Un bebé de cuatro meses da positivo por cocaína: el padre en prisión preventiva y la madre bajo vigilancia judicial

Además, los médicos encontraron al pequeño lleno de moratones

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Los padres del bebé han
Los padres del bebé han sido detenidos y niegan cualquier implicación (Canva)

Los servicios médicos y judiciales de Francia se enfrentan a un nuevo caso que pone en el centro del debate la protección de menores en entornos familiares marcados por la violencia y el consumo de drogas. Una visita rutinaria al pediatra ha desencadenado una investigación por posible maltrato infantil y exposición a sustancias tóxicas.

Una pareja llevó a su bebé de cuatro meses al médico, a una consulta rutinaria, cuando los médicos encontraron hematomas visibles en su cuerpo. Tras varios análisis, se confirmó también que el pequeño había dado positivo por cocaína.

Los hechos tuvieron lugar en un hospital en Béziers, al sur de Francia. La policía ya investiga el caso. El suceso ha provocado una fuerte reacción en la opinión pública y ha vuelto a poner el foco sobre la vigilancia de familias vulnerables.

El padre huyó con el bebé del hospital

Durante la consulta, los médicos observaron hematomas en el cuerpo del bebé y ordenaron que permaneciese en observación para realizar más pruebas. Al intentar colocarle la vía, el padre cogió al pequeño en brazos y huyó del centro médico. Aunque fue detenido pocas horas después.

Gracias a la fuga del padre, se le realizaron más análisis al pequeño. Y ahí descubrió la presencia de cocaína en su sangre. La Fiscalía de Béziers puso de inmediato al menor bajo supervisión del Sistema de Protección Infantil (ASE).

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Mientras tanto, la madre permaneció en el hospital todo el día y prestó declaración ante la policía. Ambos padres negaron los hechos y aseguraron no tener responsabilidad ni en las lesiones del menor ni en la presencia de drogas en su organismo.

Padres con historial de drogadicción y violencia

Según fuentes de BFMTV, ambos progenitores son consumidores habituales de estupefacientes. El padre, además, tiene antecedentes penales por amenazas, violencia y está siendo investigado por agresiones a su pareja. A solicitud del fiscal, ambos fueron puestos a disposición del juez de instrucción. Él ingresó en prisión preventiva, y ella quedó bajo vigilancia judicial.

“El seguimiento a esta familia se inició desde el nacimiento del niño”, indicó el fiscal Raphaël Balland. “Fue en una de las consultas médicas periódicas cuando se descubrieron los hematomas y se les destinó al hospital más cercano”.

La investigación ha sido encargada a la brigada de investigación de Pézenas y se busca esclarecer si el contacto del bebé con la droga fue accidental o inducido. Si se confirma su responsabilidad, los padres podrían enfrentarse a una dura pena. De acuerdo con el Código Penal francés, el suministro de drogas a un menor de edad está penado con hasta 10 años de prisión.

Las autoridades subrayan la gravedad de los hechos, especialmente por tratarse de un bebé que ya estaba bajo seguimiento social desde su nacimiento. Mientras tanto, se siguen investigando las circunstancias exactas de la intoxicación. Si se demuestra que hubo intención o negligencia grave, la justicia francesa podría retirar de forma definitiva la custodia del menor.