Lo que piensan madrileños y turistas de los nuevos toldos de 1,5 millones de la Puerta del Sol: del “es criminal, te sientas y sigues comiéndote el sol y la angustia” a “que pongas más”

A pesar de la inversión millonaria, parte de los ciudadanos cuestiona la cobertura limitada y la relación coste-beneficio del proyecto

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Con respecto a esta inversión salimos a la calle a conocer la opinión de los vecinos del lugar y turistas que se encontraban por las inmediaciones

Si vives en Madrid o si frecuentas la capital, seguro que has pasado por la Puerta del Sol, un espacio en el que no había ni una sola sombra y que al atraverlo te sentías como un pollo asado. Este verano el Ayuntamiento de Madrid ha estrenados este verano unos toldos para mitigar los efectos del calor en uno de los espacios más transitados del centro de la ciudad. Pero este movimiento no está exento de polémica: la inversión que se ha llevado a cabo es de 1,5 millones de euros. Este iniciativa ha recibido críticas por ser demasiado cara. Y luego están los que consideran que pese al gran desembolso, no resultan útiles. Infobae España ha salido a la calle para preguntar a vecinos, turistas y trabajadores que a diario cruzan esta emblemática plaza. Las opiones están divididas.

La actuación, según la información oficial del Ayuntamiento, se compone de una estructura tensada con lonas técnicas de alto rendimiento, con tratamiento ignífugo y resistentes a los rayos UV. Las velas de sombreo cubren un tramo específico del eje peatonal de Sol, desde la Carrera de San Jerónimo hasta la Calle Mayor. El objetivo declarado es crear corredores de sombra que alivien la exposición directa al sol, especialmente en los meses más cálidos del año.

Toldos en la Plaza del
Toldos en la Plaza del Sol. (Ariadna Hernández Rodríguez)

Este medio ha recorrido la plaza entrevistando a peatones sobre la efectividad real de esta instalación. Para algunos, los toldos cumplen con su cometido: “Venimos caminando desde hace quince minutos, sombra no había hasta aquí. Y justo hemos dicho: ‘Mira, sombra. ¡Genial!’”, comentaba un turista que se encontraba de paso. Otra visitante recién llegada de Perú compartía su impresión positiva: “Muy bonito, los toldos aplacan el calor. Es espectacular este cambio en Madrid. Después de ocho años, me ha sorprendido”.

La funcionalidad de los toldos fue también apreciada por algunos residentes. “Los toldos que han puesto están muy bien. Deberían poner más”, señaló una ciudadana madrileña. Otro entrevistado incluso puso el foco en la utilidad para personas mayores. “Con 40 o 42 grados, esto puede evitar un desmayo. Es mejor invertir bien que ahorrar mal”, aseguró.

Infraestructura de los toldos. (Ariadna
Infraestructura de los toldos. (Ariadna Hernández Rodríguez)

No obstante, no todas las declaraciones comparten esta visión optimista. Varios cuestionaron la relación entre el coste y el alcance real del proyecto. “Yo me dedico a esto, a textil y velas. La calidad no es mala, pero por 1,5 millones esperaba mucho más. El área cubierta se queda corta”, comentó un profesional del sector. Otro ciudadano fue aún más tajante: “Me parece criminal. Te sientas bajo el toldo y sigues comiéndote el sol y la angustia. No cubre prácticamente nada”.

Uno de los puntos más debatidos fue la escasa cobertura en relación con el tamaño total de la plaza. Aunque la intención del Ayuntamiento es continuar la intervención en fases futuras, por ahora solo una parte del espacio dispone de sombra. Esto ha llevado a algunos a ver la medida como insuficiente. “Con esa cifra, podrían haber cubierto la plaza entera”, apuntó un joven.

Paseantes descansando a la sombra
Paseantes descansando a la sombra de los Toldos. (Ariadna Hernández Rodríguez)

A pesar de las diferencias de opinión, y sea eficiente o no, lo cierto es que la Puerta del Sol ha dado un primer paso hacia el intento de adaptación climática de sus espacios urbanos. Esta intervención se enmarca en una estrategia más amplia de renovación del eje Sol-Carrera de San Jerónimo que busca hacer del centro histórico un entorno más habitable, con prioridad para el peatón y mejores condiciones de accesibilidad.

La experiencia de este verano será clave para evaluar si los toldos cumplen con su misión o si, como sugieren algunas voces críticas, se trata de una inversión sobredimensionada. De momento, los toldos generan sombra, alivio para algunos y debate para todos.