“Es absolutamente inhumano”: un adolescente con cáncer debe pagar asientos adicionales en el avión debido a su discapacidad

Tras contactar con los médicos del adolescente, llegaron a la conclusión de que se trataba de una cláusula discriminatoria

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Un adolescente con cáncer debe
Un adolescente con cáncer debe pagar asientos adicionales en el avión debido a su discapacidad (Pexels)

Matéis, un joven de 15 años de Herstal, una comuna de Bélgica, fue diagnosticado con cáncer hace un año, y desde agosto pasado se encuentra en tratamiento continuo. Su madre, Valérie, ha sido su principal cuidadora, criando sola a Matéis y a su hermano pequeño. En un intento por ofrecer a sus hijos un respiro tras un año tan difícil, decidió invitarlos a un viaje a Chipre, un destino que, además de proporcionarles un merecido descanso, presentaba algunas dificultades económicas. Así lo ha explicado ella misma, según un artículo de France 3: “Me gustaría que se reunieran, los hermanos, y poder disfrutar de mis dos hijos. (...) Este viaje es un sacrificio económico, dada mi situación como madre soltera que cuida a un adolescente gravemente enfermo”.

Entre las gestiones que tuvo que hacer Valèrie antes del viaje, debía contactar con EasyJet para garantizar que el vuelo estuviese adaptado a las necesidades de su hijo mayor, ya que con las complicaciones de la enfermedad de Matéis hicieron que la pierna del joven quedara inmovilizada en una posición extendida. De acuerdo a las condiciones generales de la aerolínea, la mujer solicitó la asistencia especial para el adolescente. No obstante, la opción que le dio la compañía aérea la dejó muy sorprendida.

“No se trata de una familia cualquiera que paga unas vacaciones y termina con un extra por el lujo”

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Un adolescente con cáncer debe pagar asientos adicionales en el avión debido a su discapacidad (Pexels)

Al llamar a la aerolínea para comprobar que el vuelo a Chipre podría realizarse sin problemas, la familia de Matéis no daba crédito con lo que les pedía la empresa: debían pagar dos asientos adicionales para acomodar la pierna inmovilizada durante el vuelo. En total, 217 € para que le colocaran la pierna en posición horizontal. A pesar del considerable presupuesto que representaba esta cantidad, Valérie accedió, desanimada, ante la falta de otras opciones.

A pesar de sus numerosas quejas, la familia no ha podido obtener alivio, abrumada por la cantidad de trámites administrativos que conlleva la enfermedad. Y es que, Valèrie quería disfrutar de estas vacaciones porque en septiembre deben encargarse de hacer mucho papaleo “uno tras otro”, sumando el que ya han hecho: Tuvimos que hacer todos los trámites administrativos para el inicio del curso escolar: crear un PAI (proyecto de acogida individualizado), solicitar transporte especial, porque Matéis estará en silla de ruedas al inicio del curso... Va a ser otro año en blanco”, ha relatado.

Pero dejando de lado el cansancio que ha conllevado esto, finalmente pudo encontrar la fuerza para seguir adelante. Sobre todo, se animó al conocer la opinión del cirujano pediátrico y el oncólogo: “¡Pero se dan cuenta de que es particularmente discriminatorio! ¡Contacten con las asociaciones!“, le comentaron a la mujer. De esta manera, la Dra. Elise Quillent, directora de la asociación Grandir sans cancer para el Somme, confesó que al enterarse de la ayuda que pidió Valèrie, “me horroricé. Al fin y al cabo, ¿cómo pueden pedir eso?”.

Para la doctora, este caso ilustra un problema más amplio de discriminación contra las personas con discapacidad: “Tenemos que darnos cuenta de que no se trata de una familia cualquiera que paga unas vacaciones y termina con un extra por el lujo", ha afirmado. De esta manera, la doctora ha explicado que “primero, es una necesidad, y más allá de eso, es una familia para la que estas vacaciones son un sacrificio. Tenemos que ser conscientes de todo esto para comprender realmente la naturaleza patética de lo que está sucediendo”.

“Nuestro sitio web no puede incluir todas las preguntas posibles”

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Ante la indignación, la asociación contactó con EasyJet para solicitar un reembolso. Sin embargo, no obtuvieron éxito. “En resumen, nos dijeron que era así y no de otra manera”, afirma la Dra. Quillent. “Simbólicamente, es absolutamente inhumano. En mi opinión, ¡es discriminatorio! ¿Bajo qué principio la pierna de un niño con cáncer y discapacidad costaría 217 €? ¡Sinceramente, es alucinante!”, ha declarado con indignación.

Según se informa, el recibo de la madre indica “pierna rota”. Pero, ¿está claramente cubierta la compañía por este tipo de casos? Al ser contactada, EasyJet remitió a sus clientes a la página de “asistencia especial” de su sitio web, que no especifica las condiciones de las adaptaciones. La compañía explicó: “Debido a la gran cantidad de casos especiales, nuestro sitio web no puede incluir todas las preguntas posibles. Por eso, contamos con una línea dedicada a atender las necesidades de todos nuestros clientes que requieren asistencia especial”.

También aseguró que se trató de un error humano y añadió que “el servicio de atención al cliente está en contacto con la Sra. Deschamps para disculparse y reembolsar los asientos adicionales antes de la fecha programada del vuelo". De este modo, “la seguridad y el bienestar de nuestros clientes son nuestra prioridad y nos disculpamos por cualquier inconveniente causado”. A pesar de ello, la familia afirma que no ha sido contactada ni reembolsada por el momento.