
Una profesora de educación primaria en la localidad francesa de Plancy-l’Abbaye, ha sido condenada por haber grabado vídeos de contenido pornográfico dentro del recinto escolar donde trabajaba. La docente, en situación de baja médica en el momento de los hechos, aprovechaba los fines de semana para acceder al centro y grabar junto a su pareja imágenes explícitas. Según ha informado el diario Le Parisien, su caso ha causado una profunda conmoción en la comunidad educativa y entre los vecinos de esta pequeña comuna del noreste de Francia.
Los vídeos, de carácter tanto erótico como explícitamente pornográfico, eran grabados en diferentes estancias del colegio, fuera del horario lectivo. El material era posteriormente difundido en OnlyFans, un sitio web de pago donde los creadores de contenido pueden monetizar sus publicaciones a través de suscripciones. La docente obtenía ingresos mediante este canal, aunque se desconoce la cantidad exacta generada por estas publicaciones.
El escándalo estalló tras la denuncia de varios padres de alumnos, que alertaron al alcalde de la localidad, Pascal Pluot, tras descubrir las imágenes en línea. “Su caso sorprendió a más de uno”, recoge Le Parisien. Ante esta situación, el propio regidor decidió presentar una denuncia en su calidad de responsable de los edificios municipales. Cabe recordar que, en Francia, los colegios públicos son propiedad de los ayuntamientos, aunque estén gestionados por la administración educativa.

Denuncia por abuso de confianza, pero sin despido inmediato
El proceso judicial se desarrolló con cierta rapidez. La acusada fue convocada por el Ministerio de Educación tras conocerse los hechos y suspendida de sus funciones de forma inmediata. Mientras tanto, otra docente fue enviada a Plancy-l’Abbaye para asegurar la continuidad de las clases hasta final de curso.
Pese a la gravedad del asunto, el Ministerio no presentó ninguna denuncia contra la funcionaria, limitándose a la suspensión cautelar. Fue el alcalde quien interpuso una querella por “abuso de confianza”, al considerar que se había hecho un uso indebido y personal de un espacio público, destinado a la enseñanza. En su declaración ante la policía, la mujer reconoció los hechos sin reservas. Según Le Parisien, la grabación de los vídeos tuvo lugar durante su periodo de baja médica, cuando accedía al centro los fines de semana para evitar ser vista.
El juicio se celebró el pasado jueves 10 de julio en el tribunal de Troyes. La acusada se presentó en el marco de un procedimiento de comparencia por reconocimiento previo de culpabilidad, una fórmula jurídica que permite reducir los tiempos del proceso judicial en los casos en que el acusado admite los hechos. El fiscal había solicitado esta vía como resolución del caso. La sentencia fue una multa de 5.000 euros con suspensión de pena, lo que implica que no deberá abonarla salvo que reincida en los próximos años.
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