Por qué los flamencos son una gran amenaza para la producción de arroz para risotto en Italia

Bandadas de pájaros amenazan los cultivos de arroz del Piamonte y Lombardía

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Una bandada de flamencos se
Una bandada de flamencos se ve en un campo inundado que produce arroz para risotto, en Jolanda Di Savoia, Italia, el 11 de junio de 2025. (AP Foto/Niccolo' Luppone)

Italia enfrenta una nueva plaga que amenaza con dañar sus cultivos de arroz. No son ni chinches, ni ácaros ni gusanos, sino los flamencos los que están dañando las plantaciones de arroz. Según ha informado Associated Press, miles de estos pájaros han migrado hacia las planicies del Piamonte y Lombardía, zonas conocidas por su producción de arroz, en busca de alimento y refugio.

No es común que los flamencos aparezcan por estas regiones italianas. Proceden, según parece, España, donde las sequías les obligaron a buscar refugio en los valles de Comacchio. Desde el año 2000, anidaban en una reserva en la costa, al sur del río Po, el más largo de Italia, pero este año han vuelto a levantar el vuelo.

Ahora, los flamencos se han trasladado a los arrozales de Piamonte y Lombardía, donde han encontrado un hábitat ideal para alimentarse. Los flamencos utilizan sus patas palmeadas para remover el fondo fangoso y capturar moluscos, algas e insectos en las aguas poco profundas, pero el arroz termina siendo una víctima colateral de su búsqueda de alimento.

Algunos, como Enrico Fabbri, han perdido hasta el 90% de la producción en sus áreas, según comentó a Associated Press. "Son cosas nuevas que nunca antes habían sucedido. Se invierte tanto tiempo y cuidado en prepararlo todo. Luego, justo cuando la cosecha empieza a crecer, es como si te quitaran a un recién nacido. Eso es lo que se siente”, dijo

Para intentar controlar esta curiosa plaga, los agricultores han comenzado a patrullar los campos día y noche, empleando todo tipo de métodos para ahuyentar a las aves. Tocan la bocina de sus camiones, hacen sonar barriles y disparan pequeños cañones de gas que producen estruendos atronadores. Sin embargo, estos ruidos solo consiguen que los flamencos se desplacen a otro arrozal cercano, donde el ciclo de destrucción se repite.

Un cambio migratorio que destruye el arroz italiano

Imagen de archivo de flamencos.
Imagen de archivo de flamencos.

El fenómeno no solo afecta a la economía local, sino que también plantea interrogantes sobre los cambios en los patrones migratorios de los flamencos. Según explicó Roberto Tinarelli, ornitólogo y presidente de la Asociación de Ornitólogos de Emilia-Romaña, las aves comenzaron a establecerse en la región en el año 2000, tras una sequía en el sur de España que las obligó a buscar nuevas zonas de anidación más al este. “Anteriormente, habían estado confinados a lagos en el norte de África, partes de España y un poco de la región francesa de Camarga”, detalló Tinarelli a Associated Press. La llegada de los flamencos a los valles de Comacchio, dentro de una reserva en la costa, justo al sur de la desembocadura del río Po en el mar Adriático, marcó el inicio de una nueva etapa en la relación entre estas aves y el entorno agrícola italiano.

A pesar de la magnitud del problema, aún no se han realizado estudios que determinen con precisión por qué los flamencos han comenzado a buscar alimento tierra adentro, en lugar de limitarse a las zonas costeras o lagunas tradicionales. Los agricultores inundan sus campos desde finales de la primavera hasta principios del verano para favorecer la germinación de las semillas de arroz recién plantadas, lo que crea un entorno temporalmente atractivo para los flamencos. Hasta que los arrozales se secan, las aves representan una amenaza constante para la producción.

Por el momento, no se han tomado medidas desde el Gobierno italiano, pero Tinarelli propone algunos métodos de control para estos animales, como rodear los arrozales con árboles altos o setos, y, sobre todo, reducir los niveles de agua en los campos recién plantados a entre 5 y 10 centímetros, en lugar de los habituales 30 centímetros. “Esto es suficiente para que el arroz crezca, pero es mucho menos atractivo para los flamencos, que deben chapotear en el agua”, explicó el experto.