Cataluña gestionará todos sus impuestos: el Gobierno y la Generalitat pactan un nuevo modelo de financiación

El acuerdo prevé que la Generalitat recaude los impuestos a través de su propia agencia tributaria, mientras el Estado retendrá una parte para sus competencias

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El Gobierno y la Generalitat han acordado este lunes el nuevo sistema de financiación autonómica, que se basará en los ingresos de las comunidades autónomas y no en el gasto como hasta ahora, aunque no estipula ni cifras ni fechas exactas. (Fuente: Europa Press / Congreso / PP / Moncloa)

El Gobierno de España y la Generalitat de Cataluña han alcanzado este lunes un principio de acuerdo para reformar el sistema de financiación autonómica. El nuevo modelo, que aún no incluye ni cifras concretas ni calendario de aplicación, supondrá un giro respecto al actual: se basará en los ingresos generados por las comunidades autónomas en lugar de centrarse en el gasto que deben cubrir, como ha sido habitual hasta ahora.

El pacto fue anunciado en una rueda de prensa conjunta por el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, y el conseller de Presidencia de la Generalitat, Albert Dalmau. Ambos comparecieron tras una reunión en la que también participó la consellera de Economía y Finanzas, Alícia Romero.

El ministro de Política Territorial
El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, junto al conseller de la Presidencia, Albert Dalmau. DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS

Según fuentes del Govern, el nuevo planteamiento “parte de una visión más madura del autogobierno”, ya que deja atrás la lógica del gasto delegado para avanzar hacia un sistema en el que las comunidades generan sus propios ingresos, gestionan su recaudación y deciden cómo asignar los recursos. “No se trata de recibir lo que se necesita gastar, sino de ingresar y decidir”, explican desde la administración catalana.

Recaudación íntegra en Cataluña y papel del Estado

Uno de los puntos centrales del acuerdo es que Cataluña, y aquellas comunidades que opten por este modelo, recaudarán la totalidad de los impuestos generados en su territorio. Esta recaudación se integrará en una “cesta de tributos” desde la que se determinará qué parte se queda el Estado para financiar los servicios que le corresponden en Cataluña y qué porcentaje se transfiere a la Generalitat.

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha lanzado un mensaje de "tranquilidad" respecto a la reunión para impulsar la financiación singular de Cataluña y ha insistido que este acuerdo y los posteriores que se pacten en torno a la reforma del sistema de financiación no perjudicarán a ninguna comunidad autónoma. (Fuente: Comisión Europea/ Europa Press)

La distribución entre ambas administraciones aún está pendiente de definir: no se ha concretado qué impuestos estarán incluidos en esa cesta ni cuál será el porcentaje de reparto. Tras esa primera fase, el modelo contempla que Cataluña realice una aportación al fondo de solidaridad interterritorial, con el compromiso de respetar el principio de ordinalidad, es decir, que ninguna comunidad que más aporta vea mermada su posición relativa tras la redistribución.

Además, el Estado deberá transferir a la Generalitat el coste de las competencias que ya tiene asumidas —como seguridad, política lingüística o educación— para que pueda ejercerlas con plena capacidad financiera.

Una Hacienda propia, pero aún sin recursos

El acuerdo incluye también un compromiso a medio plazo: será la Agència Tributària de Catalunya (ATC) la encargada de recaudar directamente todos los impuestos que se generen en Cataluña. Esta agencia actuará de forma independiente de la Agencia Tributaria estatal y no estará supeditada a su tutela. No obstante, ambas instituciones deberán colaborar para asegurar que la hacienda catalana no quede desconectada del sistema fiscal general del Estado.

Actualmente, sin embargo, la ATC no dispone de los recursos necesarios para asumir esa responsabilidad. Fuentes del Ejecutivo catalán admiten que la agencia carece de la plataforma tecnológica, del personal y del conocimiento técnico imprescindible para gestionar el conjunto del sistema fiscal catalán.

Para solucionar estas carencias, está previsto que la empresa tecnológica Indra entregue la próxima semana el plan director que ha elaborado junto a la Generalitat. Este documento establecerá las fases de desarrollo y crecimiento futuro de la ATC, incluyendo tanto los requisitos técnicos como organizativos necesarios para convertirla en una estructura plenamente operativa.

Ausencia de plazos, pero con voluntad política

Pese a la ausencia de plazos concretos y de cifras detalladas, el anuncio del acuerdo representa un paso político significativo en el debate sobre la financiación autonómica. Se produce, además, en un contexto de negociaciones entre el Gobierno central y distintos partidos nacionalistas, y responde a una vieja reivindicación del independentismo catalán: disponer de una hacienda propia y mayor autonomía financiera.

La materialización del nuevo sistema dependerá de negociaciones posteriores, del desarrollo técnico de la ATC y del consenso político necesario para que otras comunidades puedan adherirse, o al menos, no bloquear su implantación. Mientras tanto, la reforma del modelo de financiación autonómica seguirá siendo uno de los asuntos clave del debate territorial en España.