Leonor vive su día grande en Galicia como “una gallega más”: medalla, emoción y un guiño lingüístico

Tras finalizar su paso por el buque escuela Juan Sebastián Elcano, ha princesa de Asturias ha recibido dos homenajes en Galicia: la Medalla de Oro de Galicia y el título de Hija Adoptiva de Marín

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La princesa de Asturias, Leonor de Borbón, ha recibido este lunes la Medalla de Galicia --máxima distinción de la Comunidad-- en un breve acto que ha tenido lugar en el Pazo de Raxoi y donde la heredera ha recordado a "todos los gallegos que tuvieron que dejar su casa para buscar una vida mejor". Allí, también ha reconocido sentirse como "una gallega más" y ha asegurado que "aquí está su hogar, donde acaba el mar". (Fuente: Pool TVG / Europa Press)

La princesa Leonor ha vivido este lunes, 14 de julio, una cita importante, la primera tras desembarcar del buque escuela Juan Sebastián Elcano. La heredera al trono ha recibido la “Medalla de Oro de Galicia 2025”, concedida por la Xunta de Galicia, como reconocimiento a su formación militar en la Escuela Naval de Marín y como muestra de “afecto y el respeto del pueblo gallego” a la Princesa.

Una cita a la que ha acudido en solitario y en la que ha emocionado, y no solo por sus palabras en gallego, sino por todo lo que simboliza su paso por esta comunidad durante su formación militar. Se trata de la máxima distinción que concede esta tierra que, como ella misma ha dicho, ha sentido como suya. “Una tierra de acogida”, señaló con firmeza, “que fue de emigrantes”, y en la que, según confesó con orgullo, se ha sentido “una gallega más”.

El acto ha tenido lugar en la imponente plaza del Obradoiro, en Santiago de Compostela. Allí, la esperaban el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, la ministra Elma Saiz y otros representantes institucionales, al ritmo solemne de la Real Banda de Gaitas de la Diputación de Ourense, que interpretó el Himno del Antiguo Reino de Galicia. Una bienvenida con sabor a tradición, como manda el protocolo.

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La princesa Leonor recibe la Medalla de Oro de Galicia. (EFE/ Lavandeira)

Leonor, vestida con sobriedad y una sonrisa medida, saludó a las autoridades y se dirigió al interior del pazo de Raxoi, donde recibió la medalla y pronunció un discurso breve, pero sentido. Habló de sus meses en Marín, de su tiempo embarcada en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano y en la fragata Blas de Lezo, y no se olvidó de quienes han sido sus compañeros de travesía: los 75 guardiamarinas que comparten promoción con ella.

Lo más comentado de su intervención fueron sus frases en gallego, pronunciadas con respeto y un toque de emoción. “Aos bos e xenerosos”, citó, en referencia al lema grabado en la medalla, extraído del himno gallego. Una forma de agradecer el cariño de una tierra que ha dejado huella en su formación y su historia.

Pero la jornada no acaba aquí. A las puertas del día de la Virgen del Carmen, patrona del mar y de la Armada, Leonor también será nombrada hija adoptiva de Marín, el municipio pontevedrés que ha sido su hogar naval durante estos meses. El miércoles 16 de julio vivirá allí un momento clave: la jura de bandera y la entrega de los Reales Despachos en la Escuela Naval, donde estará presente su familia: el Rey Felipe VI, la reina Letizia y su hermana, la infanta Sofía.

Con este acto culmina el XCVII crucero de instrucción del Elcano, una experiencia exigente y simbólica. La dotación la han formado 76 guardiamarinas, además de más de 150 militares y dos maestros civiles. Un entorno en el que Leonor ha crecido, aprendido y, según sus propias palabras, ha forjado vínculos que llevarán siempre en el recuerdo.

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La princesa Leonor recibe la Medalla de Oro de Galicia. (EFE/ Lavandeira)

Tras su paso por la Armada, la Princesa de Asturias se prepara para su próximo destino: la Academia General del Aire de San Javier, en Murcia, donde continuará su formación militar el próximo curso como alférez alumna.

Leonor sigue los pasos de su padre, combinando disciplina y cercanía, dejando claro que la Corona, al menos en su figura, apuesta por el compromiso con todas las tierras del país. Galicia ha sido testigo, y cómplice, de ese camino.