Trump sigue apretando y la UE sigue cediendo: las negociaciones arancelarias de Bruselas con Estados Unidos entran en un momento crucial

El presidente estadounidense anunció aranceles del 30% a los productos comunitarios, aunque los reconsiderará si las empresas europeas fabrican más en EEUU. La UE debate la entrada en vigor para este lunes de contramedidas con un valor de 21.000 millones de euros

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Ursula von der Leyen y
Ursula von der Leyen y Donald Trump. (Europa Press/Shealah Craighead)

¿De verdad hay unas negociaciones o la UE quiere transmitir una imagen de seriedad que en la realidad no se da? El nuevo revés de Trump para presionar a Bruselas en las negociaciones arancelarias parece proyectar esta segunda imagen. Trump amenazó con imponer aranceles del 30% a los productos europeos, que entrarían en vigor el 1 de septiembre si fracasan las negociaciones. En una carta enviada a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el líder republicano volvió a repetir este sábado la estrategia que le ha dado frutos en todas las negociaciones: estaría dispuesto a reconsiderar su aplicación si la UE realizaba (todavía) más concesiones.

Desde que se inició la tregua arancelaria, Bruselas ha tratado de multiplicar sus contactos con Washington para negociar, mostrándose dispuesta a realizar concesiones a la espera de que Trump aflojase en su pulso: en estos últimos meses, la UE retiró las sanciones a las tecnológicas estadounidenses que han incumplido las normas digitales europeas, suspendió las contramedidas de 21.000 millones de euros al aluminio y acero, preparó un paquete de sanciones de 73.000 millones y desarmó el instrumento anticoerción (el mejor mecanismo de defensa comercial de que dispone la Unión Europea).

Pero todo ha sido en vano y los efectos ya empiezan a notarse. La UE ha sufrido el impacto del 10% del arancel universal que Trump ordenó aplicar a todos los productos, además de un arancel especial del 50% al aluminio y el acero, del 25% a los coches, más gravámenes a otras exportaciones. Todo esto en apenas cuatro meses. Los efectos comienzan a notarse, por ejemplo, en el sector del vino español. Según anunció la directora general de la Interprofesional, Susana García, las exportaciones de botellas de vino españolas han sufrido una caída del 20,8% en abril de 2025 respecto al mismo mes del año anterior.

Un acuerdo más injusto que el alcanzado por Reino Unido

El jefe comercial de la UE, Maros Sefcovic, afirmó el pasado 1 de julio que un acuerdo total entre la UE y Estados Unidos iba a ser “imposible” de alcanzar antes de la fecha límite inicialmente marcada para el 9 de ese mismo mes. Fue entonces cuando Von der Leyen marcó el 1 de agosto como nueva fecha. La UE asumió que el único camino para seguir negociando pasaba por un ‘mal menor’, es decir, un acuerdo “temporal” desigual para el bloque comunitario. El negociador comercial europeo aseguró esta semana que se lograron ciertos “avances en el texto de la declaración conjunta” y un “acuerdo de principios”.

¿Cuánto puede estirar el chicle la UE y en qué punto cederá? Ese es el quid de la cuestión. Una información del diario Financial Times afirma que la Comisión estudia un acuerdo similar al que Reino Unido alcanzó con Estados Unidos. Esto es, claudicar ante el 10% del arancel base con el fin de ganar tiempo. Pero el escenario podría ser incluso más negativo para los intereses europeos. De acuerdo con el mismo medio, el futuro del acero, el aluminio y los automóviles no pasaría por esa exención, ya que seguirían sujetos al 25% y el 50% anunciados. Por si esto fuera poco, Trump ha pedido un gravamen del 17% a determinados productos agrícolas.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con la imposición de un arancel del 10% adicional a cualquier país que se alinee con lo que ha calificado de "políticas antiestadounidenses" de los BRICS, cuyos líderes reunidos este domingo en Río de Janeiro, Brasil, han condenado las sanciones y los aranceles empleados como herramienta política. (Fuente: The White House/PresidencyZA/Israel PM)

El anuncio del 30% vuelve a sentar como un jarro de agua fría para Bruselas, ya que se produjo apenas cinco días después de que Von der Leyen afirmase haber tenido un “intercambio telefónico positivo” con el líder estadounidense. “Es poco probable que las relaciones UE-EEUU vuelvan a la era anterior a Trump”, lamentó Von der Leyen en su intervención en el séptimo Foro Económico Franco-Italiano Confindustria-Medef, celebrado este lunes en Roma.

Contramedidas por un valor de 21.000 millones de euros

En su reacción a la carta, la presidenta de la Comisión Europea volvió a lamentar la decisión de la Casa Blanca, pero insistió en que el bloque está dispuesto a seguir con las negociaciones. Al mismo tiempo, avisó que el bloque de los Veintisiete “está preparado” para responder con contramedidas “proporcionadas” si finalmente no se alcanzaba la paz comercial. Y en este sentido, el Ejecutivo comunitario ya cuenta con una lista de medidas de represalias por un valor de 21.000 millones de euros. Esa misma lista será debatida entre los embajadores de la UE este domingo en Bruselas, donde tendrán que decidir si entran en vigor este mismo lunes, como así estaba planeado.

Volver a retrasar las medidas de represalias podría ser un error. O así lo consideró en su día Anna Cavazzini, presidenta de la Comisión de Mercado Interior del Parlamento Europeo, quien señaló al Financial Times que no responder “directamente” en abril a las medidas “ilegales” de Trump dejó “poco margen para que la Comisión Europea redujera las tasas existentes”.