La cuarta noche en Torre-Pacheco: cargas policiales, vigilancia extrema y un llamamiento a la calma de los imanes mayores

Desde que Domingo, un hombre de 68 años, fue agredido a manos de tres jóvenes de origen magrebí el pasado miércoles, 9 de julio, en Torre-Pacheco, no se han vivido momentos de paz. Aunque la violencia entre sus calles se desató por completo en la tarde y noche del viernes al sábado, la pelea continúa en su cuarto día. A pesar de mantener un ambiente relativamente más tranquilo que en jornadas anteriores, las horas de madrugada entre el lunes y el martes, 15 de julio, han obligado a intervenir de nuevo a la Guardia Civil en el barrio de San Antonio.

Pasada la medianoche, medio centenar de jóvenes, algunos con el rostro cubierto, se congregaron en un descampado de la localidad murciana. Allí, según informaron fuentes de la investigación a EFE, varios encapuchados lanzaron botellas de cristal contra los agentes. En respuesta, la Guardia Civil cargó con disparos de pelotas de goma, lo que provocó que los jóvenes se desplazaran hacia el interior del barrio de San Antonio, una zona con alta concentración de población magrebí donde ya se habían vivido incidentes el fin de semana.

A pesar de la violencia puntual de este episodio, no se han registrado detenciones ni heridos. Por este motivo, las fuentes oficiales lo han calificado como un suceso aislado dentro de una noche en la que también se colocó y retiró una barricada de contenedores en cuestión de minutos por parte de los mismos jóvenes. El resto de la velada ha transcurrido con “únicamente alguna situación de tensión que no ha llegado a mayores”.

El despliegue policial, tanto de Guardia Civil como de la Policía Local, se inició desde las 19.00 horas y se centró especialmente en el barrio de San Antonio. Uno de los puntos más vigilados fue la rotonda Antonio Martínez ‘El Vinatero’, junto a la calle río Guadalentín, un enclave simbólico para la comunidad magrebí, que lo ha utilizado en el pasado para celebrar victorias de su selección de fútbol. Entre los dispositivos de vigilancia para cubrir el terreno, se han enviado a decenas de agentes, una docena de vehículos y el uso de drones.

Hasta bien entrada la madrugada no se observaron movimientos de grupos de extrema derecha en la localidad, algo que las fuerzas de seguridad atribuyen al cerco establecido desde horas antes. Y es que, el temor a la llegada de agitadores externos ha sido constante desde que, en redes sociales, circularan llamamientos a la violencia por parte de grupos ultras.

Minutos después de las diez de la noche, en plena calle del barrio de San Antonio, varios imanes de la mezquita local han organizado una reunión con decenas de jóvenes marroquíes para instarles a que regresaran a sus domicilios. Con el permiso de la Guardia Civil, y ante la presencia de periodistas, dos portavoces de la comunidad religiosa han pedido evitar nuevos disturbios.

“Los mayores intentamos calmar a los críos para que no haya nada y que pase la violencia en este momento”, explicó uno de los portavoces. Además, reclamó evitar actitudes racistas: “Queremos la paz y que la Guardia Civil y la policía haga su trabajo porque estamos hartos de la gente delincuente. No los queremos, no queremos a la gente que agrede a un anciano”.

Del mismo modo, los imanes denunciaron que desde la agresión al vecino, personas magrebíes han recibido amenazas de “gente de fuera”, por lo que insistieron en que no acudan provocadores ajenos a la localidad. “Los jóvenes marroquíes son buenos chicos” que estos días “se han sentido amenazados”, han reiterado.

Respecto a la manifestación convocada en redes sociales para la tarde del martes, han expresado su preocupación por la posible presencia de grupos como Desokupa y han advertido del riesgo de que el conflicto derive en una situación “más típica de Siria e Irak que de un pueblo perdido de Murcia”.

Este lunes se ha producido la detención de un joven de 19 años en la estación ferroviaria de Errenteria (Gipuzkoa), sobre el que pesaba una orden de detención por su presunta implicación en la agresión del miércoles. Es el tercer arrestado relacionado directamente con el ataque al hombre de 68 años y fue localizado por agentes de la Ertzaintza en el marco de un plan de prevención de robos, tal y como ha informado Europa Press.

El detenido, de origen magrebí, fue entregado esa misma noche a agentes de la Guardia Civil. Con esta detención, ya son diez los arrestados vinculados a los disturbios de Torre Pacheco, tres por la agresión inicial y otros siete por incidentes de carácter racista, como el asalto a un negocio de kebab registrado el pasado domingo, 13 de julio.

Por su parte, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha confirmado que 90 agentes de la Guardia Civil están desplegados en la zona y que el dispositivo se ampliará con 45 efectivos más. El objetivo es prevenir nuevos altercados ante las convocatorias en redes que aluden a “días calientes” para el 15, 16 y 17 de julio.

Durante su intervención, Marlaska ha culpado directamente a Vox de azuzar los disturbios. Señaló que la formación de extrema derecha ha promovido un discurso sobre la “inmigración criminal” que “ha robado la paz y la prosperidad”, alentando “llamamientos” y acciones “fuera de la ley” como las que se han producido en Torre-Pacheco.

El ministro también subrayó que “evidentemente” detrás de los altercados hay “grupos organizados”, con llamamientos previos en redes sociales y la interceptación por parte de la Guardia Civil de “más de 20 vehículos intentando entrar” en el núcleo urbano, algunos con “elementos peligrosos” como palos o defensas extensibles.

Por este motivo, ha pedido a los partidos, principalmente Vox, que “llamen a la calma” y ha subrayado que la investigación debe quedar en manos de la Guardia Civil y la autoridad judicial para que se identifique tanto a los agresores del anciano como a quienes participan en la violencia contra los inmigrantes.