El mirto: la planta mediterránea que destaca por su belleza y bajo mantenimiento

Perfecta para regiones de clima cálido y con abundante sol, la Myrtus communis—conocida como mirto— destaca por su atractivo ornamental y su notable capacidad para adaptarse a condiciones climáticas exigentes

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El mirto es una de
El mirto es una de las mejores alternativas florales para los meses de verano (Fuente: Wikimedia/Umberto Ferrando)

Conocida por su belleza y su fragancia cautivadora, el mirto, es la última sensación en jardinería. Considerado una categoría de bonsái, especialistas de todo el mundo lo recomiendan por su potencial aguante ante climas cálidos. Se trata de una planta mediterránea, de hoja perenne que, combinando belleza y resistencia, resulta ideal para cualquier jardín. Además, para aquellas personas que quieran mantener un jardín hermoso, a un coste asequible, y que no dispongan de mucho tiempo para dedicarse a la jardinería, puede ser una de las mejores opciones.

¿Cómo cultivar y cuidar el mirto?

El método es sencillo. Según informa la revista Hola, el mirto puede cultivarse en la tierra, en el jardín o en grandes macetas. Esto último lo convierte en una alternativa ornamental estupenda. Su carácter sofisticado embellece terrazas, patios y balcones.

(Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

Además, sus cuidados son sencillos. Agromática, una web dedicada a los consejos sobre jardinería y agricultura, informa sobre ello. Se trata de una planta que necesita sol, temperaturas cálidas, pero al mismo tiempo, podrá soportar los descensos de temperatura del invierno. Esto la convierte en una opción ideal, tanto para el invierno como para la temporada estival. Asimismo, el abonado no es obligatorio. Se puede realizar durante la primavera y una vez cada 15 días en verano, según Agromática, con fertilizantes bajos en nitrógeno. En cuanto al riego, debe ser moderado. Durante los meses estivales, puede regarse cada 15 días, o 10 (si ha llovido). Según la revista Hola, esto se debe a su complicidad con el clima mediterráneo.

Beneficios del mirto

Gracias a su gran capacidad de adaptación, el mirto, responde a las necesidades de aquellos que buscan crear un jardín regenerativo que beneficie al ecosistema. No solo aporta belleza al entorno, sino que también ayuda a reducir el consumo de agua, captura carbono, mejora la calidad del suelo y promueve la biodiversidad.

Además, presenta una fragancia exquisita y sofisticada. Su aroma fresco, dulce, ligero profundiza en ese imaginario del Mediterráneo en donde las flores blancas toman protagonismo. Su belleza, acompañada del aroma, permite evocar una experiencia estética. Además, como dato curioso, ahondando en las raíces de su nombre, Mirto proviene de Myrtos, cuyo significado es perfume.

El florecimiento del mirto sucede entre mayo y agosto. En esta etapa del ecosistema mediterráneo es cuando la planta exhibe su aroma en una intensa y envolvente atmósfera de sensaciones. La sensorialidad es una de las características más especiales de la experiencia humana. A través de los estímulos de la naturaleza, las personas, pueden evocar momentos o sentir placer. Esto es lo que importantes pensadores de la contemporaneidad, como Sunsan Sontag, han denominado “erótica del arte”. De esta manera, oler un perfume, ver una montaña, leer un poema, pueden convertirse en auténticas experiencias sensoriales capaces de removernos por dentro.

Imagen de una casa con
Imagen de una casa con jardín. (Adobe Stock)

Los jardines, al igual que las palabras o las imágenes, participan de lo sensorial. En la cultura árabe, por ejemplo, el agua y las flores tienen un componente sagrado. Asimismo, en la genealogías latinoamericanas, la naturaleza ha estado presente haciendo del cuerpo un receptor de poliédricas sensaciones.

La web especializada en jardinería, Simbiotia, habla de la existencia de los denominados “jardines sensoriales”. Este tipo de jardines profundiza en la necesidad de conectar a las personas con el entorno natural, fomentando una relación de interdependencia. La estimulación sensorial ofrece numerosos beneficios: no solo despierta la creatividad, sino que también actúa como una forma terapéutica de descanso y bienestar. En conjunto, estos jardines -podemos imaginar, repletos de flores blancas que coinciden con el mirto- invitan a reconectar con los ritmos de la naturaleza, promoviendo una experiencia profunda y reparadora.