Comienzan las colas en Doña Manolita: abanicos, botellas de agua y mucha ilusión para conseguir un décimo de Navidad

La administración más famosa de España estrenará una línea de artículos personalizados con la imagen de su fundadora

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La administración de lotería Doña
La administración de lotería Doña Manolita. (Ángela Benito Sánchez)

Arranca la temporada de ventas en la emblemática Administración ñº 67. Muchos turistas, nacionales y extranjeros, aprovechan su viaje a Madrid para comprar lotería en este histórico establecimiento de la calle del Carmen. Ni el calor ni la gran cantidad de gente que pasa por allí impiden que los más precavidos se aseguren un décimo. Afortunadamente, la cola avanza rápido.

El establecimiento también vende lotería en su página web, para empresas y a domicilio. “Escoge tu terminación favorita o deja que sea Doña Manolita la que elija tus décimos”, ofrece la administración. Además, próximamente podrán adquirirse productos personalizados, como camisetas con la imagen de su fundadora.

Cola para comprar lotería en
Cola para comprar lotería en la administración Doña Manolita. (Ángela Benito Sánchez)

Catalina compra sus números en Doña Manolita desde 1965. “Antes vendían la lotería a partir de septiembre. ¡Fíjate ahora!”, cuenta a Infobae España. No ha ganado ningún premio en todos estos años. Unos metros adelante en la cola, está Antonio, que tampoco ha tenido suerte: “Si me hubiera tocado algo de dinero no estaría aquí”, bromea. La administración de lotería Doña Manolita repartió ‘El Gordo’, el Segundo Premio, el Tercer Premio, dos Cuartos y tres Quintos, en la Navidad de 2019. Fue uno de los años más premiados en su historia.

Catalina hace cola para comprar
Catalina hace cola para comprar un décimo en Doña Manolita. (Ángela Benito Sánchez)

Más que lotería: un fenómeno social

Un trabajador de seguridad organiza a la multitud en fila recta, mientras dos policías se acercan al comercio para comprobar que no hay ningún problema. Lola espera su turno pacientemente, acompañada de su marido. La madrileña lleva muchos años comprando lotería en este negocio. “Doña Manolita me encanta, sus números son los mejores”, dice sonriendo. Confiesa que ya lleva acumulados más de 20 décimos, porque ella piensa que “la suerte hay que buscarla” y prefiere no ser fotografiada.

En 2024, el sorteo de Navidad recaudó 3.500 millones de euros, según Loterías. El gasto medio por habitante fue de 73 euros, casi 4 más que el año anterior. En Madrid, la media fue aún mayor: cerca de 84 euros por persona.

Este es el dinero que se queda Hacienda de los décimos de la Lotería del Niño.

José Antonio y Mari son un matrimonio malagueño que hoy compra por primera vez en Doña Manolita. Vinieron a la ciudad para disfrutar de un concierto y se marchan con su primer décimo adquirido en esta administración. Nunca les ha tocado la lotería, tal vez este año cambie su suerte. “Nos ha sorprendido que haya tanta cola, ¡es verano!”, dice Mari mientras se abanica.

José Antonio y Mari, un
José Antonio y Mari, un matrimonio hace cola en la administración de lotería Doña Manolita. (Ángela Benito Sánchez)

Bendecida por la Virgen del Pilar

La fama de Doña Manolita no surgió de la noche a la mañana. Fundada en 1904 por Manuela de Pablo, una mujer de veinticinco años adelantada a su tiempo, la administración comenzó su andadura en la calle San Bernardo. Según cuenta la tradición, la suerte comenzó a sonreírle tras una visita a la Virgen del Pilar, en Zaragoza, donde bendijo varios décimos bajo el manto de la imagen. A partir de entonces, los premios empezaron a llegar y con ellos, la leyenda.

Durante la Guerra Civil, Doña Manolita resistió bombardeos, escasez y el cierre de negocios vecinos, perdiendo gran parte de su clientela en 1937. En 2011, se trasladó a su actual ubicación en la calle del Carmen, donde cada año reparte millones. Su historial de premios, su historia centenaria y el cariño popular han convertido a esta administración en un símbolo navideño. Los días en que permanece cerrado, como los sábados y domingos, otros vendedores se colocan frente al establecimiento, intentando captar clientes. Pero para muchos, la suerte solo tiene un nombre: Doña Manolita.