Los siete trucos efectivos para enfriar la casa si no tienes aire acondicionado

Algunos hábitos o técnicas pueden mejorar la sensación térmica del hogar sin que sea necesario gastar mucho dinero

Guardar
Una mujer con un ventilador
Una mujer con un ventilador (Freepik)

El calor ha llegado a España por todo lo alto. Este verano nos enfrentamos a unas altas temperaturas que, como ya viene siendo habitual todos los años, son más elevadas de lo normal. Así, el mapa del país se tiñe de avisos por las máximas y las noches se convierten en un trascurrir de las horas entre ventiladores, abanicos y sudores.

No en todos los hogares se cuenta con aire acondicionado, lo que obliga a muchas personas a buscar otras soluciones para paliar las molestias del calor del verano. El portal inmobiliario de Fotocasa ha elaborado una lista con trucos sencillos y eficaces para conseguir una temperatura algo más agradable en casa.

Bajar las persianas

Durante las horas más críticas del día, los hogares españoles permanecen cerrados al exterior. Las persianas se convierten en una barrera contra el calor, ya que consiguen que los rayos del sol no penetren en la vivienda.

Cuando llega la noche, se debe aprovechar para subir las persianas para aprovechar, si hay suerte, la leve brisa que puede entrar por la ventana. Aunque es un truco básico, también resulta muy efectivo.

Dos personas intentando refrescarse en
Dos personas intentando refrescarse en verano (Adobe Stock)

Crear corriente con ventiladores

A falta de aire acondicionado, el ventilador se convierte en el mejor aliado. Tal y como destacan los expertos de Fotocasa, aunque este aparato no consigue que la temperatura disminuya, sí que mejora la sensación térmica del hogar.

Si se utilizan varios de ellos en extremos opuestos, se puede generar una corriente de aire todavía más agradable. También pueden ser útiles los ventiladores de techo.

Prescindir de fuentes de calor innecesarias

El horno, la plancha o la vitrocerámica generan más calor cuando permanecen encendidos, haciendo que aumente la temperatura del ambiente. Así, siempre que sea posible, debe evitarse su uso, al menos en las horas centrales del día.

El agua: el mayor aliado

Además de para mantenernos hidratados (algo fundamental sobre todo en estos meses de verano), el agua puede servirnos para refrescarnos durante el día si no se cuenta con aire acondicionado en casa. Mojarse las muñecas, el cuello o los pies es eficaz porque son zonas con vasos sanguíneos superficiales y, al enfriarse, contribuyen a que disminuya la temperatura corporal.

Además, puede utilizarse un pulverizador para el hogar, cuyo efecto será mayor si hay algo de corriente de aire con las ventanas abiertas o el ventilador.

Sin embargo, debe tenerse cuidado con el truco del agua, sobre todo si esta está muy fría: si hace mucho calor y el cuerpo está sobrecalentado, aplicarse agua helada puede provocar una vasoconstricción brusca o un choque térmico leve, especialmente en personas mayores o con problemas cardiovasculares. Así, es siempre mejor utilizarla fresca y no helada.

El calor extremo en verano aumenta en España, con riesgos como golpes de calor y cáncer de piel. Sanidad recomienda hidratación, protección solar y prevención para evitar complicaciones, especialmente en vulnerables.

Usar plantas en el hogar

El aloe vera, el ficus, la palma areca, el poto o la sansevieria cuentan con propiedades que ayudan a bajar el calor del hogar. Si se colocan juntas y cerca de las ventanas podrán crear sombra y reducir la temperatura mediante la transpiración. Otros ejemplos pueden ser el espatifilo, la palma de bambú, la cinta, el limonero y los helechos.

Aislar la vivienda

Sellar las ventanas y las puertas puede reducir considerablemente la entrada de calor en el hogar. Además, existen soluciones low cost para evitar que esta técnica se convierta en un desembolso excesivo de dinero.

Además, los materiales de origen biológico cuentan con una gran capacidad para regular la temperatura, según señalan desde la startup francesa Little Worker, especializada en la renovación de viviendas: fibras vegetales como el corcho, la celulosa, la lana de oveja, el cáñamo o el lino.

Utilizar botellas congeladas frente al ventilador

Este sencillo truco está comenzando a ganar popularidad: colocando una botella de agua congelada frente al ventilador se distribuirá el aire frío, lo que hará que baje la temperatura. Sin embargo, no enfría la habitación de forma significativa si esta es muy grande o está muy caliente, pero puede ser un alivio puntual y local cuando el calor aprieta y no se cuenta con aire acondicionado en casa.