Un preso se escapa de la cárcel escondiéndose en una bolsa de lavandería: el fugitivo de 20 años está siendo buscado por la Interpol

Un joven preso de 20 años ha logrado fugarse de la cárcel de Corbas, a las afueras de Lyon, en Francia, escondido dentro de una bolsa de ropa sucia perteneciente a su compañero de celda, que acababa de obtener la libertad. La fuga tuvo lugar el viernes 11 de julio por la mañana, pero no fue detectada hasta 24 horas más tarde, según ha informado el canal BFMTV.

El preso evadido ha sido identificado como Elyazid A., nacido en 2004 en Mamoudzou, capital del departamento francés de Mayotte. En el momento de la fuga cumplía varias condenas de prisión y estaba sujeto a un mandato de depósito en el marco de una instrucción judicial relacionada con la criminalidad organizada.

A pesar de que se encuentra imputado por delitos graves como asociación de malhechores y asesinato en banda organizada, Elyazid A. no figuraba en la lista de detenidos particularmente señalados (DPS) ni estaba clasificado como miembro de una organización criminal, según los servicios de inteligencia penitenciaria franceses.

La rocambolesca fuga tuvo lugar durante el procedimiento habitual de salida de un recluso que acababa de obtener la libertad. Según han relatado medios franceses, Elyazid A. se introdujo en un saco de ropa sucia, aparentemente perteneciente a su co-recluso, y aprovechó el momento de la puesta en libertad de su compañero para salir junto a él sin levantar sospechas.

“El joven se escondió en una bolsa de ropa usada y logró atravesar los controles sin que nadie notara su presencia”, han asegurado fuentes cercanas a la investigación citadas por BFMTV. No fue hasta el día siguiente que los funcionarios penitenciarios detectaron la ausencia del interno, lo que ha generado una fuerte polémica en torno a la seguridad y vigilancia dentro del centro penitenciario.

Algunos sindicatos de funcionarios penitenciarios han atribuido el retraso en la detección de la fuga a la sobrecarga de trabajo y la sobrepoblación carcelaria que afecta a la prisión de Corbas. Según denuncian, la falta de personal y los ritmos frenéticos dificultan los recuentos exhaustivos y facilitan situaciones como esta.

Una vez confirmada la fuga, las autoridades judiciales francesas han solicitado la emisión de una notificación roja de Interpol, con el objetivo de localizar y detener al fugitivo en cualquier parte del mundo.

“La notificación roja no es un mandato de arresto internacional, pero constituye una solicitud a las autoridades policiales de todo el planeta para localizar y detener provisionalmente a una persona buscada, en espera de su extradición”, explica Interpol en su portal oficial.

Se trata de una herramienta usada principalmente por los cuerpos policiales, y su ejecución depende de la legislación de cada país miembro. Francia espera ahora la colaboración internacional para dar con el paradero de Elyazid A., cuya fuga ha reavivado el debate sobre las condiciones de seguridad en las prisiones del país.

La Dirección de la Administración Penitenciaria ha abierto una investigación interna para esclarecer las circunstancias exactas del suceso y determinar posibles fallos en el procedimiento de control. Mientras tanto, la policía judicial y la gendarmería han sido movilizadas para seguirle la pista al joven fugado, cuyo perfil delictivo lo sitúa en el radar de las fuerzas del orden a nivel nacional e internacional.