Un hombre con esclerosis múltiple se plantea su último reto: caminar 1.500 kilómetros

Con tan solo 19 años, Armand Thoinet recibió la noticia que transformó su vida: padecía esclerosis múltiple, una enfermedad neurológica crónica e incurable que interfiere en la comunicación entre el cerebro y el cuerpo. Al principio, el trastorno autoinmune “ha trastocado mi vida”, sin embargo, a día de hoy, ha dado un vuelco “para bien”. En cuanto fue diagnosticado, Thoinet convirtió el desafío que le planteaba esta dolencia en una forma de activismo y superación personal a través del deporte.

De esta manera, el nativo de Lyon de 32 años, ha dedicado la última década a cumplir retos deportivos que, según él, sirven “para hablar positivamente de la diferencia en general”. Su vida de aventurero, que comenzó como un sueño infantil inspirado por Robinson Crusoe, se ha hecho realidad. Ahora pasa el tiempo “dando conferencias aquí y allá, y con el apoyo de patrocinadores, consigo vivir de mis aventuras. ¡Es una alegría pura!”, ha declarado a Le Bien Public.

Su último proyecto lo pondrá en acción este año: recorrer a pie 1.500 kilómetros a lo largo de la cuenca hidrográfica francesa. Su intención es “demostrar que en la vida, cada decisión puede llevarnos a un lado o al otro“. En este sentido, ha explicado que ”una gota de agua puede acabar en el mar Mediterráneo y otra en el océano Atlántico".

Según ha relatado, su caminata comenzó a buen ritmo. En el día 16 de su travesía, durante una pausa en Vernot para almorzar, Thoinet informó que había completado casi un tercio del trayecto. “Espero completar la aventura en 60 días”, preveía. Y es que, su esquema concibe un trayecto de “una media de 25 kilómetros al día”, por lo que “voy según lo previsto”. Su aventura terminará “a finales de agosto”, aunque se tomará “una semana de vacaciones” junto con su novia, que _"me acompañará antes de volver a partir".

Entre los detalles que ha dado de su aventura se sabe que viaja ligero, llevando solo lo indispensable: “Llevo una mochila con mi comida y mi cantimplora de carbón para filtrar el agua, y ‘Jack’ —mi carreta— con una tienda de campaña, un saco de dormir, un colchón, una almohada, ropa y un hornillo”, ha detallado. Reconoce que los primeros días son los más exigentes a nivel físico. “El cuerpo tarda un poco en acostumbrarse al esfuerzo. Lo mismo ocurre con las ampollas: hay que esperar a que se reconstruya una piel más resistente”, ha declarado con naturalidad.

Su historial de retos deportivos es extenso. En 2015, rodeó la isla de Córcega en kayak; en 2019, cruzó el paralelo 80 en el Polo Norte, también en kayak; y en agosto de 2022 completó una circunnavegación de Córcega en hidropedal. “Es una primicia mundial y, por lo tanto, un récord mundial. Nadie en el mundo ha circunnavegado Córcega en hidropedal”, ha exclamado orgulloso de sí mismo.

A pesar de su determinación, Thoinet confiesa que podría tomarse una pausa después de este nuevo desafío. “Estamos llegando al final de un ciclo. Llevo diez años fijándome retos deportivos. Voy a tomarme un tiempo para mí, para hacer balance. Pero creo que pronto echaré de menos la aventura”, ha concluido. De esta manera, con cada paso, Thoinet desafía no solo los límites físicos impuestos por la enfermedad, sino también los estereotipos que pesan sobre quienes la padecen. Su historia es, en sus propias palabras, una invitación a no rendirse y a seguir caminando.