Cómo limpiar el filtro del aire acondicionado: el paso a paso para evitar la acumulación de suciedad

Un mantenimiento sencillo puede reducir el consumo de electricidad en hasta un 30 %, al facilitar el flujo de aire y disminuir la carga de trabajo del sistema

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Una persona retira el filtro
Una persona retira el filtro del aire acondicionado. (Canva)

Con la llegada del calor, el aire acondicionado se convierte en una pieza central en muchos hogares. Sin embargo, este electrodoméstico exige que se realicen unas condiciones básicas de limpieza. La higienización periódica de los filtros se posiciona como una práctica clave para garantizar eficiencia energética, prolongar la vida útil del equipo y mejorar la calidad del aire interior, según recomendaciones de fabricantes y expertos del sector.

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Un mantenimiento sencillo como lavar o sustituir los filtros puede reducir el consumo de electricidad en hasta un 30 %, al facilitar el flujo de aire y disminuir la carga de trabajo del sistema, de acuerdo con el portal especializado Matyco. Además, la higiene regular de los filtros evita la acumulación de polvo, polen, ácaros y moho, elementos que pueden desencadenar alergias, irritaciones respiratorias y malos olores. Expertos subrayan que estos contaminantes actúan como “bombas bacteriológicas” que afectan la salud, especialmente en personas vulnerables.

Procedimiento para limpiar los filtros

Los fabricantes y plataformas especializadas, como Buhaus, coinciden en un procedimiento básico para limpiar filtros del aire acondicionado:

  1. Apagar y desconectar el equipo.
  2. Retirar los filtros deslizándolos o levantando la tapa frontal.
  3. Eliminar el polvo con aspiradora o cepillo suave.
  4. Lavar con agua tibia y jabón neutro, o vinagre, cuando hay olores residuales, evitando productos agresivos como lejía.
  5. Dejar secar completamente a la sombra para evitar moho.
  6. Volver a montar y encender, controlando que funcione correctamente.
Una persona comienza la limpieza
Una persona comienza la limpieza de un aire acondicionado. (Canva)

La frecuencia de limpieza varía según uso, ubicación y presencia de mascotas. En viviendas con uso intensivo o animales, se recomienda limpiar cada 2 – 4 semanas. En entornos menos exigentes, se puede hacer cada 2 a 3 meses, prestando atención especial al inicio y final del verano, según Hogarmania.

Para sistemas por conductos o filtros HEPA, se aconseja consultar al fabricante e involucrar a profesionales en revisiones periódicas y desinfección profunda. El sistema externo también requiere limpieza técnica: un técnico puede revisar y limpiar la batería de intercambio y evitar olores persistentes mediante soluciones como la instalación de un sifón.

Riesgos y beneficios: eficiencia, salud y durabilidad

Una revisión sistemática de guías de mantenimiento doméstico apunta que los filtros sucios provocan caída de rendimiento, aumento del consumo eléctrico y proliferación de contaminantes en el ambiente. Es por ello que, en ocasiones, la reducción del flujo de aire obliga al sistema a operar más tiempo, elevando el gasto energético y acelerando el desgaste de componentes internos.

El calor extremo en verano aumenta en España, con riesgos como golpes de calor y cáncer de piel. Sanidad recomienda hidratación, protección solar y prevención para evitar complicaciones, especialmente en vulnerables.

Desde la perspectiva de la salud pública, los filtros saturados pueden dispersar partículas nocivas en el interior de la vivienda. Esto contribuye a síntomas como congestión nasal, tos, irritación ocular, cefaleas y agravamiento de alergias y asma. La presencia de moho también puede generar olores persistentes en el aparato, un problema común al inicio de cada estación, según expertos. En este sentido, la limpieza de los filtros se torna más relevante y beneficiosa para la salud.

La coordinación entre limpieza casera regular y mantenimientos estacionales especializados permite mantener en óptimas condiciones los sistemas de climatización. Esta combinación garantiza aire limpio, eficiencia energética y confort sanitario, reduciendo tanto los costos operativos como los riesgos para la salud.