovecharía para ver el país.

Turismo, economía y tensiones locales

La postura de Maldonado, aunque minoritaria, conecta indirectamente con un debate creciente: el impacto del turismo en la vida local. En los últimos años, ciudades como Barcelona, Lisboa o Ámsterdam han vivido una gentrificación acelerada y tensiones vecinales derivadas del auge del turismo masivo. El encarecimiento de la vivienda, la saturación de los servicios públicos y la pérdida de identidad de ciertos barrios son algunos de los efectos negativos que denuncian muchos residentes, que sienten cómo su entorno se transforma en un escenario pensado más para visitantes que para quienes viven allí todo el año.

Turismo España

Sin embargo, el turismo también es un motor clave de la economía en numerosas regiones, especialmente en países como España, donde representa en torno al 12 % del PIB y genera millones de empleos directos e indirectos. Para muchas zonas rurales o costeras, la temporada alta es vital para su supervivencia económica y permite mantener abiertas infraestructuras y servicios que, de otro modo, serían inviables. Por ello, expertos y autoridades buscan un equilibrio entre la atracción turística y la sostenibilidad local, promoviendo modelos de turismo más responsables, diversificados y menos invasivos, que no comprometan la calidad de vida de los residentes ni el patrimonio natural y cultural del destino.