Las cárceles españolas, entre las que tienen menos reclusos hacinados en Europa: 74 internos por cada 100 plazas disponibles

El Consejo de Europa sitúa a las cárceles de Cataluña entre las que tienen más población reclusa extranjera

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Imagen de archivo de un
Imagen de archivo de un furgón policial a su llegada a la cárcel de Soto del Real (Madrid). (A. Pérez Meca/Europa Press)

Las cárceles españolas figuran entre las menos saturadas del continente, registrando 74 internos por cada 100 plazas disponibles en enero de 2024. De acuerdo con el informe anual SPACE I sobre la población carcelaria realizado por el Consejo de Europa en 2024, la densidad penitenciaria en el país es significativamente menor que la media europea. Para la elaboración de la estadística española, el informe suma los datos de la Administración Estatal —que gestiona la mayor parte de los centros penitenciarios— y la administración catalana, que actúa de manera independiente. Considerando ambas, la densidad se sitúa por debajo de la media europea, que ha experimentado un leve incremento anual, pasando de 93,5 a 94,9 internos por cada 100 celdas.

En el contexto europeo, la situación de hacinamiento es desigual y depende en gran parte de la región geográfica y el tamaño del país. El informe del Consejo de Europa identifica seis administraciones con situaciones críticas de sobrepoblación carcelaria, todas superando los 113 internos por cada 100 plazas. Eslovenia lidera la clasificación con una tasa de 134, seguida de Chipre (132), Francia (124), Italia (118), Rumania (116) y Bélgica (113). Por su parte, otros ocho territorios experimentan un hacinamiento moderado, incluyendo a Croacia (110), Irlanda y Suecia (ambos con 105), y países como Hungría, Azerbaiyán, Finlandia, Turquía y Macedonia del Norte con cifras entre los 101 y los 104 internos por cada centenar de plazas penitenciarias.

Otros sistemas penitenciarios, como los de Escocia (100,3) y Inglaterra y Gales (98,3) en el Reino Unido, así como Serbia (97,9), han reportado operar al límite de su capacidad, situación que podría derivar en hacinamiento ante mínimas variaciones en el número de ingresos. Del mismo modo, varios países presentan altas tasas de densidad carcelaria pero aún por debajo del umbral del hacinamiento severo. Entre ellos, figuran Chequia, Portugal, Suiza, Grecia, Dinamarca, Países Bajos y Albania, todos con valores en torno a los 94-96 internos por cada 100 plazas ocupadas.

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha solicitado a Instituciones Penitenciarias que le informe sobre quiénes y cuándo visitan al ex secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán en la cárcel de Soto del Real (Madrid) donde se encuentra de forma provisional desde el 30 de junio como presunto cabecilla de la trama de amaño de obras del 'caso Koldo'. (Fuente: Europa Press / Moncloa / PSOE)

En contraste, el informe destaca a aquellos países con menor saturación de sus prisiones. Las administraciones penitenciarias de Ucrania y Armenia son las que manejan las cifras más bajas, con 54 y 55 internos respectivamente por cada 100 plazas. Le siguen Bulgaria, Luxemburgo, Estonia, Cataluña, Letonia, Lituania, Montenegro y la Administración Estatal de España (76). Al juntar los datos españoles estatales y catalanes se obtiene una cifra promedio de 74 internos por cada 100 plazas, situando a España entre los países de mayor disponibilidad carcelaria en relación con el número de personas presas.

Las cárceles de Cataluña, entre las que tienen más población reclusa extranjera

El porcentaje de extranjeros en las cárceles varía ampliamente entre los países europeos. Así, en Cataluña (España), los extranjeros representan la mitad de los internos, cifra solo superada por Luxemburgo y Suiza, donde la proporción asciende al 75% y 72%, respectivamente. Este dato contrasta con el promedio continental, que sitúa la presencia de no ciudadanos en las prisiones europeas en torno al 16%.

Después de estos países, numerosos países —como Chipre (58%), Grecia (54%), Austria (53%) y Malta (52%)— también superan el 50% de población penitenciaria extranjera. Alemania, Eslovenia y Bélgica se ubican justo por debajo, entre el 4% y el 49%. En la Administración Estatal de España, los extranjeros representan el 28% de la población penitenciaria, una proporción que se sitúa ligeramente por encima del promedio medio europeo.

Otros países de Europa occidental presentan también índices elevados de reclusos extranjeros, como Italia (31%), Dinamarca y Noruega (27%), Francia (25%) y Países Bajos (24%). Por el contrario, la proporción de extranjeros se reduce drásticamente en los sistemas penitenciarios de Rumania (1,1%), la República de Moldavia (1,3%) y otros países del este y sureste de Europa, muchos de los cuales reportan porcentajes inferiores al 5%. También aparecen en el segmento más bajo administraciones como las de Hungría (5%), Eslovaquia (5,2%), Serbia (6,3%), Macedonia del Norte (7,1%), Armenia (8,1%) y Chequia (8,4%).

En el resto del continente, el porcentaje de extranjeros dentro de la población penitenciaria oscila entre el 10% y el 20% en países como Irlanda del Norte (10%), Estonia (11%), Inglaterra y Gales (12%), Finlandia (20%), Croacia (18%), Portugal (17%) y Montenegro (16%). La variedad de estos datos pone de manifiesto la diversidad de enfoques y realidades que gestionan los sistemas penitenciarios en el espacio europeo, así como los diferentes retos vinculados tanto al hacinamiento como a la integración de la población extranjera en prisión.