El método infalible para que el queso se mantenga fresco y sabroso sin resecarse: sólo tienes que guardarlo con este artículo en la nevera

Un truco que puede parecer algo extraño, pero que es muy efectivo

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Queso.(Imagen Ilustrativa Infobae)
Queso.(Imagen Ilustrativa Infobae)

El queso es un ingrediente habitual en la cocina. Su versatilidad lo hace ideal para añadir a ensaladas, completar hamburguesas o preparar tablas para picnics y barbacoas. Sin embargo, su conservación puede suponer un desafío: muchos tipos de queso tienden a secarse, endurecerse o incluso a adquirir un sabor desagradable si no se almacenan adecuadamente en la nevera.

El principal responsable de este deterioro es el propio funcionamiento de los frigoríficos. Diseñados para eliminar la humedad y evitar la proliferación de moho en los alimentos, estos electrodomésticos generan un ambiente seco que puede alterar la textura y el sabor del queso.

Por qué el queso se estropea en la nevera

Dejar el queso sin cubrir o almacenarlo con métodos inadecuados provoca daños visibles que afectan al sabor. Los duros, como el cheddar, pueden agrietarse y quebrarse; los más blandos, como la mozzarella, adquieren una textura gomosa que compromete su calidad. En ambos casos, el contacto directo con el aire seco de la nevera acelera su descomposición.

Aunque pueda parecer una tarea compleja, para conservar correctamente el queso sólo necesitamos seguir unos pocos pasos y confiar en los poderes de un artículo tan cotidiano como inesperado: un terrón de azúcar. Así lo afirman desde la publicación especializada The Cheese Lover, que ha compartido una técnica tradicional pero eficaz para alargar la vida útil de este lácteo y mantener su sabor.

El truco infalible para conservar el queso

La clave está en aprovechar las propiedades higroscópicas del azúcar. Este término hace referencia a la capacidad de ciertas sustancias para absorber y retener la humedad del ambiente. En el caso del azúcar, esta cualidad permite equilibrar la humedad dentro del recipiente donde se guarda el queso, evitando tanto el exceso que provoca moho como la sequedad que lo reseca.

Según los expertos mencionados, basta con introducir uno o dos terrones en un recipiente hermético junto al queso para mantener su frescura durante más tiempo. Este método no es algo innovador, de hecho, su origen se remonta a prácticas domésticas antiguas.

El método para guardar el queso que hace que dure más tiempo y tarde en aparecer el moho, según una experta.

Cómo conservar el queso paso a paso

Para aplicar este método, el primer paso es envolver el queso en un material que permita la transpiración. Los queseros profesionales suelen emplear papel encerado específico para lácteos, pero también se puede utilizar papel de horno, disponible en cualquier cocina. Es importante evitar el uso de film transparente, ya que el plástico retiene demasiada humedad y puede favorecer la aparición de moho. El papel de aluminio, por su parte, no se ajusta bien al queso, pero puede utilizarse siempre que se introduzca en un recipiente cerrado.

Una vez envuelto, se debe colocar el queso en un táper o recipiente hermético con tapa. Esto lo protegerá del flujo constante de aire seco del frigorífico. Finalmente, se añaden uno o dos terrones de azúcar dentro del recipiente. No es necesario que toquen directamente el queso, ya que su función es regular la humedad del entorno inmediato. Este método no solo ayuda a conservar la textura y el sabor del queso, sino que también permite reducir el desperdicio alimentario y alargar el tiempo entre compras.