Qué es una anexo del contrato de alquiler y cuál es su función

El anexo al contrato de alquiler es un documento adicional que permite añadir nuevas condiciones o modificar cláusulas del contrato de arrendamiento original

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El alquiler de una vivienda
El alquiler de una vivienda conlleva la firma de un contrato que regula los derechos y obligaciones tanto para el propietario como para el inquilino. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El alquiler de una vivienda conlleva la firma de un contrato que regula los derechos y obligaciones tanto para el propietario como para el inquilino. Sin embargo, no siempre es rígido y, durante la vigencia del acuerdo, pueden surgir nuevas necesidades o circunstancias inesperadas que requieran realizar ajustes.

Para estos casos, existe una figura legal que facilita la adaptación del contrato sin necesidad de volver a redactarlo de cero: el anexo.

¿Qué es un anexo del contrato de alquiler?

El anexo al contrato de alquiler es un documento adicional que permite añadir nuevas condiciones o modificar cláusulas del contrato de arrendamiento original. Su función principal es proporcionar una herramienta ágil para reflejar, por escrito y con validez legal, cualquier modificación o ampliación del acuerdo inicial, siempre que ambas partes estén de acuerdo.

Así, el escrito se adjunta al contrato principal y en él se recogen los cambios acordados entre arrendador e inquilino. Pueden incluirse modificaciones en la duración del alquiler, cambios en la renta, autorización para realizar obras, inclusión de nuevas personas como inquilinas, o cualquier otro aspecto que altere la relación contractual.

Este documento no requiere una estructura compleja. Basta con identificar claramente a las partes, señalar la referencia al contrato original, exponer de forma concreta la naturaleza y alcance de la modificación y, finalmente, recoger la firma de propietario e inquilino. La validez legal del anexo está garantizada siempre que ninguno de sus términos transgreda la Ley de Arrendamientos Urbanos.

Usos habituales del anexo de alquiler

El anexo se utiliza para muchos supuestos cotidianos en un contrato de alquiler. Uno de los casos más habituales es la modificación temporal o permanente del importe de la renta, ya sea por revisión periódica o por acuerdos específicos en situaciones particulares. También se emplea para:

  • Permitir la tenencia de mascotas cuando no estaba prevista en el contrato original.
  • Autorizar la realización de obras, mejoras o pequeñas reformas en la vivienda.
  • Cambiar o actualizar los datos de las partes o la cuenta donde se reciben los pagos.
  • Incluir o retirar inquilinos del contrato, adaptándose a cambios familiares o convivenciales.
  • Especificar el subarriendo o alquiler de habitaciones, si surge la necesidad y no se contempló inicialmente.
  • Determinar qué parte de los gastos y suministros asume cada parte, cuando no quedó claro en el contrato.

La flexibilidad del anexo es amplia, siempre en el marco legal. Permite a las partes actualizar su relación de forma sencilla, sin perder la protección que ofrece el acuerdo escrito.

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Cuándo y cómo se incorpora un anexo

No existe un momento específico para añadir un anexo: puede firmarse en cualquier punto mientras el contrato esté vigente. Lo fundamental es que ambas partes estén de acuerdo y que el documento quede bien recogido en los términos legales.

El proceso para redactar y formalizar un anexo es claro. Primero, se identifican los datos de propietario e inquilino, así como la referencia al contrato de alquiler. Después, se redacta la disposición específica que se quiere modificar o la nueva condición que se desea incorporar. Si el cambio tiene una duración determinada, se señala su periodo de vigencia. Finalmente, ambas partes deben firmar el documento y cada una conservar una copia junto al original.

Además, es aconsejable guardar siempre el anexo junto al contrato principal, ya que forma parte de la relación contractual y puede ser solicitado en cualquier instancia jurídica, administrativa o bancarias.